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El silencio en la sala era inmenso, sólo podían escucharse las agujas del reloj y la lapicera de la secretaria la cual hacia que rebote sobre el escritorio una y otra vez.

Flor y Jazmín se encontraban sentadas en el hall del lugar esperando ser atendidas por la jueza, ese día tenían una reunión en donde iban a entrevistarlas con el objetivo de conocerlas mejor. Podía notarse el nerviosismo de Flor, sus pies tamborileaban en el suelo sin cesar, las manos no dejaban de moverse, se rascaba sus brazos pero, sin embargo, podía controlar sus tics, ninguno se evidenciaba hasta el momento y eso era una buena señal. Jazmín también estaba nerviosa, sus labios estaban todos cortados a causa de sus propias mordidas que, levemente, iban despelechando los mismos, con las uñas de una de sus manos rascaba la pintura de las de la otra haciendo que esta se saltara dejando ver el color de su piel debajo del esmalte que llevaba puesto.

Ninguna hablaba, sus miradas estaban fijas sobre los cuadros que se encontraban al frente de sus ojos, de repente una puerta se abrió, del interior salió una mujer vestida con un traje totalmente negro, su cara era armoniosa pero a su vez, demostraba cierta seriedad.

- Buenos días, ustedes deben ser Jazmín y Florencia, ¿o me equivoco?.

- Hola buen día- dijo Jazmín a medida que se paraba y se ubicaba al frente de la mujer- si, ella es Florencia Estrella y yo soy Jazmín del Río, un gusto. - seguido de esto estrechó su mano para saludar formalmente a la jueza, luego, Flor imitó a su mujer.

- El gusto es mío- dijo la jueza con una leve sonrisa dibujada en sus labios- pasen a mi oficina.

Flor y Jazmín ingresaron a la sala, y prosiguieron a sentarse al frente del escritorio de la mujer quien las acompañaba por detrás y les preparaba dos tazas de café.

- Bueno, bueno, así que ustedes son las aspirantes a adoptar a Alelí- mientras la mujer decía estas palabras, apoyaba su mentón sobre sus manos y miraba detenidamente a ambas mujeres que tenía al frente, quienes tenían la cara totalmente desfigurada a causa de los nervios que invadían sus cuerpos- les cuento, que me pone muy contenta...

Al oír estas palabras, los ojos de Flor y Jazmín se abrieron y un pequeño suspiro de alivio fue soltado de sus bocas. La jueza prosiguió sin esperar una respuesta a lo les acababa de decir.

- Desde que Alelí quedó en manos del estado, yo fui la encargada de llevar adelante su caso, establecí una relación muy fuerte con la niña por lo que cada persona que rechazaba su adopción hacía que la pequeña se encuentre aún más triste de lo que estaba, cuando me enteré de ustedes me alegró un montón la noticia.

- Nosotras hace un tiempo largo que venimos intentando tener un hijo, pero por alguna razón, ninguna de las dos puede quedar embarazada- Flor contaba esto sin establecer contacto visual con la mujer que tenía al frente- y cuando conocí a Alelí, supe, estaba segura, que ella era la indicada, y Jazmín también sintió lo mismo.

- Así es- dijo la pelirroja con una sonrisa esbozada en sus labios- nosotras tenemos muchísimo amor para dar, y esa nena necesita un montón de afecto el cual se lo podemos brindar.

La jueza escuchaba detenidamente a ambas mujeres, estaba conmovida.

- Me alegra mucho escuchar eso, ahora lo único que tienen que hacer es responderme a unas preguntas, es sólo una formalidad, se los digo para que se queden tranquilas, ya que el hecho de responderlas no hace que el trámite se eche a perder, ¿sí?

Ambas asintieron con la cabeza.

- ¿Hace cuánto que están juntas?

- Ya va a hacer casi dos años que somos pareja, pero antes de serlo, fuimos amigas- dijo Jazmín mientras tomaba la mano de su mujer.

- ¿Viven juntas?

- Si- sostuvo Flor- hace unos 9 meses que convivimos.

- ¿Cómo es la convivencia? ¿Cómo se reparten las tareas?

- Las dos hacemos todo lo que sea necesario, todos los martes y jueves va una señora que nos ayuda a mantener la casa limpia. Yo generalmente me encargo de la cocina, porque soy chef y me gusta, pero el resto de las actividades las hacemos en conjunto- Las palabras de Jazmín sonaban sólidas y seguras, Flor sólo miraba y asentía a lo que su mujer le decía.

La jueza anotaba todo lo que Jazmín y Florencia le decían, y además, grababa la entrevista con un aparato.

- ¿Cuáles son sus ocupaciones? Digo, en el ámbito laboral...

- Yo soy dueña de un hotel, junto con mis hermanas, me suelo encargar de los proveedores. Y además, con Jazmín, hace menos de tres meses abrimos un restaurante en Palermo, así que nos encargamos de eso también, tenemos unos 12 empleados trabajando para que todo esté en orden, y nos está yendo muy bien.

- Muy bien- la jueza soltó su lapicera, guardó su libreta y apagó su grabadora, seguido de esto, miró fijamente a Florencia y Jazmín- todo salió estupendo, yo creo que no va a haber ningún problema para seguir con el papeleo y los trámites de adopción, lo que sí, hay dos condiciones que tienen que cumplir para que todo sea más ligero...

Jazmín y Florencia se sentían en las nubes, sus labios dibujaban una gran sonrisa y sólo se limitaban a asentir a lo que la jueza les decía.

- Tienen que apresurar su casamiento, ya que el hecho que estén casadas legalmente hace que se agilice el tema, y además, Florencia, tienes que seguir con terapia ya que van a hacerte un seguimiento semanal con el objetivo de comprobar que tu síndrome está controlado, ¿sí?

- Por supuesto- dijo Flor sin dudar- lo que sea necesario.

- Ah... y me olvidaba decirles que, dentro de unos días, una asistente social las visitará a su casa, estén preparadas porque puede ser en cualquier momento.

Seguido de esto, ambas mujeres estrecharon sus manos con la jueza y salieron del juzgado con una gran sonrisa. Al pisar la vereda del lugar, se detuvieron, giraron su cabeza haciendo que sus miradas se enfrentaran, ambas tenían los ojos inundados de lágrimas, seguían temblando, no podían creer que su sueño cada vez estaba más cerca de cumplirse. Un abrazo hizo que sus cuerpos se pegaran, y así quedaron, durante unos cuantos minutos, el tiempo parecía haberse detenido en ese mismo instante, su felicidad era plena, nada podía salir mal, se sentían totalmente invencibles. 

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Nota: 

Hola!!! Espero que les guste la historia! yo soy muy feliz creándola y me encanta que ustedes me cuenten que tal les parece cada capitulo que publico!. Gracias por el apoyo, si tienen alguna sugerencia o algo que me quieran decir, alguna crítica (constructiva), bienvenida sea!. 

Besos y abrazos para todxs

Destinadas a serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora