CAPITULO 19

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PDV. HARRY

Estaba envuelto en una manta bien gorda esperando a que empezase la película, ‘Interestelar’. El frío de diciembre acabaría conmigo. Hace una hora empezó a nevar, y mi hermana es tan inteligente que se fue sin paraguas ni nada. Porque, según ella, era una nevada momentánea.

Aproveché los créditos iniciales para colocar los regalos de Navidad de mi hermana bajo el árbol. Ella ya colocó los míos esta mañana, y la verdad que tenía ganas de ver qué era. Desde que murió nuestra madre no hemos celebrado ninguna fiesta.

Vi el paquete que estaba encima de la mesa. El regalo de Louis. Sí, tenía un regalo para Louis.

Supongo que el domingo se lo daría.

Justo cuando estaba a punto de sentarme en el sofá el timbre sonó.

Miré el reloj extrañado. Era imposible que mi hermana volviese tan pronto.

Fui al recibidor y abrí la puerta, encontrándome con Louis. Estaba empapado, con los ojos vidriosos y su cuerpo temblando.

- L-Louis. ¿Qué te ha pasado?- le pregunté.

- ¿Puedo pasar?- susurró, sollozando.

- Claro- dije haciéndome a un lado. Louis entró arrastrando los pies, sin dejar de sollozar- voy a por ropa limpia. Ve al baño.

Corrí hacia mi cuarto, cogiendo una sudadera y unos pantalones de chándal.

Me encaminé al baño, encontrándome con Louis sin la parte de arriba de sus prendas. En otra ocasión me abría distraído más de la cuenta, pero en estos momentos solo quería que entrase en calor.

Se terminó quitando el resto de la ropa, quedando en bóxer. No paraba de tiritar, así que cogí una toalla y se la pasé por el pelo cuidadosamente, a lo que él cerró los ojos.

- Por favor, deja de llorar- le pedí. Me mataba verle así.

Louis sollozo más, y yo no sabía qué hacer. Así opté por la opción segura. Dejé la toalla en el bidé y pasé mis brazos por sus hombros, atrayéndole hacia mí. Louis envolvió sus brazos en mi cintura, estrechándose mas en mí. Acaricié su pelo mojado, mientras él lloraba en mi cuello.

- Ya está pequeño- susurré en su oído- estás conmigo. Tranquilo.

La respiración de Louis se hizo mas regular, calmándose.

Se separó lentamente de mí, mirándome a los ojos.

- G-Gracias por todo, Harry- susurró, haciendo que mi corazón latiese más de lo normal.

- Vístete. Voy a preparar chocolate. ¿Te gusta el chocolate?

Asintió, cogiendo la sudadera y poniéndosela. Le quedaba enorme, y no podía estar más adorable.

Me encaminé a la cocina, poniendo la cacerola con la leche al fuego, para después añadir el chocolate y dejando que se hiciese lentamente.

Al salir me encontré a Louis con su ropa en la mano, la cual cogí y tendí para que se secase.

Se sentó en el sofá y se envolvió con mi manta, sorbiendo su nariz. Me acurruqué a su lado con un paquete de pañuelos, el cual le ofrecí.

- ¿Estás mas tranquilo?- pregunté.

- Sí- respondió, mostrándome una débil sonrisa- gracias de verdad. De seguro he estropeado tu noche.

- Al contrario- respondí, haciendo que me mirase- estoy solo y muerto del asco- dije haciendo una mueca, sacándole una sonrisa. El olor a chocolate inundó mis fosas nasales, así que fui a la cocina, cortando el fuego y sirviéndolo en las tazas.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora