14. Primer día

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Termino de desayunar y subo las escaleras para despedirme de mamá. Falta media hora para irme al trabajo. Oh sí, mi trabajo.

En tu cara Dominic.

—Ma, ya me voy—Le digo besando su mejilla. Me sonríe adormilada.

—Que te vaya bien, cuídate mucho, hija.

—Está bien, también cuídate. Puedes llamarme desde las 12.40 hasta las 1.30 para saber cómo va mi día.

—Créeme, lo haré Sam.

Salgo de su habitación, voy a la mía, cojo mi mochila y me voy.

Estoy sumamente nerviosa, no quiero arruinar nada en mi primer día. Y lo peor es que es tan posible que lo arruine porque no tengo nada de experiencia. Bueno, practiqué todo el día domingo llevando tazas y platos en bandejas en mi casa. Creo que solo rompí cuatro o cinco. ¿Eso será un porcentajes positivo?

La mañana está algo fría, no esperaba esta temperatura por lo que solo visto un short con una polera. Clara indicación de que todo no estará tan bien durante el día.

A una cuadra del lugar aparece Vincent en su bicicleta. Desgraciado, dijo que no vendría. Me sonrojo. Siento como si fuese mi primer día de colegio.

—Hola amor—Saluda deteniéndose y descendiendo de ella para caminar a mi lado.

—Hola, Vin—Respondo enternecida. Él con una mano lleva su bicicleta y con la otra sostiene la mía.

—¿Estás nerviosa?—Pregunta. Asiento.

—Jodidamente nerviosa, creo que voy a morir—Confieso. Mi novio me da un leve apretón para calmarme.

Llegamos a la cafetería. Fuera de ella está la misma chica asiática fumando un cigarrillo. Me saluda con la mano. Le sonrío y hago lo mismo.

—Se ve agradable—Habla Vincent.

—Lo es, creo que me ayudará bastante llevarme bien con al menos una compañera de trabajo.

Volteo hacia mi novio para despedirme.

—Entraré junto a ella. Así no será tan terrible.

—Está bien, Sam. No te presiones demasiado, es solo el primer día—Me aconseja—. Vendré por ti a las 3 cuando salga de la práctica—Dice. Beso sus labios un par de veces y después camino hacia la chica.

—Tu novio está buenísimo—Me dice observándolo cuando él se va.

—Sí, lo está—Concuerdo con ella. Ese trasero me enloquece.

—No nos hemos presentado—Habla. Apaga el cigarro y me extiende la mano— Soy Rebecca Kim.

—Samantha Collins—Me presento estrechando su mano—Un gusto.

Ella sonríe y juro que sus ojos desaparecen cuando lo hace.

—Entremos. Debo mostrarte a los demás y darte una breve introducción sobre tus labores de hoy. El jefe quedó maravillado contigo, así que es probable que tengas mucha participación desde ahora respecto a la interacción con los clientes. Quizás seas la cara visible del lugar, sería tan genial, ¿No crees?

—Esa es demasiado información como para darte una respuesta cuerda—Admito abrumada.

—Lo sé, y aún queda más—Dice jalando mi mano y adentrándose a la cafetería.

Veo a un chico y una chica discutiendo por quién partirá llevando la caja las primeras horas. Parecen más jóvenes, quizás unos 16 años.

—No te asustes, son así todo el tiempo—Habla Rebecca sin dejar de caminar.

—¿A dónde me llevas?

—A la oficina para que dejes tus cosas y te ates el cabello.

Cuando estoy lista, Rebecca me dice que me ponga el uniforme. Abro los ojos sorprendida. ¿Es acaso un uniforme con falda diminuta y una blusa casi transparente? Para mí suerte, ella me pasa una especie de perchera negra con un logo de la cafetería que cubre parcialmente el frente de mi ropa. Casi me da un infarto.

Busco con la mirada al par de chicos que estaban discutiendo y ahora se están besando mientras acomodan unas mesas.

¿Bipolaridad? Probablemente.

Comenzamos en 5 minutos—Dice una voz masculina por un especie de bocina. Intento buscar su procedencia pero no veo a nadie.

—Te daré una explicación rápida, Samantha—Habla Rebecca a mi lado—. Carl y Stefania trabajan todas las mañanas aquí, de lunes a viernes, por las tardes estudian. Ellos se turnan para llevar la caja y entregar pedidos a los clientes. No te sorprendas si de pronto llamas a uno y aparece el otro, con el tiempo te acostumbras.

>>Por otra lado, está Sean quien trabaja a tiempo completo de miércoles a domingo, es algo irritante, pero nada imposible de llevar. Finalmente estoy yo, que al ser sobrina del dueño, paso a ser tu jefa directa, pero no creas que solo doy órdenes, trabajo a la par con todos. Soy muy exigente, pero tu primera semana estás de suerte.

Cuando termina de hablar intento rescatar lo más importante de su discurso. Sobrina del dueño. Exigente.

—Entiendo todo, Rebecca.

—No me digas Rebecca, dime Kim. Es más simple y rápido, ¿Bien?

Asiento.

—Hola—Saluda la chica llamada Stefania. Voy a responder pero me da un abrazo rápido que me aturde—Eres muy linda.

—Gracias, tú igual—Respondo con una sonrisa.

—¡Carl, ven aquí!—Grita de pronto.

Joder, me matará de un susto en cualquier momento.

—Hola nueva—Me saluda el chico.

—Él es mi novio, por desgracia—Dice Stef—, si te llega a molestar no dudes en defenderte, es un llorón.

—¡Hey! No le digas esas cosas—Se queja el muchacho.

—Mucho gusto, Carl.

—Igualmente, nueva.

—Me llamo Samantha—Puntualizo.

—Serás la nueva para mí, al menos por esta semana.

Me resigno. No estaré discutiendo con un adolescente. Oh mi Dios sueno como una adulta. La voz por la bocina advierte que la cafetería ya se abrió.

No se ve demasiado movimiento de gente, pero tampoco está vacía. Kim es muy ágil en sus labores, me impresiona. Da instrucciones a todos mientras ella lleva pedidos de café o sándwiches. Espero ser tan buena como ella en algún momento.

Observo a mi alrededor después de una hora, hay solo dos clientes. Dos señores con traje de oficina que pasan por un café para llevar. Estoy limpiando las mesas y reponiendo las servilletas de cada una. Si no fuese por la música de fondo ya estaría durmiendo sobre alguna silla. Serví dos tazas de café cargado y no lo arruiné, no estuvo tan mal. Pero como ya no hay personas sentadas, debo ocuparme de algo.

—¿Qué haces tú aquí?

Levanto la cabeza con el ceño fruncido. ¿Por qué me hablan así? Mis ojos no dan crédito a lo que ven. ¿De verdad el mundo es tan pequeño? Todo no podía ser tan perfecto. Cuando no divisaba al tal Sean, Kim dijo que estaba limpiando los baños. Que él se encargaba de eso todas las mañanas. Pero jamás imaginé que ese Sean fuera el mismo primo idiota de Derek.

Different Life [#Changes 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora