Different Life [#Changes 2]

13. ¡Una buena entrevista!

°°°°°

Saludo a Jen a través de la cámara de mi laptop. Ella tiene un cambio de look total. Su cabello tiene un color rojizo de muerte y está hasta sobre sus hombros.

—¡Oh por Dios! Qué mujer tan caliente la que estoy viendo—Digo para después darle un silbido. Jennie se cubre el rostro.

—No seas idiota, Sam.

—Te ves buenísima, ¿Tengo alguna posibilidad para tener una cita?—Bromeo. Ella destapa su rostro y frunce los labios como si algo le molestara—¿Qué pasa?

—Stefen y yo terminamos—Dice.

—Lo siento mucho, Jen.

—Él es demasiado celoso y eso me asfixiaba—Confiesa. Se acomoda sobre su cama dejándome una pequeña marca en uno de sus brazos.

—Dios mío, ¿Qué te pasó?

—Hace dos días, él estuvo presente cuando un chico me coqueteó. Se puso tan furioso que me jaló del brazo con fuerza desmedida.

Trago saliva. Ese hijo de puta.

>>Después llegamos a mi departamento y cuando quise decirle que estuvo mal, él intento golpearme. Por suerte llegó Lisa y me defendió.

—Voy a jodidamente patear su trasero—Prometo.

—Lisa ya lo hizo—responde dando una sonrisa—ella le dió dos bofetadas y una patada en las pelotas. Por mi parte le dí un golpe de puño en el ojo. Espero ya no tenga ganas de intentar golpear a una mujer en su vida.

—¡Esas son mis chicas!—Cruzo mis piernas viendo directamente a la cámara—¿Realmente estás bien?—Pregunto.

Jen da un suspiro y sus ojos se humedecen.

—Estaba jodidamente asustada, Sam. Yo no sé qué hubiese pasado si Lis no hubiese llegado.

—¿Hiciste una denuncia?

—Sí. Pero sabes que no sirve de nada si él bastardo por poco te mata.

Asiento. Es injusto. Muy injusto.

Jennie me pide cambiar de tema, así que nos enfrascamos en un conversación donde ella dice que ama su universidad y me cuenta que Lisa está en una cita con un chico que conoció. No me sorprende. Ella ha estado saliendo con muchos chicos últimamente.

Extraño a mis amigas, pero al menos sé que las veré dentro de dos semanas cuando vengan a la celebración de Tom.

••••

Tengo una entrevista de trabajo en una hora. Es un puesto de camarera en una cafetería a unas cuantas cuadras de aquí. He ido de paso algunas veces, no venden el café más delicioso del mundo, pero sirve para después de una resaca.

Camino al closet y tomo mi conjunto elegido especialmente por Derek para mis entrevistas de trabajo. Falda negra en forma de tubo hasta dos dedos sobre las rodillas, blusa blanca y una chaqueta negra sencilla. La peor parte son esos zapatos de tacón alto. Suspiro rendida y comienzo a cambiarme.

Media hora más tarde me encuentro ordenando mi carpeta con documentos que podrían ser necesarios si me dan el empleo. Cojo mi celular y bajo las escaleras.

—¿Crees que sobrevivas caminando 4 manzanas con esos zapatos?—Pregunta Jack  desde la sala. Observo mis pies y dudo mucho que llegue incluso a la puerta principal. Niego con la cabeza—Te llevaré entonces.

—No quiero molestarte, Jackie. Es tu día de descanso.

—Tendré más días de descanso en un futuro—Afirma—, aparte la programación de la televisión es una basura y Alice está durmiendo una siesta. Puedo acompañarte—Le sonrío agradecida.

—Eres lo que esta casa necesitaba—Confieso. Eso es probablemente lo más sincero que le dije desde que entró a la vida de mamá y mía. Jack luce sorprendido, pero luego lanza un tímido gracias.

••••

Llegamos al lugar en pocos minutos. Bajo del auto tras emitir una repetida cantidad de respiraciones intentando calmarme.

—Me envías un mensaje cuando hayas conseguido el trabajo y vengo por ti.
—Dice él guiñando.

—Quizás ya no vuelvas a verme—Bromeo.

Bajo del auto y camino hacia el local, por fuera se ve diferente, renovado. ¿Habrá cambiado de dueño? Un gran letrero muestra su nombre "Delicious Coffee" Mi celular suena y veo el nombre de mi novio en la pantalla, respondo a la llamada.

—Solo quería desearte suerte, amor.

—Gracias, cariño. Realmente espero que ahora sí consiga el trabajo.—Le digo.

—Lo harás. Te quiero.

—Y yo a ti, Vin.

—Adiós.

—Adiós.

Entro al lugar y confirmo el hecho de que sí está muy diferente. Los colores, las mesas, el ambiente, todo es mucho más bonito.

Faltan aún 5 minutos para la entrevista, pero una chica de ascendencia asiática me dice que está esperando por mí su jefe en la oficina. Me guía por un pasillo adornado con lindas fotografías, abre una puerta y me dice que pase. Entro con timidez y me asusto un poco cuando ella cierra la puerta.

Un señor de mediana edad está sentado frente a un escritorio. Sobre la mesa 3 tazas de café vacías.

—Estaba esperando por usted señorita Samantha.

Estiro la mano para saludar y él responde el gesto; luego me ofrece asiento. Es tan agradable su presencia que me siento muy cómoda.

—Estoy muy nerviosa—Confieso. El señor sonríe.

—Tranquila, todo irá bien.

Me informa que su nombre es Miles y comienza a realizar preguntas de rigor para una entrevista de trabajo. Mi disponibilidad de horarios, si sé algo sobre servir café, aunque menciona que no es necesario ya que todo se aprende en el trayecto de la labor. También pregunta por experiencias previas y concuerda conmigo en que es decepcionante que no den oportunidades a personas que desean aprender un oficio. Cuando me pregunta si ya conocía el lugar, no puedo cerrar mi bocota y decir que el café era pésimo, él se ríe bastante.

—No es la primera en decirlo, señorita Collins—Comenta divertido—.Espero que esa reputación se desvanezca con el tiempo y sepan que con un nuevo dueño, el café también será nuevo y diferente.

—No lo dudo—Afirmo— Siendo sincera, todo luce fantástico.

—Gracias, señorita Samantha, hemos puesto mucho esfuerzo con mi familia para sacar este proyecto adelante. ¿Puedo hacerle una última pregunta?

Mi estómago se contrae. Aquí es cuando acaba todo. Luego ya no vuelven a llamar.

—Por supuesto—Digo fingiendo una sonrisa.

—¿Le gustaría comenzar el lunes próximo?

—¿Qué?

—Que obtuvo el puesto. Que puede comenzar el lunes.

¡Oh por Dios! Voy a hiperventilar.

—¡Sí! ¡Claro que sí!—Digo eufórica.

Sonríe ampliamente. Aunque no creo que más que yo.

¡Tengo el trabajo maldita sea!

—Me parece perfecto. Ahora la voy a invitar a degustar un poco nuestros nuevos productos. No vaya a sentirse en la obligación de decir que todos son de su agrado, la idea es que vayamos mejorando.

Asiento enérgicamente y me pongo de pie.

Ha valido cada maldita segundo esta entrevista de trabajo. Estoy completamente feliz. Lo haré bien o al menos daré mi mejor esfuerzo.