CAPITULO 23

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PDV. HARRY

Hoy tenía que ir a la galería a entregar un pedido a una señora.

Me di una ducha rápida y me puse unos vaqueros negros y una camisa.

Desayuné un café y una manzana, despidiéndome de mi hermana y emprendiendo camino a la galería.

- ¡Buenos días!- saludé a todos los que estaban, recibiendo la misma respuesta.

Me encaminé a mi estudio a por el cuadro, sacándolo al mostrador y esperando a la llegada de la señora.

- Buenos días Harold- dijo mi tío, quitándose la chaqueta- has llegado pronto.

- Quería saber quién llevaba el tema de la exposición de fotografía.

- ¿Vas a apuntarte?- preguntó, poniéndose las gafas y leyendo unos papeles.

- No. Pero un amigo quería.

Mi tío sacó un papel de su carpeta, dejándolo en el mostrador.

- De momento solo se han apuntado tres personas. Así que hay plazas de sobra.

- Perfecto- dije cogiendo un bolígrafo y apuntando el nombre completo de Louis.

- Louis William Tomlinson- leyó mi tío, frunciendo el ceño- Tomlinson. ¿Sigues viendo a ese chico?

- Sí.

- Sabes a lo que te estás exponiendo, ¿verdad?

- No me estoy exponiendo a nada. Louis es un chico normal como yo.

- Eso es lo que crees. Mira Harry- dijo poniéndose frente a mí- sus padres no permitirían que él y tú estuviéseis juntos. Porque Louis pertenece a una clase social diferente.

- Ya estamos con la clase social…- dije, rodando los ojos.

- Harry, solo te estoy advirtiendo. Sois mayorcitos para saber lo que hacéis. Pero estoy puede acabar mal.

- Muchas gracias por la advertencia y el ánimo- dije cínicamente, rodando los ojos.

Mi tío negó con la cabeza, dirigiéndose a su despacho.

A los pocos minutos sonó la puerta, indicándome que la señora ya estaba aquí. Salí del mostrador con el cuadro en mi mano.

- Buenos días, señora.

- Buenos días chico- dijo estrechando mi mano.

- ¿Le guardo el cuadro en el coche?

- Ya lo hace mi chofer- respondió, a lo que el hombre que estaba detrás de ella cargó el cuadro y lo llevó al coche.

- Aquí tiene el dinero- dijo entregándome el cheque.

- Muchas gracias- le sonreí- espero que el cuadro sea agrado de su hija.

La mujer asintió, despidiéndose y saliendo de la galería. Guardé el cheque y me fui a por mi chaqueta, de camino al banco.

PDV. LOUIS

Harry había insistido en venir a buscarme, así que quedamos abajo, como siempre.

Iba a llevarme a un sitio que no quiso decirme, y estaba realmente ansioso.

- Louis- me llamó mi madre antes de que saliese de casa- ¿Dónde vas?

- A hacer fotos.

- ¿Fotos?- preguntó, extrañada.

- Sí, con la cámara- dije mostrándole la bolsa.

- ¿De dónde has sacado una cámara?- dijo cruzándose de brazos.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora