Había pagado por aquel helado, el cual, no había tenido la oportunidad de degustar demasiado. Caminaba de manera rápida por una de las aceras, no podía pensar adecuadamente en si aquello que estaba a punto de hacer sería lo correcto, después de todo, habían transcurrido varios días desde que había visto a Hong JiSoo por última vez.
Desesperado miraba de derecha a izquierda, buscando por algún taxi que no se encontrara ocupado como para atender a su pedido. Había logrado detener a uno, abordando inmediatamente uno de los asientos traseros.
-¿Hacia dónde se dirige? -Preguntaba el hombre mayor al volante.
-¿Podría dejarme en la tienda de conveniencia más cercana al Hospital Regional de Seúl? -Preguntaba el chino de manera simple, a lo que el hombre asintió sin más.
Los latidos del corazón del pelinegro estaban descontrolados, no había manera de negarlo. Sus manos temblaban, no podía mantener la vista fija en ningún lugar, incluso comenzaba a sudar frío.
Choi SeungCheol le había mencionado que no había sido nada grave... ¿Pero de qué podía entonces tratarse aquello que mantenía a Joshua en el hospital? Porque después de todo, no había sabido nada de él desde hacía casi un mes entero, después de aquella dolorosa despedida que aún tanto le lastimaba recordar.Era cierto, después de aquella tarde de fría lluvia acompañada de lágrimas, JunHui había negado de una manera rotunda el volver a ver a aquel americano, porque "él también tenía dignidad", era lo que había pensado en aquel momento de locura. Recordaba con claridad los continuos mensajes de texto que había recibido por parte de él; Joshua le pedía que aceptara verlo, que quería explicarle qué era lo que había sucedido, que nada era de la manera en que Jun lo había pensado, pero no podía acceder, simplemente no... Ahora, la pregunta que había rondado en su pequeña mente por tanto tiempo había sido siempre la misma: ¿Estaba bien lo que había hecho aquella vez, y por consiguiente, la decisión que con ello, había tomado? Irse de Seúl, volver a Hong Kong... MingHao y Jia Li no se lo habían tomado bien; "¿Qué pensabas tomando una alternativa como esa? ¡Ni siquiera nos has consultado!" Le habían gritado aquella tarde cuando Wen les había informado que pronto, ya no estaría más con ellos.
-Aquí estamos, muchacho -Avisaba el conductor de aquel vehículo que había transportado a Jun hasta aquella pequeña tienda.
-Ah... Claro, claro, gracias -Decía este de manera despistada, mientras pagaba el dinero correspondiente al propietario del taxi.
El hombre se había retirado sin más; Jun se había dispuesto a entrar a aquel local, pues, a pesar de todo, le parecía incorrecto acudir al hospital con las manos vacías. Quería llevar algunas bebidas y barras energéticas a los otros chicos, pues estaba casi seguro que cada uno de ellos se encontraría ahí al llegar él.
Había ido directamente hacia las neveras que mantenían frías todas las botellas que contenían jugos, refrescos y agua, mientras, con cuidado, tomaba algunos cuantos envases de diferentes productos, y, cuando estuvo a punto de elegir la última se detuvo.
-¿Y si la razón de que esté en el hospital es algún problema con su garganta? -Se dijo a sí mismo en voz baja -Jun, deja de ser tan tonto, piénsalo bien... ¿Qué harías sí un error así lo empeora? -Se regañó mentalmente, para después, elegir una bebida vitaminada a temperatura ambiente y, entonces, disponerse a pagar.
-Gracias por su compra -Mencionaba la señorita detrás del mostrador de manera indiferente, mientras entregaba al chino su ticket de compra junto a un par de monedas.
JunHui había colocado el cambio de manera rápida en uno de los bolsillos de la chaqueta que llevaba en aquel momento, ahora el momento de la verdad estaría a punto de llegar. El hospital estaba a tan sólo un par de cuadras a partir de aquella tienda, intentaba tranquilizarse, pensar en que seguro todo estaría bien, y sobre todo, que sucedería lo que tuviera que suceder.
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×insane feeling× // junshua (editando)
Hayran Kurgu×"-Sé que te gusta -Comenzó el chino -Sé que Kim MinGyu te gusta -El pelinegro veía fijamente al americano esperando por alguna clase de respuesta, mientras que, muy en el fondo, temía que las palabras del otro fueran afirmativas. Joshua -que era re...