Capitulo 14

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Hoy era el día en el que salía Jade y yo tenía todo fríamente calculado.

Su casa la había mandado a limpiar y le pedí a Leigh y a Karl que me ayudaran a inspeccionar todo, no podía estar más emocionada al respecto.

Llegué temprano y Jade ya estaba cambiada con una sonrisa decorándole el rostro, me acerqué y le besé en las mejillas. En el hospital le habían dado algunas terapias y gracias a eso caminaba bien, me atrevería a decir que perfecto, pero en realidad no era así.

Cuando llegamos, Karl Leigh y algunos de sus anteriores compañeros le tenían un lindo cartel de bienvenida y un pastel al frente, yo estaba feliz porque ella estaba feliz, hablamos por un largo rato todos y luego tendrían que volver cada uno a su trabajo.

-¡Que te mejores!- Dijeron todos casi en coro, ella sonrió, luego Karl se acercó y le dio un fuerte abrazo para luego hacer lo mismo conmigo

-Cuídala como si fuera tu vida- Me susurró

-Ella es mi vida- Dije al instante.

La veía de lejos y Jade leía el cartel, esta vez seria y ahí noté algo que había ignorado, luego del accidente no le volví a ver la mirada triste después del primer día, siempre sonrisas, o al menos cuando estaba junto a mí era así, me preocupaba el hecho de que cuando estuviera a solas esos gestos fuesen inexistentes.

-Hey- Le dije mientras me sentaba a su lado, ella se acurrucó a mí y yo le besé la coronilla de la cabeza, quería preguntarle pero no encontraba forma sin que se alterara- ¿Por qué siempre te veo con una sonrisa, Jadey?- Casi al instante me arrepentí, me miró confundida pero luego entendió la pregunta y se volvió a acurrucar

-Porque estoy feliz ¿Por qué estar triste?

-Porque debió ser duro para ti, debe ser duro para ti- Añadí mientras mis dedos subían y bajaban por su brazo

-Cuando choqué con el árbol luego de una maldita curva- Comenzó- mientras intentaba salir en verdad solo esperaba volverlos a ver- Su tonalidad era constante, calmada, dulce- Las heridas dolían, pero supongo que el deseo era más fuerte, no puedo dejar de sonreír porque te amo y créeme que eras una de las personas que más deseaba volver a ver, Perrie, poder tener la oportunidad de besar tus labios, ver tus ojos- Rió y continuó- Hay muchas cosas más fuertes que las heridas, cariño, mi amor por ti es más fuerte que eso- Yo no me creía lo que ella me decía, nunca había sido tan abierta conmigo- Sé que es muy cursi pero es la realidad, tú me haces sonreír. No te preocupes, sé que todo lo que te he dicho también es correspondido- Me sonrió y rozó mis labios

-Conmigo no debes fingir- Le susurré – No llores sola, llora en mi pecho, no te escondas, Jade

-Que cursi que te has puesto, Pez- Me interrumpió entre risas- Sé que no me debo ocultar, es posible que me conozcas más de lo que me conozco a mí misma- Yo reí

-Te amo- Susurré

-Te amo- Me respondió

Y nos quedamos lo que quedaba de la mañana viendo programas al azar.

¿Sus pesadillas volverían? El hecho de que tuviera que afrontarlas sola me asustaba más, recordé lo que nos había dicho Karl de vivir juntos pero no sé si ella quisiera, por mi parte no habría ningún problema y a pesar de que muchos la consideraban como mi novia en realidad yo no se lo había pedido de manera formal. Estos seis meses nos habíamos tomado la tarea de querernos y dedicarnos la una a la otra, por mi parte siempre hubo fidelidad y al parecer por la suya también, siempre ha demostrado enfocarse en las cosas y poder hacer sentir a una persona correspondida. Nuestro absurdo juego de ser amigas con derechos había aumentado el amor que nos sentíamos mutuamente.

Amantes en práctica, Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora