Al día siguiente Matt me llevó al instituto. Le dije que no hacía falta pero él insistió. Al llegar ahí, me despedí con un beso en la mejilla y él se fue. Cuando iba a ir a buscar a Sarah, vi que Drogo no se había perdido nada de la escena. Si las miradas matasen, Matt ya estaría muerto. Lo ignoré y fui directo a buscar a Sarah. Estoy de mal humor, no quiero hablar con nadie que no sean Sarah o Peter. Si Sam se acerca y me molesta, no tendré piedad y con mis poderes haré que su cabeza se salga de órbita. Total, ¿para qué la necesita? Si ni siquiera tiene nada ahí.
-¡Riley!-Desde lo lejos pude escuchar la bella voz de mi bella amiga.
-Te estaba buscando.- dije con un tono de voz neutro.
-¿Cómo estás?-Con ganas de romper algo.
-Bien... supongo.-Respondo dubitativa encogiéndome de hombros.
-¿Estas mejor?
-Sarah... por favor no hablemos más del tema.- Sí, terminó insistiéndome y tuve que contarle lo ocurrido por mensaje de texto.
-De acuerdo.- Me sonríe y agradezco que no insista.
-Bueno... ya hablamos bastante de mi. ¿Qué hay de ti? ¿Algún afortunado?-Sarah desvía la mirada.-¿¡Eso es un si?-Digo emocionada. Mi amiga suelta una risa nerviosa.
-Algo así si.-Iba a hacerle una lluvia de preguntas pero el sonido de la campana la salvó.-Salvada por la campana.- suspiró y nos reímos.
-No te librarás de mi tan fácil.
-Ven, vamos a clase.-Entrelaza nuestros brazos y vamos a clase. Me senté con ella. En toda la clase sentí la mirada de Drogo en mi. Crucé varias veces su mirada pero tendí a desviarla rápidamente. ¡Me estoy aburriendo en esta clase! Quiero irme ya. Empecé a dibujar lo primero que se me vino a la mente. ¿Por qué rayos dibujé a Jack con otra demonio? ¿Quién es la otra chica? ¿Por qué...? Mis pensamientos fueron interrumpidos por un "Señorita Montes" de la profesora.
-Ah... ¿Si?-escondí mi dibujo. Suspira frustrada. Al parecer no soy la única de mal humor.
-Le he dicho si podía resolver en ejercicio 54.- dijo con su aburrida voz.
-Ah... yo... Claro, por supuesto que si.-No sé de qué mierda me estaba hablando pero me levanté de mi asiento y me fui hacia el pizarrón. Vi la mirada victoriosa de Sam. Oh... mi querida Sam. No me mires así aún. Mírame así cuando termine de hacer el ejercicio. Terminé de hacer la súper duper mega ultra recontra difícil cuenta matemática. ¿En qué me servirá esto en el futuro? No es como si fuera a comprar ropa y le diera una cuenta matemática a la vendedora. ¿Y por qué Carlos quiere comprar tantas sandias? Jamás lo entenderemos. Todos se quedaron estupefactos ya que la cuenta la había hecho más que bien. Hice una reverencia, con la cual todos se rieron y volví a mi asiento.
-Muy bien. Veo que por lo menos alguien entendió el tema. La felicito señorita Montes.
-Gracias.-La sonrisa victoriosa de la cerda de Sam se borró. Esto me subió el ánimo. Hacer el tonto en frente de todos, borrarle la sonrisa a Sam y que se rían me trajo el buen humor. Sonó la campana y todos salieron. Fui la primera en salir.
-¡Riley, espérame!- dijo mi amiga tratando de alcanzarme. Me reí y seguí de largo sin hacerle caso a Sarah. Cada vez con paso más apresurado. Sin saber a dónde me llevaban mis pies, terminé en el patio.
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¡My Secret! [Completo]
FantasySoy una chica un tanto peculiar... ¿guardarías mi secreto? Esta hermosa historia continua en "My No So Secret" ¡Disfruten!