Peter Parker

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—¿Me estás diciendo que comerías popó con sabor a chocolate?— me siento en una de las muchas mesas vacías al fondo de la biblioteca pública de la escuela con maravillosa vista a las muy pobladas y ruidosas calles de Nueva York (gran ubicación para una biblioteca, ¿no?) y Michelle hace lo mismo en la silla de un lado.

—No, estoy diciendo que comería popó con sabor a chocolate antes que comer chocolate con sabor a popó.— frunzo el ceño.

—¿Porqué? Solo pensarlo...— me imagino sentada en mi habitación comiendo un bote lleno de popó y un escalofrío recorre mi cuerpo —Demonios, no.— hago una mueca en señal de desaprobación logrando hacer que sonría de oreja a oreja.

—Es mejor comer algo asqueroso que sepa rico que algo rico que sepa asqueroso, algo así como el sushi.— Arrugo la nariz, saco mi mochila de mis hombros y la aviento al piso despreocupadamente. Un gran golpe suena y sale un pequeño disco de vibranio de ella. Maldigo por lo bajo, lo tomo rápidamente y lo escondo en la bolsa trasera dentro de mi backpack antes de que alguien lo note.

—¿Qué rayos tienes ahí? ¿Una armadura?— la voz de Peter diciendo "cuida esto con tu vida, nadie puede saber que lo tienes, es muy importante y si el Señor Stark se entera de que lo tengo aquí y peor aún, que te lo di, seguro me veta de los vengadores y no queremos que eso pase. ¡Y trátalo con precaución! Es delicado." Suena en mi cabeza, ¿cómo es que olvidé que traía algo así dentro?.

—Es-Solo... Maquillaje.— digo lo primero que viene a mi mente. Michelle se asoma por debajo de la mesa y me mira imparcial.

—Debe ser realmente pesado si dejó esa marca en el suelo.— miro la enorme abolladura en forma de círculo que dejó el traje de Peter y quiero morirme.

—Ya sabes lo que dicen, una chica siempre va preparada.— me encojo de hombros tratando de restarle importancia y entonces una idea cruza mi mente. Miro a Elle con una sonrisa en mi rostro, ella deja de hurgar en su mochila que está sobre sus piernas, me mira y por la cara que pone se que sabe lo que tengo en mente.

—No.— dice en seguida.

—Vamos, solo un poco.—

—Ah-ah, todo menos eso, ni loca.— niega repetidas veces con la cabeza.

—Será rápido, lo prometo.—

—Absolutamente no.— hago mi mejor gesto de chantaje y pongo un puchero.

—¿Por mi?— me mira durante unos segundos y rueda los ojos mientras suelta un suspiro de derrota. Gané.

—Bien.— dice de mala gana —Pero solo un poco.— me señala con su índice. Aplaudo animadamente y tomo mi estuche de maquillaje, lo pongo sobre la mesa y saco algunas de las cosas que voy a necesitar. De mi muñeca quito mi liga de cabello, me acerco más a Michelle y recojo todo su cabello en una cola de caballo dejando su rostro libre. Comienzo a aplicar mis diversos productos  y ella se mantiene quieta con una cara de querer saltar de un puente. —¿Y tu novio en donde está?— esta vez soy yo la que rueda los ojos y sonrío.

—Uno: no es mi novio y dos: no lo se, ya sabes como es Peter, jamás adivinaremos qué pasa por esa mente suya tan hiperactiva.— coloco la máscara en sus pestañas con cuidado.

—Si no es tu novio ¿cómo sabes que me refería a el?.— enarca una ceja y estoy bastante segura de que mis mejillas enrojecen.

—No te muevas— la regaño —listo. ¿Ves como no fue tan malo?.— le tiendo mi espejo, lo toma y analiza su rostro unos segundos.

—Debo admitir que me gusta como se ve, es decir, ya de por si soy bastante atractiva al natural pero esta cosa si que resalta mis cualidades.— rio.

One shots. | allDonde viven las historias. Descúbrelo ahora