CAPITULO 26

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PDV. LOUIS

Según llegué a casa me tiré en la cama, sonriendo como un idiota. Ese momento con Harry fue el mas íntimo que habíamos tenido, y me encantó.

No podía quitarme la imagen de la cabeza. Él besando cada parte de mí, tratándome como si fuese de porcelana pero a la vez dispuesto a romperme en mil pedazos.

Estaba empezando a querer a Harry, y no me importaba confesarlo. Me sentía bien con él.

Cada día tenía mas ganas de estar con él, porque sabía hacerme feliz con su sola presencia.

Me dirigí al armario y saqué el traje que me regaló mamá por mi cumpleaños.

Según empecé a cambiarme recibí un mensaje. Cogí el teléfono y lo abrí, leyéndolo.

Harry: Ya quiero verte.

Sonreí, respondiéndole.

Yo: yo tambien.

Harry: pasa una bonita noche xx.

Yo: igualmente Harry.

Suspiré, negando con la cabeza y sonriendo. Este chico definitivamente acabaría conmigo.

***

Llegué al restaurante en busca de mis padres, los cuales estaban charlando con los señores Fitcher.

- Siento el retraso- dije, llamando la atención de todos los presentes.

- Siéntate- dijo mi padre, serio. Saludé a los señores Fitcher y me senté al lado de Andy, el cual me sonrió.

- ¿Mucho atasco?- susurró sonriendo.

Asentí, colocándome la servilleta en mis muslos.

Bebí de la copa de Champan, intentando integrarme en la conversación.

- Marcus nos ha propuesto cenar mañana con ellos- dijo mamá mirándome.

- Pero mañana es Noche Vieja- respondí, sin entender.

- No supone ningún problema- me dijo el señor Marcus, sonriendo- ya tuvimos bastante con aguantar a la familia en Noche Buena- bromeó, haciendo que todos los de la mesa riesen.

- Espero que no tengas planes, y si los tienes, cancélalos- susurró mamá.

- No tengo ningún plan- respondí, sin mirarla.

- Perfecto- dijo mi padre, volviendo a hablar con Marcus.

- Será divertido- dijo Andy, mirándome.

- Seguro- susurré.

- Después de cenar podríamos ir a dar una vuelta y dejar a nuestros padres con sus asuntos.

Mira, en eso estaba de acuerdo.

- Me parece genial- dije sonriéndole.

Mi padre nos miró mientras bebía de su copa, sonriendo.

***

Cuando terminamos de comer nuestros padres pidieron unas copas. Si yo ya estaba medio mareado con tres copas de Champan imagínate con otra cosa diferente.

- ¿Estás bien? Estás muy rojo- dijo Andy, aguantándose la risa.

- No estoy acostumbrado a beber- dije, aflojándome el nudo de la corbata.

- James, tienes que llevar a tu hijo más a menudo a tomar alguna que otra copa- dijo Marcus, riendo.

- Definitivamente- respondió mi padre, sorbiendo de su copa.

- Louis y yo vamos a dar una vuelta, si no supone un problema- dijo Andy mirando a su padre.

- Por supuesto que no- respondió la madre de Andy, sonriendo.

Nos levantamos de la mesa, despidiéndonos.

- Necesitaba un poco de aire- digo, tropezándome. Andy me sostuvo, riendo.

- Anda pasa tu brazo por mi cintura o en cualquier momento te dejarás los dientes en la acera.

Asentí, haciéndole caso.

- Mi primera borrachera fue a los 16 años. Realmente hice el ridículo- dice sonriendo.

- ¿Qué hiciste?

- Me subí a una mesa y me puse a cantar al ritmo de Rihanna.

Abrí los ojos, estallando a carcajadas.

- Me estás vacilando- dije, todavía riendo.

- Créeme que no. Tuvieron que venir mis padres a buscarme, fue bochornoso. Me castigaron sin salir un mes, y después vomité el traje de mi madre.

No pude creer lo que estaba oyendo. Volví a reír, agarrándome a Andy, ya que entre las risas y mi mareo probablemente acabaría en el suelo.

- ¿Louis?- dijeron a mis espaldas. Paré de reír, reconociendo esa voz.

Me giré, encontrándome con el semblante serio de Harry.

PDV. HARRY

Josh me envío un mensaje diciéndome si cenábamos juntos, ya que se iba una semana con su novia a su pueblo y quería despedirse.

Fuimos a una pizzería y luego a tomar unos tragos, y ya de paso aproveché para hablarle de Louis. En un principio se quedó algo sorprendido, ya que por mi descripción de Louis no me pegaba en lo absoluto. Y en parte era verdad en el sentido de que yo jamás me fijaría en un chico como él, pero ya ves, la vida da muchas vueltas. Y al fin y al cabo Louis no era como toda esa gente, no para mí.

De camino a casa divisé una figura conocida. Caminé mas rápido, reconociéndole enseguida. Louis.

Estaba riéndose como un loco abrazado a un chico con traje, el cual también reía y mantenía su mano en la espalda baja de Louis, mirándole con cara de idiota. Fruncí el ceño, acercándome a ellos.

- ¿Louis?- dije, a lo que éste dejó de reír, volteándose.

- Harry- susurró. ¿Estaba borracho?

- ¿Te encuentras bien?- dije, frunciendo el ceño.

- Está un poco mareado. El chico no sabe beber- dijo el otro, riendo. Le miré, serio, y luego volví mi mirada de nuevo a Louis.

- Así que divirtiéndote eh- dije sonriendo, cruzándome de brazos.

- N-No- respondió, sin soltarse del chico, cosa que me estaba poniendo nervioso.

- ¿Tú quien eres?- pregunté, demasiado brusco, a lo que el chico se puso serio.

- Soy Andy, un amigo de Louis. ¿Y tú?

- Otro amigo- dije mirando al Louis, el cual miraba al suelo- bueno, disfruta de la reunión de tu padre- dije, alejándome de ellos.

- Ha-Harry espera- dijo Louis, pero no me volteé.

- Louis, cuidado- dijo el otro, de seguro agarrándole más, si eso era posible.

Crucé la calle, buscando mi coche.

No me esperaba para nada que Louis me mintiese de esa manera. No pasa nada si quiere salir con ese tío pijo a emborracharse con bebidas costosas, pero eso de tomarme por idiota no lo iba a consentir.

Se les veía felices, sin problemas. Encajaban a la perfección, y creo que eso es lo que peor me sentó. Louis al fin y al cabo era como él, y eso estaba por encima de mí y todo lo que yo pudiese ofrecerle.

Me metí en el coche, dando un portazo. Suspiré, apoyando la cabeza en el respaldo del asiento, cerrando los ojos.

Y cuando quise darme cuenta ya tenía los ojos vidriosos.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora