16. No debería llorar.

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—¿Cómo estuvo tu día?—Pregunta Lisa desde la cocina de su casa.

—Muy agotador, sinceramente—Confieso abatida.

—Yo trabajé en una cafetería hace unos años, creo que duré dos semanas y me rendí.

Me río. Quizás yo sea igual. Espero no sea el caso.

—El primo de Derek trabaja ahí.
—Comento.

Lisa se limpia las manos con un papel absorbente. Toma las cervezas y corre hasta la sala para sentarse a mi lado.

—¿El idiota?—Pregunta mientras me ofrece una.

—Sí, ese mismo.

Aunque no estoy segura de conocer algún otro primo de Derek.

—¿Pasó algo?

—Fue un completo imbécil conmigo—ella abre los ojos—Me detesta. Pero no creas que me dejaré vencer, seré una completa perra con él si sigue tratándome como si fuese una bruja.

—¡Así se habla, amiga! Dale de su propia medicina.

—Lo haré Lis, claro que lo haré.

El timbre suena y me levanto para abrir la puerta. Veo a Jennie con una bolsa llena de frituras. Delicioso. Disfrutaremos mucho esta noche. La saludo efusivamente y la jalo hasta la sala. Lisa ya tiene otra cerveza preparada para nuestra amiga.

—¡Noche de chicas!—Grita la recién llegada.

—¡Noche de chicas!—Respondemos Lisa y yo.

Apenas ellas llegaron a la ciudad para asistir al baby shower el día domingo, nosotras planeamos tener una reunión para ponernos al día con chismes. Extrañaba un montón estos momentos.

••••

Lisa está elongando unos metros lejos de mí, la veo muy interesada en un chico que hace slaging entre los árboles. Ella es imparable. Desde que terminó con su último novio, está modo cacería antes de regresar a la universidad junto a Jennie.

Me siento en el césped con las piernas cruzadas. El ambiente es tan relajante y cómodo. La sombra del árbol sobre mí permite que el sol no me moleste o que haga algún tipo de fermentación luego de todas las cervezas que bebí anoche. Vuelvo mi vista hacia Lisa.

¿Realmente pudo correr tres kilómetros y seguir tan animada?

Creo que la odio un poco. Yo debería estar durmiendo. Son las 7 de la mañana y en una hora más debo irme a trabajar. Apunto mentalmente no volver a alcoholizarme en la semana.

—¡Lisa!—La llamo. Ella se enderaza y me observa con una expresión que me dice ¿Qué demonios quieres? Me río.—Ya debo irme, tengo que trabajar.

Recojo mi bolso y me pongo de pie mientras ella camina hacia mí para despedirme.

—Nos vemos en la cafetería en un rato más.

Ruedo los ojos. No deja de insistir en ir con algunos conocidos para presumir que el lugar tendrá nuevos clientes jóvenes solo gracias a mí.

—Nos vemos, Lis. Me despides de Jennie, no creo que despierte pronto—Le digo mirando a mi cuñada dormir bajo otro árbol.

Different Life [#Changes 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora