27. Cuidado al bebé

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—El juego estuvo jodidamente difícil, pero gracias a Vincent pudimos ganar—comenta Josh mientras conduce.

—No es para tanto—intenta restarle importancia mi novio, aunque hasta yo sé que sí tuvo mucho que ver en la victoria de su equipo.

—No seas tan humilde, tontito—le susurro al oído. Él ríe.

Josh nos ofreció acercarnos al departamento. Fue bastante amable de su parte o sino tendríamos que haber tomado la locomoción colectiva o haber llamado un taxi.

Cuando llegamos al departamento tengo un hambre voraz, por suerte tuvimos la genial idea de comprar comida rápida para llevar.

Vincent se dirige a la cocina para tomar algunos platos y cubiertos. Yo abro las diferentes bolsas en la mesa del comedor. Pedimos distintas frituras, de hecho ya no recuerdo qué es qué, aunque claramente por ahí debe haber papitas.

—¡No comas aún!—me regaña Vin cuando me ve engullendo algunas papitas con salsa de queso. Intento decirle que no pude aguantar el hambre, pero como tengo la boca llena de esas deliciosas cosas del diablo, solo puedo lanzar sonidos ininteligibles y un montón de baba—eres una puerca, Sam—se queja él haciendo una mueca de asco. Me encojo de hombros tomando otro montón y llevándolo a mi boca.

•••

—No es por alardear, pero esa ha sido una excelente ronda de sexo.

—¡Vincent!

—¿Qué?—Cuestiona él— Estoy diciendo la verdad.

Solo puedo rodar mis ojos. Hoy mi novio tiene un ego bastante elevado. Salgo de la cama porque tengo unas enormes ganas de hacer pis. Cuando regreso a la habitación, él ya está dormitando.

—No puedo creer que estés casi dormido después de una excelente ronda de sexo—Digo lo último con muchísimo sarcasmo —, ¿Qué edad tienes? ¿Ochenta?

—Ya cierra la boca y ven a dormir.

—¿Al menos te quitaste el condón? —Bromeo.

—Estaba esperando que tú lo hicieras, cariñito—Dice sabiendo que esa frase me sacará de quicio aunque sea mentira.

—Ni en mil años haría eso por ti.

—Podré vivir con ello —Responde Vin—Ahora ven aquí —Acota dando suaves golpecitos a la cama.

Me recuesto a su lado y por supuesto él captura mi cuerpo en un gran abrazo de oso. Besa mi cabeza consecutivas veces, lo que es una clara señal de que vamos a dormir. Pero yo no tengo sueño.

—Tengo hambre—Susurro. Vincent bufa con cansancio. De vez en cuando puedo ser una novia un tanto consentida.

—¿Crees que podrías morir si no comes algo hasta mañana?—Pregunta claramente esperando una respuesta sensata de mi parte. Yo por mi lado mantendré mi postura.

—Definitivamente—Me quejo. Mi novio se cubre la cabeza con el edredón y lanza un gran bufido. Como si así pudiese resolver todo—¿Y harás algo al respecto?—Pregunto con sorna.

—Iré por algo a la cocina y te traeré—Se ofrece abatido y sin poder negarse a mi petición.

—Te acompaño. De todas formas aún no tengo sueño—Digo sonriendo.

Different Life [#Changes 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora