Destinadas a ser

-7-

Había anochecido, Flor se encontraba recostada en su cama pensando en lo que había hablado con su terapeuta. El poder haber tomado el valor para volver a las sesiones que tan bien le hacían y de las cuales se había olvidado por completo, generaba que se sienta plena, feliz y aliviada.

De repente, alguien toca la puerta.

-Quién es? – dijo Florencia extrañada ya que era muy tarde y dudaba que sus hermanas estuvieran despiertas.

-Yo, Jazmín.

Flor se levantó apurada, hacía todo el día que no veía a su novia y ya la extrañaba. Al abrir la puerta, Jazmín se abalanzó sobre ella, dejándole un beso en sus labios.

-Hola Jaz, qué haces acá? Pensé que ya te habías ido a tu casa, por eso no fui a buscarte a la cocina.

-Si, ya terminé pero preferí pasar a traerte helado y charlar un rato con vos, te parece? O estas muy cansada?

-Estás loca? Para nada, vení, pasá.

Flor se recostó nuevamente en su cama haciéndole señas a Jazmín para que hiciera lo mismo. Ambas quedaron acostadas en el centro de la cama matrimonial, tomando helado.

-Te iba a contar mañana, pero bueno, te cuento ahora. Viste que vos siempre me decías que tenía que volver a hacer terapia? Que me iba a hacer bien y me iba a ayudar?

Jazmín no entendía muy bien a donde quería llegar Flor con esa pregunta, pero asintió con la cabeza sin decir nada más, escuchando atentamente.

-Bueno- prosiguió Flor- hoy me desperté decidida a ir, y empecé de nuevo.

-Ay gorda! Me pone muy feliz- expresó la cocinera con una sonrisa gigante dibujada en su rostro.

-Si, la verdad es que no sé por qué dejé de ir en su momento, sabiendo que me hacía tan bien viste. Pero bueno, me di cuenta que de verdad lo necesitaba, y no me equivoqué, estoy muy contenta y me siento más fuerte que nunca.

Jazmín se conmocionó al escuchar la valentía que Flor tenía y como se esforzaba por ser cada día mejor de lo que ya era.

-Te quiero tanto Flor, me pone muy muy contenta que hayas decidido empezar y poder así afrontar todas tus inseguridades.

Los brazos de ambas se hundieron en un abrazo, seguido de un beso corto, pero con cierta pasión.

Luego de un silencio rotundo, Jazmín cambió de tema por completo y comenzó a recordar momentos que vivieron juntas.

-Gorda, creo que nunca te dije lo que te voy a decir...

-Qué pasa, no me asustes, qué es- dijo Flor totalmente exaltada quien comenzó a sentir cosquilleos en todo el brazo, antes de que se golpeara el pecho, Jazmín la frenó.

-Ey, no es nada malo, relajá. Es mas  bien, algo lindo.

Te acordás la noche que fuiste a cuidarme a casa porque me había caído haciendo la mudanza?

-Si, la noche antes de nuestro primer beso, como olvidarlo...- Flor comenzó a sonrojarse como toda una adolescente.

-Bueno, me acuerdo, que ambas sentíamos atracción una de la otra, pero a decir verdad yo no sabía qué era lo que te pasaba conmigo...-Jazmín hizo una pausa.

Pero ese día, ese día supe... supe que vos estabas hasta las manos.- Jazmín entre risas miraba a Flor que la escuchaba atentamente.

-Si, estaba totalmente hasta las manos- rió Flor.

-Cuando te ofreciste a hacerme masajes, yo fingí quedarme dormida. Pero en realidad, estaba despierta, y te escuché- Jazmín comenzó a sonrojarse, al igual que Flor.

Te escuché, y ahí me sentí en las nubes.

-Qué escuchaste?- insistió Flor fingiendo no entender a lo que se refería.

- Que gustabas de mí.

Florencia comenzó a reírse, nerviosa, como una niña. Empezó a llevarse helado a la boca sin parar y a no hacer contacto visual con su novia quien la mirada extrañada.

Jazmín también empezó a reírse y se acercó a ella, lentamente.

-Cuando escuché esas palabras salir de tu boca fui la mujer más feliz del mundo. Sabía que todo iba a cambiar a partir de ese momento, y así fue.- estas últimas palabras fueron dichas a medida que Jazmín se acercaba lentamente a Flor con la mirada directamente apuntando hacia su boca, al llegar a destino, Jazmín depositó sus labios pintados de rojo sobre los de su novia, quien no se resistió y cayó a sus pies.

Los besos de Jazmín comenzaron por las mejillas de Flor y posteriormente, a descender lentamente, por el cuello, el pecho. Las yemas de sus dedos comenzaron a acariciar el estómago de Flor quien lo tenía descubierto, la piel comenzó a erizarse y un pequeño suspiro salió de su boca.

Seguido de esto, entre caricias, los labios de Jazmín presionaron fuertemente los de Flor, haciendo que sus lenguas se encontraran desembocando en un beso violento. Ambas comenzaron a desvestirse, lentamente.

Al llegar al contacto piel con piel, Flor tomó el mando de la situación recostándose por encima de Jazmín, quien la miraba con una leve sonrisa dibujada en su rostro. Los labios de Florencia comenzaron a descender dejando besos en toda la superficie de su piel hasta llegar a la entrepierna de la pelirroja, sus labios se posaron en sus partes haciendo que llegue a su máximo placer. Jazmín lanzó un leve gemido que expresaba la gloria misma y simulaba el coro de los ángeles. 

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Holaaa, les cuento que tengo un problema de impaciencia y me pasé toda la tarde escribiendo capítulos y no puedo resistirme a subirlos a todos. 

Lo siento, sepan disculpar mi ansiedad.