Más y más revelaciones (12)

3.7K 215 44
                                    

Sarah y yo organizamos una tarde de chicas en su casa. Aún no sé muy bien cuál fue el motivo de su reacción pero no me molesta pasar un rato con ella. Ya terminaron las clases, así que mejor me pongo en camino.

-¡Sherlock!

-¿Mmm?- Estaba caminando hacia la salida pero me frené al escuchar a alguien gritar.

-Soy yo, Watson. Tu fiel asistente.- Bromeó Drogo.

-Oh, hola querido.- le seguí la corriente. Rió por eso.

-¿Quisiera usted continuar con la investigación?- dijo haciendo una reverencia extraña lo cual me causó gracia.

-Lo siento, amigo mío, pero hoy tomaré el té con la señorita Osborne.-Puso mala cara.

-¿Por qué te cae bien? Después de lo que te hizo...- lo frené.

-Peter hizo lo mismo y se lo perdoné.

-Pero él lo hizo porque desconfió de ti, al igual que y...- se frenó.

-¿Al igual que tú? ¿Eso ibas a decir?-Agachó la cabeza.-Dijiste que no fuiste a clases porque tenías que hacer no sé qué cosa familiar.

-Fue... una media mentira. Sí, tenía que hacer algo de familia, hablar con Nicolae. Y sí, desconfié de ti. Tenías poderes y te acercaste a mí muy rápido. ¿Y si eras bruja? ¿Y si no era casualidad que te hayas acercado? ¡Desconfié!-suspiré.

-Está bien, ya... olvídalo.- Se genero un silencio un tanto incómodo que decidí romper.-Bueno... mejor me voy. Nos veremos mañana en su hogar, querido Watson.- volvió a sonreír.

-La esperaré con ansias, señorita Sherlock.- Le guiñé un ojo y salí de allí. Me subí en mi moto y fui a la dirección que me dio Sarah. Ella iba a pasar primero a comprar algo para comer, por lo cual me dijo que me adelantara. Llegué al edificio. Es muy bonito, un tanto antiguo pero bonito. No es la mejor zona de todas pero supongo que es lo que puede pagar una chica de su edad que vive sola. Unos minutos después llegó Sarah.

-¿Tardé mucho?- dijo cargada de bolsas. Le ayudé ya que se le estaban cayendo algunas.

-No, no.- le tranquilicé.

-Bien, entremos.- Sonrió.- Siento lo de las bolsas. Aproveché para comprar cosas que necesitaba.

-No te preocupes.-Nos metimos en el ascensor y subimos unos pocos pisos hasta su apartamento.

-Bienvenida a mi humilde morada.-dijo luego de abrir la puerta y dejarme pasar.

-Pues su humilde morada me parece muy acogedora, señorita Osborne.- Nos reímos.

-Siéntete cómo en casa. Voy a servir algo de tomar y de comer.-Le sonreí y me senté en el sofá. A los minutos volvió con una bandeja con comida y bebida. La ayudé a poner todo en la pequeña mesa.

-Y... ¿de qué querías hablar?

-Em... ¿quieres tomar algo?- Fruncí el ceño aún sonriendo.

-Claro.- dije pasándole mi vaso.- Y también quiero que me digas lo que tenías que decirme.

-Está bien.- Suspiró.- Seré directa. Sé que tienes poderes.-Cuando dijo eso, casi me atraganté con mi bebida. De hecho creo que salió por mi nariz.

-¿Qué dijiste?- tal vez escuché mal o lo interpreté de otra manera. Sí, es eso. Me limpié con una servilleta.

-Lo que oíste. También... tengo que confesarte otra cosa... yo...- Soltó una risa nerviosa.- Soy una bruja.-Bien... ¡Ahora sí me atraganté!

¡My Secret! [Completo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora