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Jazmín se encontraba trabajando en la cocina, tenía un humor muy poco agraciado ya que estaba sola y la única ayuda que tenía era la de Poli. La pobre se desganaba para complacer a Jazmín y alivianarle un poco el trabajo, la cocinera estaba totalmente agradecida porque sin la niña no hubiera podido llegar al almuerzo.

De repente, entró Leo, con su energía tan peculiar.

Jazmin lo vio entrar un poco alterado, no entendía muy bien que era lo que le trataba de decir.

-Leo, qué te pasa hijo, estas bien?

-Si... emm... te están buscando... creo que vas a tener que ir antes de que surja algún problema..

Jazmín no entendía muy bien que era lo que quería decir, hasta que de repente entra ella, entra Elena, cuya presencia en la cocina generó un silencio característico. Poli y Leo se retiraron de la cocina, y quedaron solo ellas dos.

Hacía meses que no la veía y habían terminado todo muy claro, Jazmin no entendía qué era lo que hacía ahí.

- Hola- gesticuló Elena con esa tranquilidad que tanto la caracterizaba- pasaba a saludarte, vine a Buenos Aires a buscar el resto de mis cosas, porque me mudo definitivamente a Berlín.

- Jazmin se acercó a su ex novia y le dio un abrazo, al hacerlo sintió que algo entre sus cuerpos estorbaba el contacto de ellos en su totalidad, al apartarse pudo ver que Elena estaba embarazada.

No comprendía qué era lo que estaba pasando, estaba totalmente extrañada, de repente se le vino un recuerdo a su mente.

(6 años atrás)

-Elen,vamos a seguir evitando este tema?

-Jaz no hay nada de qué hablar, ya te dejé en claro, yo no puedo darte lo que vos necesitás, tengo mucho trabajo y no tengo tiempo para tener hijos- dijo Elena, con un tono frío y desinteresado.

-Acaso eso es lo que querés? Vivir toda tu vida atada al trabajo, sin una familia que te de amor? Llegar a tu casa, sentir soledad y silencio en vez de escuchar los pasos de niños correteando por la casa y sus risitas?

-Para qué quiero eso? Si te tengo a vos, con eso me basta amor.- el egoísmo de Elena sorprendía a Jazmín.

-No, pero a mi no me basta.- Al decir estas palabras, Jazmín se encontraba llorando, las lágrimas caían por sus mejillas sin parar y la voz comenzaba a hacerse cada vez más ronca y sus palabras comenzaban a interrumpirse por el carraspeo constante.

-Yo no voy a cambiar de opinión, yo elegí el trabajo, elegí dedicarme a la investigación y eso es lo que me hace feliz. Si no querés adaptarte a mi estilo de vida, no sé si vamos a poder seguir, perdóname, pero yo no puedo darte lo que vos querés.- Elena sostenía esta fría y dura postura mientras miraba a su novia desplomarse sobre el sillón de su departamento, en un mar de lágrimas que no podía parar de crecer.

-No puedo seguir más esto, me hace muy mal.

-Jaz..Jazmín! – Elena pudo observar como Jazmín había quedado totalmente tildada, mirando a la nada.

Al reaccionar y caer en la realidad, los ojos de Jazmín se fijaron en la panza de Elena.

Cuando su ex novia se dio cuenta, intentó taparse la evidencia con su saco de color rojo, pero este no le cubría los 5 meses de embarazo que ya tenía encima.

-No puedo creerlo- dijo Jazmín, con una voz llorosa y entrecortada, intentaba evitar largarse a llorar, pero no pudo contenerse, y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos- bueno, no sé qué decirte, pero te felicito. Estoy sorprendida, perdón- establecía la cocinera mientras se secaba las lágrimas con las yemas de sus dedos.

Destinadas a serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora