♣ Capítulo 2: Los fantasmas de Scrooge

8.9K 541 116
                                    

No creo que haya alguien que no haya visto los fantasmas de Scrooge, o sea, es como el comodín favorito para todas las navidades en los canales nacionales, no se que pensaran los encargados de programación pero no hay víspera que no la pase viendo alguna de las millones interpretaciones de aquel cuento de Dickens… pero solo por si acaso haré un resumen. Se trata de un tipo, que es básicamente el peor mal nacido de la tierra, al cual una navidad lo visitan tres espíritus—el de la navidad pasada, el de la presente y el de la futura—los susodichos le sacan en cara que es un mal nacido y que si sigue así se quedara solo y morirá sin que nadie lo note.

Bueno, no creo que me crean pero esa historia está basada en el cumpleaños de mi hermana, le cambiaron un par de detalles para hacerla más comercial, pero debió haberse llamado “Los fantasmas de Gabriel Vernetti”, un mal nacido al cual durante el cumpleaños de su hermana tres espíritus bastante terrenales llegaron para atormentarlo ¡En serio! Me pagan una libra esterlina cada vez que alguien la pasa por el cable…

—Hoy la vi—dije con tono melancólico mientras miraba por la ventana el paisaje entre campo y cuidad. Miky solo sacó los ojos un segundo de la carretera para mirarme y luego retomar la concentración en la ruta.

—¿A quien?

—Camila

Hicimos un silencio incómodo. El tema “Camila” era siempre controversial entre nosotros, ellos eran amigos y cada vez que terminábamos discutiendo la “situación” la conclusión era que todo fue mi culpa. No lo niego, pero cuando te lo repiten millones de veces cansa ¿Qué quería que hiciera? ¿Qué sacara la maquina del tiempo que siempre llevo en el bolsillo y cambiara el pasado? Si ese fuera el caso la hubiera usado ya para cosas más importantes como salvar a Kurt Cobain, evitar que se hundiera el Titanic o vacacionar en Dubai antes de que se volviera un lugar caro.

Por esa y otras razones solíamos evitar aquel tema a toda costa, siempre terminaba en pelea y yo siempre terminaba molesto conmigo mismo.

—¿Y que tal?

—No fue lo que yo esperaba

—¿No? ¿Qué esperabas?

—Esperaba que me tirara algo por la cabeza, que gritara, algo, pero solo me miró como si no me conociera.

—Bueno, es comprensible mal que mal tú…

—¡Ya lo se Miky! Soy una mala, mala, mala persona. Aun así esperaba más pirotecnia.

—¡Oh! Bueno, perdónala por no llevar fuegos artificiales a su reencuentro, probablemente su equipo de producción se tomó el día libre.

—Cállate mariposa.

Volvimos a la monotonía del silencio con mi último comentario, era mejor así, callados. Miky había salido tarde de su turno y me llamó para ver si necesitaba un aventón hasta el cumpleaños de Lena. Fingí un comportamiento normal y no le dije de mis verdaderas intenciones, probablemente él estaba del lado de Alex y no me hubiese llevado si se enteraba que mi motivación era detener el compromiso. Miky era otro de los Shomali traidores, no se había revolcado con mi hermana, pero me ocultó información, no estaba tan molesto con él pero eso no significaba que me sintiera contento con su actitud.

—¿Conversaron?

—¿Quiénes?

—Tú y Camila ¿Quién más?

—No, solo nos vimos, cruzamos una mirada y después desapareció. Fue extraño, ha pasado año y medio desde la última vez que la vi, ha cambiado mucho.

—Sí, luego del… “incidente”—dijo haciendo comillas con sus dedos—maduró mucho. Los dos lo hicieron.

—¿Qué tratas de insinuar Miky?

La casa de puertas rojasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora