¿He dicho ya que mi padre es un hombre muy sabio?
Bueno, pues lo es. Y dentro de los consejos que me ha dado hay uno muy cierto: no tomes dos grandes decisiones juntas. O su variante: no tomes una gran decisión cuando estás en proceso de tomar otra decisión. Aunque no lo crean es un buen consejo. Las grandes decisiones merecen la exclusividad de tu tiempo, si te las tomas a la ligera te confundes y probablemente ninguna termine siendo una buena decisión.
En mi caso todo salió bien, lo cual solo demuestra que mi padre es un charlatán de primera… no, no era el punto al que quería llegar ¿De qué estaba hablando yo?
—Ibas a contarnos de la boda de tu hermana—dice Magda sentada frente a mí en el aeropuerto.
—¿Ya llegamos a esa parte?
—Lo dices como si lo hubieses dicho todo muy rápido, llevas casi cuarenta y cinco minutos hablando—dice Moira ofuscada—¿Pasó algo entre tú y Camila o no?
—Estoy llegando a eso.
—Apúrate que me aburres.
—Discúlpame por tratar de ser fiel a la historia mocosa—ella rueda los ojos y regresa su atención al teléfono ¿Desde cuándo las generaciones salen tan insolentes?
—No vas a creer esto pero, tengo cincuenta me gusta por tu foto, y un mensaje privado.
—Ustedes las HLI son todas muy locas—mascullo entre asustado y molesto—¿Qué dice el mensaje?
—Es un mensaje privado, significa que es para mí… lo leeré más tarde.
—Lo que quieras… ¿Puedo ir al baño?
—No…—dicen ambas al unísono—termina la historia.
—Pero es que… mi próstata…
—No—vuelven a coordinarse con la negativa—termina la historia.
—De acuerdo. Mi hermana y su boda…
Para ser honesto, no había vuelto a pensar en detener la boda de mi hermana. Fue un lapsus que sufrí cuando recién me enteré, una oleada de locura temporal, luego se me pasó, y casi que lo superé. No estaba en mis planes hacerlo, por lo menos hasta que a mi hermana se le ocurrió tener un quiebre nervioso por dos horas y luego salir cantando del baño como si nada hubiese pasado. Sabía de antemano que mi hermana estaba loca, pero con lo sucedido recientemente tenía pruebas con las cuales apoyar el diagnóstico.
Según ella eran cosas del embarazo, que era normal sentir nervios antes de casarse y que el general de las novias sentían miedo antes de contraer matrimonio.
Yo por mi parte quedé más que impresionado. Porque no todos los días ves a tu hermana deshacerse en lágrimas para luego salir tan campante y tranquila como si nada hubiese sucedido. A la mierda las hormonas, lo que le pasaba era fuerte, mucho muy fuerte.
Intenté sacárselo por las buenas, y los días que le siguieron al incidente le pregunté un millón de veces si estaba segura de casarse. Todas y cada una de las veces respondió que sí.
No puse en duda que amara a Alex—sorprendente, lo sé—sino que comencé a pensar que algo más la estaba afectando, algo más que dos niñas inquietas pateándola y una bomba de hormonas agobiándola. No diré que mi hermana es una persona equilibrada, pero tampoco es de las que se derrumban llorando por horas.
Al final terminó por hartarse y el día antes de la boda se fue a casa de mis padres con Alex, la boda se celebraría ahí así que en términos de eficiencia era una buena decisión.
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La casa de puertas rojas
RomanceTengo un par de problemas últimamente ¿Dije últimamente? Quise decir toda mi vida. Partiendo por el hecho que a estas alturas la única persona que me escucha es una anciana que acabo de conocer en la sala de embarque del aeropuerto, seguido de que m...