One shots. | all

Justin Bieber.

F. R. I. E. N. D. S.

-Creí que me haría pipí encima.-

-Oh, vamos Justin, no es tan malo.- río junto a el.

-Literalmente te besé frente a todo el mundo.- ruedo los ojos.

-El punto de una obra de teatro es que la vea todo el mundo.-

-Si, pero no sabía que tendría que besarte.-

-Oh, vamos, te conozco desde los diez años, creí que había más confianza.- entramos a su casa, dejamos nuestras cosas junto a la puerta y subimos a su habitación.

-Si la hay. Pero no deja de ser raro.- miro nuestro alrededor, muchas fotografías de ambos a través de los años adornan sus paredes, su mueble y una buena parte del techo. Justin se acerca de repente invadiendo mi espacio personal y pone su mano sobre mi pierna.

-Es solo una obra, no es como que nos vayamos a casar o comencemos a salir, es solo un beso, no dejaremos de ser mejores amigos.- trago saliva cuando lo siento aún más cerca.

-Podríamos arreglar eso.- más cerca.

-¿El qué?- discretamente me hago un poco hacia atrás.

-El ser mejores amigos por siempre.- frunzo el ceño.

-P-Pero no hay nada que arreglar.- río nerviosa.

-Podríamos pasar al siguiente nivel.- prácticamente está la mitad de su cuerpo sobre mi regazo. Hago lo cabeza hacia tras hasta que choca con el colchón.

-¿Siguiente nivel de amistad?-

-Si así le quieres llamar.- se encoge de hombros. -Te amo.-

-Yo también te amo, eres casi mi hermano, tonto.- aprieto su mejilla con la esperanza de que se aleje pero no lo hace.

-No... Tú... Me gustas. Ya lo sabes.- oh no, aquí vamos de nuevo. Comienzo a reír exageradamente.

-Si que eres gracioso, es por eso que eres mi  amigo.- parece un poco confundido y aprovecho eso para incorporarme.

-Ah, no, yo de hecho...- callate ya.

-¿Quiéres algo de beber? Traeré jugo de uva.- canturreo y en seguida bajo a la cocina sin esperar respuesta de su parte. Conozco a Justin desde que eramos unas pequeñas patatas, literalmente he visto todo de el, lo conozco más de lo que me conozco a mi misma y lo amo, es como el hermano que siempre había querido tener pero desde hace unos seis meses esto se ha vuelto bastante incomodo, la primera vez que me dijo que gustaba de mi pensé que era una broma pero después se tornó algo... Raro, todo el tiempo quiere estar demasiado cerca de mi, me dice cumplidos inesperados, cela a cualquier chico que se me acerque, empieza a ser demasiado molesto. Sirvo el jugo en dos vasos y vuelvo a la sala en donde ahora Justin esta sentado con los brazos sobre el respaldo del sillón.

-Ya regresé.- sonrío sin mostrar los dientes, le entrego su vaso y me siento en donde estaba.

-Gracias- ambos damos un sorbo -te ves hermosa mientras bebes jugo.- mis mejillas enrojecen, ¿porqué no puede parar de hacer eso?

-Oh, em... Si, amigo, no tienes que decirlo, pero gracias. Amigo.- trato de dejar en claro mi punto.

-Eres preciosa.- me mira como bobo. Maldición, no me veas así.