Malec Una Historia de Amor

El cumpleaños de Alec

ADVERTENCIA: Este capítulo tiene contenido sexual

Dieciseisavo Encuentro - El cumpleaños de Alec

Sonó el timbre. Magnus oprimió el botón para dejarlo entrar, totalmente sin palabras por un momento porque había deseado que Alec estuviese ahí, con tanto anhelo, y se le había concedido. Era más sorprendente que toda la magia que él era capaz de hacer.

· Las Crónicas de Bane, Que comprarle a un cazador de sombras que lo tiene todo, pág. 338 v Inglés

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Alec

Había sido un buen cumpleaños, solo bueno. Como cualquier otro de sus cumpleaños. Con presentes en la mañana y su mamá cocinando su plato favorito para la cena. Se sentía bien llegar a los dieciocho. Ser un adulto oficialmente. Parte de la Clave. Un Cazador de Sombras. Empezando el día de hoy, Alec empezaría a recibir un salario por parte de la Clave. Él podía moverse de la casa de sus padres si así lo quisiera. Vivir por su propia cuenta. Quizás viajar a otros Institutos en el mundo. Él no quería nada de eso, pero saber que ya era una posibilidad era muy bueno. Era un buen cumpleaños, pero solo bueno, no lo suficientemente bueno. Alec había estado batallando todo el día con el sentimiento de querer estar en otro lado. En un loft en el Brooklyn para ser exactos.

Tenían sopa de espagueti para cenar. Alec la había escogido porque sabía lo mucho que le gustaba a Max. Max había estado normal acerca de su cumpleaños, pero como siempre, mucho más interesado en Jace que en él. Él era el típico hermano mayor de Max, ordenándole todo el tiempo que limpiara su cuarto y estudiara para su examen de runas. Pero Jace... Max adoraba a Jace. Había sido así desde que Jace se había movido a vivir con ellos cuando él tenía diez. Alec estaba de acuerdo con eso, estaba acostumbrado a que Jace fuese el centro de atención. Acostumbrado él mismo a poner a Jace en primer lugar sin que él hiciese lo mismo. Para Jace, él pasaba desapercibido. Jace se encontraba mucho muy ocupado con sus propios problemas como para voltear a ver alguno de los de Alec.

Alec sabía que esa era la forma en la que se manejaban las cosas entre ellos, pero el día de hoy, él se la había pasado pensando en Magnus a cada rato. Magnus, que si lo notaba, que si lo veía. Aún no entendía muy bien qué es lo que el brujo veía en él, porque quería pasar tiempo con él. Tampoco era como si Magnus estuviese diciendo, exactamente diciendo, que quería pasar tiempo con él, pero hasta cierto punto, Alec era capaz de percibir la atracción. Hoy más que nunca. Como si alcánzase a escuchar el llamado de Magnus.

Era una locura, se dijo a sí mismo. El brujo probablemente deba estar trabajando y de ninguna manera, a la expectativa de su llegada. Estaba casi seguro de que Magnus ni siquiera recordaba que hoy era su cumpleaños. Se lo había dicho, pero eso había sido dos semanas atrás y en el inter, muchísimas cosas habían sucedido. Magnus probablemente ya lo habría olvidado. Y, aun así, Alec sentía la urgente necesidad de ir a verle. De estar con él y por qué no, si este era su cumpleaños después de todo, él debería poder hacer lo que quisiera este día.

Después de la cena, Izzy sugirió salir por unas bebidas. Jace estaba totalmente de acuerdo y Alec decidió que esta era la mejor idea que se les pudiese haber ocurrido. Dejar a Jace e Izzy en el bar era mucho más fácil que tener que buscar la excusa perfecta para dejar el Instituto el día de su cumpleaños. Después del primer trago, Izzy ya estaba siendo el centro de atención en la pista de baile del lugar y Jace miraba fijamente la bebida de su vaso en un estado de obvio desencanto. Normalmente él estaría tratando de conectar con las chicas del lugar pero últimamente le habían cambiado los hábitos. Ya no lo hacía, no desde que Clary había llegado a su vida.