Jaeden Lieberher.

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The wrong answer

Este había sido sin dudas uno de los días más cansados en la vida de Jaeden, jamás en su corta carrera había tenido que ir a tantos lugares en un solo día, o en una sola hora, lo único que para ese entonces sabía era que estaba exhausto, abrió la puerta de su departamento y miró un poco a su alrededor, había latas de soda por todos lados, empaques de frituras en cada uno de los muebles, ni siquiera había trastes limpios, se dirigió a la cocina y abrió la nevera, nada, sólo había un poco de leche, dos huevos, un jitomate que Dios sabrá de donde salió y media jarra de agua, suspiró pesadamente y tomó la jarra, sirvió lo que restaba del agua en un vaso y dio varios tragos, sin dudas vivir solo era mucho más duro de lo que pensó, se dirigió a la sala y se sentó en el enorme sofá color chocolate, en realidad no era tan grande ,era simplemente que estaba acostumbrado a compartirlo y ahora no tenía a nadie con quien compartir, un sentimiento de nostalgia lo invadió abruptamente y lo hizo ponerse a recordar cuando todo esto había comenzado, recordó ell principio, cuando no llegaba ni a los tres mil followers y ahora tenía más de un millón, el tiempo había pasado demasiado rápido, recordó entonces a todas sus fans, las que habían estado con el desde el comienzo, las que nunca se habían ido y las que ya lo habían hecho, recordó todos los momentos que vivió con ellas y entonces, solo entonces recordó a aquella chica que lo traía loco, aquella pequeña y frágil castaña que solía provocarle de todo, abrió la aplicación de Instagram y revisó el perfil de aquella chica, recordó que antes estaba lleno de fotos de el, fotos de ambos, recordó que su chat estaba lleno de palabras dulces y llenas de amor y ahora hacía meses que no habían hablado, ahora ni siquiera respondía sus tweets, su perfil estaba lleno de fotos de ella junto a aquel chico que al parecer había robado toda su atención desde hace un tiempo, el causante de que ella lo dejase. Miró con recelo una foto, la había subido hoy mismo. Ella se veía preciosa, como siempre, sus ojos veían a aquel chico como alguna vez lo vieron a el, su sonrisa era tan hermosa, sus mejillas estaban sonrojadas de la misma manera en la que se sonrojaban cuando el le decía algún cumplido, la descripción de la foto decía "Gracias por sacarme siempre una sonrisa cuando todos solo podían sacarme lágrimas". »Ouch« en esa foto se le veía tan feliz, tan plena, tan llena de amor, ay, como le hubiera gustado tener el valor de decirle lo que en verdad sentía por ella, como le hubiera gustado decirle que las veces en que le decía que era la niña más bonita o cuánto la amaba no eran broma, que aquella vez que ella le confesó lo que sentía no pudo dejar de pensar en eso todo el día, que quería gritarle a todo el mundo que le encantaba y que cuando le dijo que la quería como novia no mentía, cuanto le hubiera gustado poder decirle con detalle la manera en que lo hacía sentir, como si fuese el hombre más afortunado,  cuanto había deseado desde el primer día besar una y otra y otra y otra vez sus dulces labios, que ninguna fan lo había hecho sentir nunca de esa manera. O ninguna otra chica. Pero en lugar de eso decidió seguir escondiéndose detrás de "bromas", ella espero todo lo que pudo a que el tuviera el valor de confesarse pero las personas se cansan de esperar algo que jamás va llegar, le dio like a la foto con la esperanza de que ella recordará a quien alguna vez amó, lo deseó con tanta fuerza que al parecer sus plegarias fueron escuchadas, había un nuevo mensaje en su bandeja, un mensaje de su preciosa chica, ella saludaba con un "Hola. :)". Recordó aquellas veces en que solo al saludar le ponía toda una Biblia, sonrió melancólicamente y contesto de Igual manera, la chica pregunto cómo había estado en estos últimos meses, le contó que había conocido a alguien pero que no creía que fuese a funcionar, le dijo que hablar con el después de tanto tiempo la hacía sentir bien y por alguna razón aquellas palabras hicieron que su corazón casi explotara. Con la sonrisa más grande de todas decidió preguntar por aquel chico del que hablaba, le preguntó porque creía que no funcionaría, "mi corazón pertenece a alguien más" fue lo que respondió, un pinchazo de dolor fue lo que Jaeden sintió, algo muy dentro en su pecho dolió como nunca, se preguntó si esto mismo habría sentido ella cuando no obtuvo ninguna respuesta de su parte, se armo de valor y le preguntó lo que desde hace tiempo quería saber "¿Porque dejaste de hablarme?", no sabía si quería leer la respuesta pero la curiosidad lo estaba matando, tardó en responder, pero por fin lo hizo, "La verdad es que era bastante doloroso amar a una persona que no me amaba, creí que lo mejor era alejarme, tal vez así dolería menos", no sabía exactamente como sentirse, tenía una mezcla de emoción y decepción con el mismo, es que como había sido tan imbecil, lo único que pudo responder fue un "Oh. ):". Fue la respuesta equivocada, la que ella menos quería pero esperaba. Dentro de si sabía que respondería algo como eso y como le hubiera gustado no tener razón esta vez. Continuaron hablando un tiempo hasta que ella dejó de contestar los mensajes, sus fotos con aquel chico habían desaparecido, las frases que ponía en la descripción ya no eran aquellas alegres y motivacionales, volvían a ser aquellas llenas de dolor y tristeza. Tal vez ella tenía razón en alejarse, tal vez el le hacía mal. Un día de aquellos en los que Jaeden tuvo tiempo libre decidió echarle un vistazo a sus mensajes, había uno de ella para su sorpresa, uno bastante extraño, solo decía "Perdón". Jae frunció el ceño bastante confundido, "¿Perdón? ¿Porqué ?", "En unos días lo sabrás" respondió y fue lo último que le respondió. Se sentía bastante impaciente y ansioso, no se explicaba el porque de aquellas palabras, ¿perdón porqué?, aquella era la pregunta que rondaba su cabeza. Pasaron las horas, los días, incluso semanas y ese mensaje no salía de su mente hasta que por fin el correo del mes llegó, entre los recibos de la luz, el gas, algunas cosas que había pedido por internet y la propaganda habitual había algo inusual, un sobre color perla con la inscripción "Para Jae". Tomó el sobre en sus manos y lo abrió, era una carta y en seguida supo de quién era;

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