-Bueno alumnos, en el día de hoy vamos a dialogar sobre temas que veremos y trabajaremos durante todo lo que viene del año, como sabrán...- iba hablando el profesor. Ese viernes, o mejor dicho, ese sábado a la madrugada después de la fiesta, no había podido dormir pensado en los Bartholy. Aunque no quiero influenciarme por lo que dicen tengo que reconocer una cosa: los Bartholy tienen algo... especial, diferente. Al verlos siento una especie de atracción hipnótica que nunca había experimentado con ninguna otra persona. ¿Será que me estoy volviendo loca? ¿O es porque son tremendamente sexys? Porque debo admitirlo, lo son.
El día de hoy es Lunes y me encuentro en la clase de mitos y leyendas. Me encanta esta asignatura porque amo todo a lo que refiera cosas sobrenaturales. De paso también podría investigar un poco qué soy. ¿Seré una bruja, una especie de hada mágica...? ¿O seré algo peligroso? Espero que no sea la última opción. ¿Y si soy un unicornio? Todo puede pasar. ¡Sería genial! Tal vez soy un unicornio atrapado en el cuerpo de una chica. Reí levemente. Debo dejar mi obsesión con los unicornios. Drogo me echó una rápida mirada al escuchar mi pequeña risa. Debe pensar que estoy loca.
Hoy voy a aprovechar para pasar a la biblioteca a buscar algunos libros antiguos de mitos y leyendas para ver si encuentro algo y también para ver si, entre algunos archivos viejos, puedo encontrar algo sobre los Bartholy. No sé qué espero encontrar realmente. Mejor dejo de darle vueltas a todo esto y presto atención a la clase que se ve interesante. Ojeo a Drogo a mi lado. Es la primera vez que lo veo tan interesado en una asignatura. ¿También te interesan estas cosas, Drogo?
-¿Por qué me miras así?- dice sin despegar la vista del profesor, el cual hablaba con entusiasmo sobre las esfinges.
-¿Así cómo?- digo sin dejar de mirarlo.
-Como si tuviera algo en la cara.-aún no me mira, está serio.
-Es solo que nunca te había visto prestarle tanta atención a un profesor. La mayoría de las veces siempre te dan igual.
-¿Así que ahora la cosita me espía todas las clases?- una gran sonrisa se forma en sus rosados labios y, por primera vez en la clase, me mira.
-Bueno, te sientas a mi lado, no es muy difícil darse cuenta y... ¡Espera! ¡¿Cómo me llamaste?! ¡¿COSITA?!-grité en un susurro, para que el profesor no me regañara.-Yo no soy la cosita de nadie.-Me crucé de brazos cual niña pequeña. Él soltó una pequeña risa. Ruedo los ojos en signo de irritación. Él me siguió mirando con una sonrisa burlona.-Deja de mirarme...-refunfuñé y dirigí mi mirada al frente.
-¿Por qué? Tú lo haces todo el tiempo, ¿no?- Touché, maldito bastardo. Le di un golpecito juguetón con el codo.
-Antes de que termine la clase quería decirles que para la semana que viene van a tener que hacer un trabajo con su compañero de asiento. Todo lo que tienen que hacer está aquí en este papel. Pasen a buscarlos antes de irse. Cualquier consulta no duden en preguntarme. Eso es todo. Nos vemos mañana.- dice para luego tomar asiento.
En eso sonó el timbre, anunciando el fin de la clase. Ésta era la última materia que teníamos en el día, así que ya somos libres. ¡Libertad al fin!-¿Ya un trabajo? Pero si recién comienzan las clases...- Me quejé en un susurro.
-Último año de secundaria y tener que hacer mucha tarea... creo que todo va como anillo al dedo.-se burla Drogo. Me río.
-Es verdad.-le doy la razón apuntándolo con el dedo.- Te diría para ir a hacer el trabajo a mi casa pero no es muy buena idea. Hay cajas de mudanza por aquí, cajas de mudanza por allá...- le digo, soltando un largo suspiro.
-De acuerdo, vayamos a la mía mañana.-dijo sin interés.
-Está bien. Hasta luego, Drogo.- Me despedí.
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¡My Secret! [Completo]
FantasíaSoy una chica un tanto peculiar... ¿guardarías mi secreto? Esta hermosa historia continua en "My No So Secret" ¡Disfruten!