PDV. HARRY
Estuve toda la noche en el calabozo.
Tuve derecho a una llamada, así que sin pensarlo marqué a mi tío, el cual se quedó anonadado cuando le dije donde estaba.
- Chico- dijo un guardia, llamando mi atención- han venido a buscarte.
Me levanté, saliendo de la celda y viendo a mi tío junto con Gemma.
Mi hermana se abalanzó a abrazarme, mientras mi tío firmaba unos papeles.
- ¿Qué ha pasado?- me preguntó, entregándome mi abrigo.
- Luego te cuento.
Mi tío salió sin decir nada, a lo que mi hermana y yo le seguimos.
El camino hacia el apartamento fue silencioso. Deducía que mi tío estaba echo una furia, ya que ni siquiera me miró.
Al llegar al apartamento subió con nosotros.
- ¡Me puedes explicar qué te pasa en la cabeza!- exclamó, sobresaltando a Gemma.
- Ese tío besó a Louis en mi ca-
- ¡Y por eso ya tienes que romperle la nariz!- dijo, sorprendiéndome- ¡Sí, le has roto la nariz y fracturado dos costillas Harry! ¡Puede denunciarte!
- Él se lo ha buscado- contesté, recibiendo una mirada de mi tío.
- Que te quede claro una cosa, no pienso involucrarme mas en tus mierdas- dijo, saliendo del apartamento, dando un portazo.
Mi hermana estaba sollozando, y yo solo me quedé quieto, mirando hacia la puerta.
- T-Todo se solucionará- murmuró mi hermana, abrazándome.
- Esta vez la he cagado, Gemma- dije, correspondiendo a su abrazo.
- Se solucionará- repitió, besando mi mejilla.
PDV. LOUIS
Me dirigí temprano hacia el hospital, ya que quería ver cómo estaba Andy.
Ayer fue la gota que colmó el vaso. No iba a permitir que Harry se comportase como una bestia.
Me daba igual lo que Andy hizo, no es motivo para dar una paliza a nadie.
- Buenos días, ¿Qué desea?- preguntó la recepcionista, sonriéndome.
- Buenos días. Quisiera ver a Andy Fitcher.
La chica asintió, tecleando algo en el ordenador.
- Segunda planta, habitación 2ª- respondió.
Asentí, agradeciéndole y subiendo.
Divisé a sus padres hablando con el doctor, así que me acerqué, llamando su atención.
- Hola Louis- dijo el señor Fitcher, estrechando mi mano.
- ¿Cómo está?- pregunté.
- Tiene dos costillas fracturadas y la nariz rota- respondió su madre, con lagrimas en los ojos.
- Los antibióticos están haciendo efecto. Esta tarde pasará a quirófano. Ahora necesita descansar- añadió el doctor mirando a sus padres.
- ¿No puede recibir visitas?- pregunté mirándole.
- 5 minutos- dijo el doctor, alejándose.
- Nosotros ya hemos estado con él. Pasa si quieres- respondió su padre, sacando su teléfono del bolsillo y alejándose para hablar con alguien.
Asentí, abriendo la puerta lentamente.
- Hola-saludé, cerrándola y acercándome a él. Tenía la nariz hinchada con una gasa encima. Su ojo derecho apenas podía abrirse y su pómulo estaba hinchado y morado.
- Hola- susurró, mostrándome una leve sonrisa.
- Lo siento- dije, sentándome en la camilla, mirando hacia el suelo.
- No fue tu culpa. No debí hacerlo- susurró.
- Harry no debería de haber reaccionado así- respondí, mirando al suelo.
- Bueno, ya estamos en paz- sonrió.
- ¿Cómo puedes tomártelo así? Mira cómo te ha dejado...
Se encogió de hombros, acomododándose en la cama.
- Supongo que interpondrás una denuncia- susurré, lamiendo mis labios.
- No- respondió, a lo que le miré, frunciendo el ceño.
- Pero m-
- Te besé, aún sabiendo que no podía, lo hice. Como dije, estamos en paz- susurró.
- De seguro tu padre no dejará que lo dejes pasar.
- De mi padre ya me encargaré yo.
Sonreí tiernamente, poniendo mi mano encima de la suya.
- Gracias, de verdad.
- No es nada- respondió, tosiendo.
- Será mejor que descanses. Vendré a verte de nuevo- dije levantándome despacio.
Asintió.
Salí de la habitación, despidiéndome de sus madre, la cual se encontraba sentada en las sillas de la sala de espera, mientras su padre seguía hablando por teléfono.
Me dirigí al apartamento de Harry, ya que teníamos una conversación que mantener.
Llamé a la puerta, la cual fue abierta por él.
- Hola- saludó.
- He estado en el hospital- dije, ignorando su saludo- no me puedo creer que le hayas hecho eso.
- En unos días estará como nuevo- respondió indiferente.
- Eres increíble- dije, incrédulo- podías haberle matado.
- Pero no lo hice- dijo encogiéndose de hombros.
- ¡Porque te frenaron!- grité, harto de su pasividad.
- En cuanto tu amigo me denuncie estaremos en paz.
- No va a hacerlo- dije, a lo que Harry me miró, frunciendo el ceño- dice que fue un error besarme y que no iba a hacerlo.
- Interesante. Qué buena gente- dijo irónicamente, cruzándose de brazos.
- Te juro que no te entiendo. Y no me gusta este Harry- dije, mirándole mal.
- Por eso es mejor que lo dejemos- soltó. Abrí los ojos, sorprendido.
- ¿Qué?- susurré.
- Siempre he destacado por no saber hacer las cosas correctamente. Posiblemente me he pasado, pero estoy cansado de ser siempre el malo para ti. Esto no funciona. No funciona porque siempre va haber alguien por encima de mí. Te mereces a alguien que sepa contenerse y te dé todo lo que yo no puedo.
- Harry, eso no es ve-
- No puedo más- dijo dejando caer sus brazos- me esfuerzo por ser bueno para ti, pero siempre llegará alguien como él, que sin esforzarse ya será mejor que yo. No encajo en tu mundo de dinero y modales Louis- finalizó.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, las cuales no tardaron en salir.
- Pe-Pero yo te q-
- Espero que te vaya bien Louis- susurró, cerrando la puerta.
Respiré agitadamente, sin poder calmar la gotas que caían de mis ojos.
Bajé las escaleras, saliendo del edificio y metiéndome en el coche, golpeando una y otra vez el volante, sin dejar de llorar.
Harry, el chico al que quería por encima de todo, me había dejado. Todavía era incapaz de admitir todo lo que acababa de pasar.
Calmé mi llanto, arrancando el coche y saliendo de allí, sin rumbo fijo.
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El arte de amar
FanfictionLouis, un chico dispuesto a comerse el mundo. Harry, un chico dispuesto a que el mundo le comiese. Dos almas que se verán unidas por una sola cosa: el arte.