19. ¿Volver al instituto?

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°°°°

Escucho cómo Derek y su novio intentan calmarme a través del celular. Pero realmente quiero darle otra cachetada a ese chico imbécil porque no conforme con una, sigue burlándose.

—Solo un marica necesita que una mujer lo defienda.

—¡Cierra la boca hijo de pu...!

—¡Sam!—Habla Vincent desde la esquina de la cuadra. Lo veo corriendo hacia mí. Cuelgo la llamada con Derek. Sean sigue mi mirada hacia mí novio y alza una ceja.

Mi novio me toma de los hombros de forma protectora. Intento calmarme.

—¿Qué sucede?—Pregunta. Sean me observa como si quisiera matarme.

—Nada—Respondo—Ya vámonos, por favor.

Esquivo a Sean y jalo a Vin de la mano. Aún así puedo escuchar cómo mi novio le advierte que no vuelva a acercarse a mí, que ni siquiera me dirija la palabra o se las vería con él. Sean no responde nada. Cobarde.

Una especie de orgullo se instala en mi pecho, nunca había visto a Vincent así de protector conmigo. Caminamos hasta el auto de su padre en silencio pero luego le pregunto cómo estuvo el entrenamiento y comenzamos una conversación mientras conduce a mi casa. Sé que estoy prolongando el momento para no hablar respecto a lo que acaba de suceder.

—El entrenador me pidió ser capitán del equipo—Me cuenta Vin.

—Así que el entrenador te dijo que este año serás el capitán del equipo de fútbol—Corrijo. Conocí bastante bien al señor Torres y él jamás pedía las cosas a sus estudiantes, solo las exigía.

—Estoy bastante nervioso por eso—Admite mi novii— Es una enorme responsabilidad. El capitán del año pasado nos instaló en las semifinales.

—Tú los harás campeones, amor, no tengo dudas de eso.

—Eso espero. Debes ir a todos mis partidos—dice dándome una mirada rápida.

—¡Pero yo no soy del instituto!

—Tienes pase especial porque eres ex estudiante. Además dejan que la familia asista a los partidos, si tú eres mi novia, eres mi familia, ¿No?—Sonrío.

—Deja de ser tan tierno.

—¿Entonces irás a mis partidos?

—Será un calvario volver a ese instituto pero sí.

—Perfecto.

Un silencio se instala entre los dos mientras él sigue conduciendo. Estoy nerviosa porque sé que preguntara el cualquier instante lo que no deseo responder.

—¿Me dirás porque abofeteaste a ese chico, que si no estoy equivocado, es primo de Derek?

Trueno mis dedos con incomodidad. Trago en seco.

—Él estaba molestando a D, mientras hacíamos una videollamada—Respondo.

—¿A ti te ha molestado, Sam?

No quiero agrandar el asunto así que respondo que no. Lógicamente él no queda muy convencido con mi negativa, porque vamos, ni siquiera pude mirarlo a los ojos. Pésima mentirosa.

Llegamos a mi casa unos minutos después. Lo invito a pasar, pero él no acepta porque ya es bastante tarde. Nos despedimos con un beso. Bajo del auto y me dirijo a la entrada de mi casa.

Me encuentro a Jack durmiendo en el sofá de la sala. Subo las escaleras para ir a ver a mamá. Ella está viendo televisión en su habitación. Me recuesto con ella.

—¿Cómo te fue en la reunión, hija?

—Fue aburrida y estresante—Digo, mamá lanza una carcajada.

—¿Rescatas algo bueno?

—Mi jefe me dijo que soy su nueva empleada estrella.

—Eso suena prometedor.

—Sí, pero serlo no se tradujo en un aumento en mi paga semanal—Bromeo.

—La vida laboral suele ser así, Sam.

—Que lamentable. ¿Cómo te sientes?—Pregunto cambiando el tema.

—Muy bien. Tu hermanito ya tiene ocho meses, ¿Puedes creerlo?

—Joder que rápido crece—digo acariciando su estómago.

—Sí, en solo un mes o quizás un poco menos, nazca.

La idea me ilusiona muchísimo.

—Ya quiero cargarlo y ver sus ojitos.

—También yo, Sam. Estoy muy ansiosa por aprender a ser madre de nuevo.

—Serás la mejor, ¿Sabes?

—No exageres—Dice dándome un golpecito en el brazo.

—Fuiste la mejor conmigo, Alice. ¿Por qué sería diferente ahora?

—Sam...

—Estoy hablando en serio.

—Cometí muchos errores cuando eras una adolescente, eso no me hace la mejor madre.

—Pero me diste las herramientas necesarias para enfrentar la vida, ma. Jamás me abandonaste aunque yo te diése razones más que suficientes para hacerlo. Además, ser la mejor no es sinónimo de nunca cometer errores, ¿No?

La observo y ella me mira con los ojos llenos de lágrimas.

—Perdón Sam, perdón por no ayudarte a buscar tu camino y permitir que mis problemas tuviesen tanto efecto en ti.

—No te culpes por ese tipo de cosas, ma, ambas no teníamos idea cómo enfrentar los miles de problemas que nos dió Dominic. Él arruinó nuestras vidas, nadie más que él.

—No quiero que sigas odiando a tu padre.

—Es difícil no hacerlo, pero con el tiempo quizás olvide su existencia y me deshaga de ese sentimiento—Confieso.

—No estoy segura de que ese sea el camino.

—Con todo lo que él nos hizo, es lo único que merece—comento con sinceridad— yo podría perdonarlo si él viniese realmente arrepentido a disculparse con nosotras, pero ni siquiera eso puede hacer.

—Eres una chica muy bondadosa, hija.

—Soy igual a ti, mamá. ¿No estás orgullosa de eso?—Pregunto bromeando. Ella asiente y me abraza.

Pasamos un rato más viendo televisión y luego me voy a mi habitación nueva. Porque sí, ya me mudé a ella. La que era mi habitación está siendo renovada para que Tom tenga todas las comodidades que pueda necesitar un bebé recién nacido. Y yo estoy en la del final del pasillo, que solía ser una habitación para huéspedes.

Mi celular suena en mi mochila, lo saco y veo el número de Paul en la pantalla. Contesto.

—¿Estás bien, Sam?

—Sí, Paul. No pasó nada terrible, lo prometo—digo. Él suspira.

Derek se siente muy culpable. Dice que no mereces pasar por todo esto.

—Dile a ese idiota que deje el drama. Yo puedo defenderme sola y claramente no voy a permitir que Sean diga lo que quiera si puedo darle su merecido antes, ¿Bien?

Oigo cómo Paul ríe.

Eres nuestra heroína, Sam.

—Lo sé. Ahora debo entrar a la ducha, te mando un beso y otro para el dramático de tu novio.

Está bien, pequeña ruda. Un beso para ti también. Te quiero—Cuelga.

Different Life [#Changes 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora