-Estoy cansada de eventos sociales- Le dije a Mark dejándome caer en el sofá de mi sala
-Ya no habrán más, lo prometo- Alzó su mano derecha como símbolo de promesa y se rio
-Tío- Dijo Karl recién levantado como saludo- ¿Cómo te va?- Estrecharon sus manos y se dieron un abrazo.
Yo jugaba con mi taza de café mientras hablábamos de la mudanza, antes de mudarnos nosotros mismos le haríamos mantenimiento a la casa, o bueno, lo que estuviera en nuestras manos, las cuestiones eléctricas e hidráulicas las habían solucionado en los últimos días. Luego de desayunar y cambiarnos tomamos una camioneta prestada a un amigo de mi hermano. Pasamos por Harry, Leigh y Jed para ir a pintar la casa nosotros mismos
-Pues han sabido elegir bien- Admitió Harry mientras bajaba de la camioneta, yo me reí
-Mejor baja los tarros de pintura, cariño- El rizado gruñó para luego obedecer
Mi acompañante de manera inteligente había traído un equipo de sonido, el cual instalamos en la planta baja de la casa
-Vale, dividámonos- Dijo mi hermano reuniéndonos a todos en el centro de la casa- Leigh y yo pintamos las habitaciones de arriba, hermanita te toca la sala con Harry, y mi amigo Jed... la cocina es tuya.
Todos asentimos y cada uno tomó un tarro de pintura blanca junto con rodillos. Pusimos papel periódico sobre el piso de madera, subí un poco mis mangas y me amarré el cabello. La música sonaba en toda la casa y se sentía muy bien, era divertido pintar mientras mis caderas con lentitud se movían de un lado a otro
-She will be loved- Tarareaba Styles mientras pintaba, yo solté una risita y él se apenó, pero yo también canté y terminamos cantando toda la canción juntos.
-Déjeme decirle, General, nunca esperé oírlo cantar She will be loved- volvió a reír y yo le correspondí. Su cadera golpeaba la mía en ocasiones debido a sus movimientos y así pasamos hasta terminar la habitación.
-Hey, vamos por algo de comer, no se preocupen, le traeremos- Dijo mi hermano delante de Leigh y Jed, supongo que ellos acompañarían, ambos asentimos y pasamos al comedor que también debíamos pintarlo
-Sabes que si no quieres o estás cansada podemos sentarnos un rato ¿Cierto?- Yo asentí, y moví el tarro de pintura con cuidado, tomé un rodillo, que Harry me arrebató, yo le sonreí e intenté quitárselo pero él lo escondió tras su espalda
-¡Dámelo!- Dije en medio de risas, el mojó su dedo con pintura y lo puso en mi mejilla
-Te queda bien el blanco, cariño- Yo le pegué en el hombro y él siguió pintándome la cara y los brazos yo hice lo mismo y terminamos riendo.
-¡Que necio que eres!– Le dije entre carcajadas.
-La pintura era a la pared muchachos- Dijo Karl con una caja en sus manos
Nosotros nos disculpamos y nos sentamos todos en la terraza a comer.
-Podría quedarme aquí todo el día- Dijo Jed tirándose al piso mirando el cielo
-Lo harás, mi amigo- Le dije riendo, él me dio una sonrisa sarcástica y yo me reí más. Los vi a todos sentados y relajados y en verdad quería guardar esa imagen en mi memoria, todos así, compartiendo y pasándola bien entre risas y más.
Nos levantamos y volvimos a las habitaciones que teníamos asignadas y volví a acomodar la blusa ya manchada con blanco.
-Deberías quitarte la blusa, se seguirá manchando- Me guiñó el ojo y yo se los puse en blanco, me volteé y seguí pintando.- Bailemos- Me propuso quitándome el rodillo nuevamente, yo se lo intenté quitar pero terminé bailando con él