Capitulo final

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Primero agradecerles por el apoyo qué le han dado a esta historia, en verdad han sido increíbles. Ya hemos llegado al final y me alegra haber llegado hasta aquí, han pasado muchas cosas en la historia y les ha gustado, eso me hace muy feliz. 

Gracias por leer, seguiré haciendo historias, seguiré dándole material.

Disfruten el capitulo, siempre es un placer.

No olviden pasarse por mis otras historias <3

Paula 

Tenía que decírselo.

Sin Perrie no podría haber dado aquel paso de superación.

Ella ahora parte de mí.

El alivio que sentí cuando sus cálidos ojos azules me transmitieron la seguridad que necesitaba en esa noche lluviosa era más de lo que le pedía.

Me volteé y me encontré con ese rostro tan pacifico al dormir, tan perfecto, tan irreal.

Sentía la calidez desnuda de Perrie contra mi espalda, y yo quería sentirla precisamente a ella ahora, necesitaba tomarla completa. Me escabullí entre sus brazos y me metí entre sus piernas, las abrí con cuidado y sonreí al ver su humedad. Sin más preámbulo me alimenté de sus sabores, lo cual la hizo despertarse de repente alterada y asustada viéndome, iba a hablar pero un gemido ronco la hizo volverse a tirar contra la almohada y retorcerse entre las sabanas.

-¡Jade!- Gimió

Mi mano viajó hasta su pecho y lo apretó y jugó con él, esta mujer me dominaba incluso cuando yo estaba entre sus piernas; su mirada azulada no se despegaba de la mía, gimiendo y jadeando. Yo me separé haciéndola gemir más fuerte, mis dedos ocuparon el lugar en el que antes estaba mi boca y la acariciaron en puntos específicos que la hacían estremecer.

Conocía a esta mujer, sus puntos, su cuerpo, la manejaba a mi parecer y ella se sentía satisfecha con eso. Mis dedos se introdujeron en ella y yo para callar su insaciable grito junté nuestras bocas haciéndola gemir nuevamente al saborear su propia esencia. Metí mi lengua y busqué la de ella y el sabor se juntó entre nosotras dos, era sumamente embriagante, una combinación lujuriosa increíble.

-Me matarás- Susurró en mi oído mordiéndolo un poco y rasguñando mi espalda

-Si tan solo supieses lo mucho que yo necesito de ti- Susurré volviendo a bajar a sus pechos- Necesito verte, tocarte- Mordí un pezón y ella gritó- Escucharte- Sonreí y ella tiró de mi cabello

Días después:

Hoy...

Era hoy...

Me desperté y miré un punto fijo... era el día.

Palpé la cama y no había nadie a mi lado, claro, Perrie y yo decidimos dormir separadas dos días antes de la boda, ella era muy creyente de los dichos de ancianos y uno de ellos era que la pareja no se podía ver un día antes de la boda.

Suspiré, por la cortina se colaban algunos rayos del sol y decoraban mi vestido con suaves destellos, sonreí, no pude evitarlo. Por fin iba a casarme con la mujer que amaba, la mujer que era dueña de las mejores experiencias de mi vida.

-¡Buenos días!- Gritó Leigh casi tirando la puerta, yo le sonreí- ¡Es el día, Jadey!- Dijo lanzándose a mi cuerpo y abrazándome

-Buenos días, para ti también- Ella me miró y aparté algunos cabellos que se le escapaban de su descuidado moño

-Levántate, ya las chicas vienen- Dijo Leigh abriendo las ventanas haciendo arder mis ojos

-¿Chicas?- Pregunté

Amantes en práctica, Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora