Extra #4

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Ser invisible no está tan mal

Llegué a un parque y me senté tranquilamente en un banco. Pero claramente no iba a poder estar en paz. Una pelota de fútbol impactó en mi cabeza. Malditos mocosos, deberían estar en la escuela. De pronto, una idea se me vino a la cabeza. Sonreí con maldad. Tomé la pelota e hice que pareciera que se movía con el viento. Los niños comenzaron a volverse locos intentando atraparla mientras yo reía a carcajadas. Cuando la madre de uno de los niños volvió, estos le explicaron lo sucedido pero la señora no les creyó.

-¡Pero mamá! ¡Lo digo en serio! ¡La pelota cobró vida!

-Claro, cielo. Tienen una imaginación asombrosa.-Creo que mi tarde no estará nada mal.

Seguí caminando en busca de mis próximas víctimas. Vi un autobús y decidí subirme en él. Había un señor leyendo el periódico, parecía estar de mal humor. Me acerqué y se lo quité de un manotazo, haciendo que cayera al suelo. Miró por todas partes asombrado y lo recogió malhumoradamente, como si nada.

-Estúpido autobús.-No pude evitar soltar una carcajada. Repetí la acción un par de veces más hasta que se hartó y se bajó en una estación. Lástima, y yo que me estaba divirtiendo. Al fondo vi a unas gemelas y decidí acercarme. Les jalé de las trenzas a las dos, causando que comenzaran a pelearse.

-¡Ella empezó!-hablaron al unísono. La madre intentó hacer de todo para detenerlas. Lo admito, me gusta cometer maldades a veces. Un poco más adelante vi a una chica con auriculares. Me acerqué y le quité uno. Miró en mi dirección con fastidio y, al no ver a nadie, se lo volvió a colocar. Luego le quité el otro.

-Agh, malditos auriculares baratos. Sabía que los de la tienda estaban estafándome.-gruñó. Cuando se lo volvió a colocar, le quité ambos.-Maldita sea.-se los arrancó y los guardó. Me aburrí de las personas del autobús y me bajé en una parada.

-Oh, lo siento.-se disculpó un chico que chocó contra mí. Frunció el ceño al no ver a nadie.-Agh, les dije que necesitaba café puro.-murmuró.-¿Por qué no pruebas el café con leche?-imitó una voz femenina mientras seguía caminando. ¿De acuerdo..? Parece que era un día en el que nadie estaba de buen humor. Seguí mi camino hasta que vi a unas chicas molestando a otra. Me acerqué maliciosamente y le jalé el cabello. Pero no me esperaba eso... ¡le arranqué una extensión! Solté una carcajada. Chilló y le gritó a sus secuaces para luego salir corriendo de allí con lágrimas en los ojos. Las otras le persiguieron.

-Y se suponía que su cabello era natural.-La chica a la que estaban molestando se puso a reír y luego se marchó. Bueno, una buena acción en el día.

Me divertí mucho molestando a las personas pero a mediodía ya me había dado hambre. ¡Una buena pizza no viene mal! Busqué una cercana y entré. Oh, lo había olvidado. ¡No puedo comprar una! Sería raro ver una pizza flotando. Gruñí y salí del local. Un momento... ¡Eso es! Me fui a la parte de detrás y me asomé por la ventana de la cocina. Utilicé mis poderes para, discretamente, robar una caja de pizza pequeña. Me costó un poco porque habían muchas personas pero lo logré. Me fui a un lugar apartado y comencé a devorármela. ¡Está deliciosa!

-Mami, ¡mira eso!-un niño apuntó en mi dirección. Mierda. Dejé rápidamente la pizza en la caja. Su madre miró hacia dónde el niño apuntaba.

-¿Qué ocurre, cielo?

-¡La pizza! ¡Estaba flotando!

-¿Qué dices? Eso es imposible. Ya te dije que dejes de inventar cosas.

-Pero...

-Ven, ya nos toca.-se lo llevó. Suspiré aliviada y me apresuré en terminármelo. Me puse de pie y seguí caminando. Ya me aburrí de hacer travesuras. Son divertidas pero ya fastidié mucho. Decidí retomar mi camino hacia el instituto. Me llevó una media hora pero llegué a tiempo. Aún faltaba un poco para que salieran. Me senté en el césped, bajo un árbol en la entrada del instituto. Miré el cielo y sonreí. Puede que antes me hubiera quejado de esto pero comenzaba a acostumbrarme y me estaba fascinando. No sabía porqué pero me estaba gustando ser... mala. No sentía remordimiento alguno por mis travesuras. ¿Es bueno o es malo? Cerré los ojos para reflexionar en eso. De todas formas no debo preocuparme. Sé que soy buena persona y que lo que hice fueron simples travesuras infantiles. Sonreí. Estoy ansiosa por contarle a Sarah sobre mi día.


Bueno, un pequeño capítulo para relatar el día de Riley siendo invisible. Es nostálgico escribir en este libro de nuevo, viendo que ya voy por el tercero jajaja No sé preocupen si ven actualizaciones, solo estoy haciendo edición en la gramática, la historia sigue siendo la misma

Los amo!! 💜🖤💜🖤

Sami

¡My Secret! [Completo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora