Capitulo 15

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Un cuerpo estaba incorporado al mío y podía sentir el calor de su presencia

-¡Hermana, Feliz cumpleaños!- Gritó Karl entrando a la habitación, Perrie se asustó y luego maldijo la interrupción tan brusca de mi hermano, el cual se lanzó a mí causando que me doliera una herida que aún no cicatrizaba con totalidad en mi brazo, hice una mueca de dolor pero sonreí al instante

-Gracias- Respondí con una sonrisa

-Vale, lo siento- Dijo cuando vio a la chica de los ojos azules- Ya me voy- Salió y yo me seguía preguntando como había entrado pero no quería pensar demasiado en eso.

-Feliz cumpleaños, princesa mía- Me susurró la rubia luego de que nos volviéramos a acostar

-Gracias- Respondí besando sus mejillas

Luego de dormir un rato ambas nos levantamos y nos alistamos para ir al hospital, Mark había insistido que fuéramos y se hacía imposible decirle que no a una persona que te lo había dado todo. Al llegar había una mesa con un pastel, globos y una sencilla pero muy linda decoración

-¡Feliz cumpleaños!- Gritaron todos, yo me sobresalté y les sonreí, se acercaron a abrazarme, junto con unos niños que también habían asistido, los salude a todos y les agradecí. Mark aún no aparecía pero no hice caso, me senté y compartí con los presentes, alrededor de media hora duro nuestra charla para que todos se fueran a trabajar.

-Hey, Jadey, Mark quiere verte en su oficina- Dijo Leigh con amabilidad, yo miré a Perrie y ella afirmó con la cabeza.

Me fui a su lugar de trabajo y estaba revisando unos papeles, alzó la vista y me vio, al instante una sonrisa se dibujó en sus labios, se acercó y me abrazó, nos sentamos y observé un momento como acumulaba los papeles

-¿Qué tal tú día?- Preguntó con amabilidad

-Bien ¿Qué tal el tuyo, qué son esos papeles?- Pregunté curiosa

-Pues estos papeles mi querida hija, es tu regalo de cumpleaños- Me los pasó y los leí con cuidado y confusión, era un seguro de vida y unas escrituras, las del hospital, tenía el nombre de Perrie y el mío ahí

-¿De qué va esto?- Pregunté aún más confundida

El rio y me los recibió de nuevo- Yo no duraré toda la vida, necesito dejarle todo lo que hice a alguien, y a quién mejor que a mis hijas ¿No te parece?-

Yo conteniendo las lágrimas lo abracé pero en realidad no pude hacerlo, ya tenía mis mejillas mojadas, en verdad era algo significativo para mí, Mark se la había pasado más de la mitad de su vida luchando por este hospital y me lo dejaría a mí, para honrar su legado, algo que antes miraba con ilusión.

Por otra parte me preocupé, cuando mi abuela murió, meses antes de que su enfermedad se diera a conocer hizo lo mismo con sus bienes, trasladarlos, me dio un escalofrío en pensar en la posibilidad de que lo mismo pasara con él.

Salí de la oficina consumiéndome la duda y la preocupación, Perrie lo notó- ¿No te gustó la noticia?- Preguntó, buscando mis ojos, yo me dirigí a ella y le sonreí forzadamente, logré evitarle el tema y fui por agua, ya era hora de mis pastillas, me encontré a Jed, no lo había visto hace días, me abrazó al instante de verme y yo le besé las mejillas

-¡Feliz cumpleaños!- Dijo aun abrazándome, a mí me hacía feliz verlo, el transmitía un buen ambiente

-Gracias- Susurré, hablamos un rato al lado del filtro de agua y me sentí bien, todo se había olvidado por unos minutos-¿Mark ha estado bien de salud?- Pregunté de repente, me miró confundido y yo le di la seguridad de que le había preguntado tal cosa

Amantes en práctica, Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora