-19-

932 57 3
                                    

A la mañana siguiente, Flor y Jazmín despertaron alrededor de las 10 de la mañana, ambas tenían día libre por lo que no había horarios predeterminados.

Al abrir los ojos, Jazmín pudo observar en el rostro de su novia los ojos tristes y cansados de haber llorado toda la noche, su aura se encontraba apagado, ella podía notar como algo en el interior de Flor había cambiado, percibía que ya no era la misma, con solo mirarla sabía, sabía que algo en su alma se había "roto" y no soportaba verla así.

Flor, al despertar, se encontró con la mano de su mujer haciéndole caricias en el pelo, sus ojos verdes y brillosos la miraban con intensidad lo que generaba que su panza sintiera mariposas, era increíble lo que la pelirroja causaba en el cuerpo de Flor con solo mirarla. Sus miradas se entrecruzaron por un rato, y así permanecieron durante un instante, de repente, algo interrumpió el momento, un sonido fuerte que provenía de la puerta irrumpió la tranquilidad del lugar, alguien golpeaba con mucha intensidad. Jazmín se reincorporó de inmediato de la cama, se colocó una camisa que le llegaba a las rodillas y salió de la habitación hacia la puerta de entrada. Al llegar, pudo ver, por la mirilla de la misma, que se trataba de Virginia, en quien podía reflejarse la preocupación en su rostro ya que ambas, tanto Flor como Jazmín tenían los teléfonos apagados y por ende nadie se había enterado de la triste noticia.

En una milésima de segundo, millones de pensamientos pasaron por la mente de Jazmín, no sabía qué hacer, no era capaz de abrir la puerta, no podía afrontar a la hermana de su novia, no tenía la voluntad suficiente para hacerlo y, además, desconocía las intenciones de Flor. De repente, la figura de la Estrella apareció por la puerta que comunicaba el pasillo que daba a las habitaciones con el living, Jazmín, quien sintió la presencia de su novia, giró al verla en búsqueda de una respuesta inmediata, la otra solo se limitó a asentir con la cabeza. Seguido de esto, la pelirroja abrió la puerta, la cual no paraba de ser golpeada por Virginia, al hacerlo, se encontró cara a cara con ella quien se privó de hablar. Ingresó a la casa sin decir una palabra y se dirigió rápidamente hacia donde se encontraba parada Flor, quien estaba en una especie de trance del cual no podía salir. Su hermana mayor, al verla, no necesitó explicaciones, pudo ver en sus ojos la verdad, seguido de esto, abrazó fuerte a Flor quien necesitaba urgentemente un abrazo de su hermana favorita.

Todo pasó en unos minutos, un silencio rotundo inundaba la escena, la incomodidad en el ambiente estaba presente, no sabían cómo proseguir, los tics de Flor estaban totalmente intensificados, pero a través de ellos podía liberarse, era una especie de descargue de cosas que tenía acumulado en su interior.

Minutos más tarde, las tres mujeres se encontraban sentadas en la mesa de la cocina tomando un té, ninguna hablaba, no era necesario, pero algo en Virginia hizo que comenzara a comunicarse, ya que podía notar la tristeza en los ojos de su hermana y su cuñada.

- Les cuento algo?- Virginia rompió el gran silencio que había entre ellas.

Ambas la miraron y sin decir nada, asintieron con la cabeza en señal para que prosiguiera.

- Yo tampoco puedo ser mamá- Virginia lanzó esta bomba como si nada- hace unos años, tuve que tomar un montón de pastillas anticonceptivas por un problema hormonal que tuve y eso dejó secuelas- la hermana de Flor contaba esto con total naturalidad ya que lo tenía aceptado.

- Ay Vir, como no me contaste esto nunca?- Flor, comenzó a preocuparse por su hermana, ya que se había guardado todo para ella sin haber dicho nunca nada.

- No lo conté porque me avergonzaba, no sé, sentí que era el fin del mundo, me parecía lo peor que me podía llegar a pasar, pero después de mucho tiempo entendí, que uno viene a la vida con un propósito, y quizás, el mío no era ser madre, o quizás sí, pero no era el momento- Virginia hablaba con total seriedad, en sus ojos podía verse un cierto alivio de poder hablar al fin de esto- Yo sé que ahora es duro de entender, y que piensas que es totalmente injusto que te pase esto a vos, y es muy lógico, pero ustedes tienen que saber que hay otros métodos para ser madres, y ... todavía pueden intentarlo- estas últimas palabras las dijo mirando fijamente a Jazmín, ya que sabía que ella podía quedar embarazada, es decir, sus estudios no decían lo contrario.

- Obvio que sé que hay otros métodos, como lo es la adopción y también sabemos que Jaz lo puede intentar- decía Flor reflexiva-pero para mí es algo fuerte de aceptar, porque uno de mis sueños era quedar embarazada alguna vez en mi vida, ver qué se siente, llevar un bebé en mi panza, me parece lo más mágico del mundo- los ojos de Flor estaban vidriosos y podía verse reflejados en ellos la desilusión- tengo que darme el tiempo para poder procesarlo y aceptarlo, sé que voy a poder, lo sé, pero es muy duro para mí.

Finalmente, las lágrimas comenzaron a brotar nuevamente de los ojos de Flor y caían por sus mejillas sin parar. Jaz, totalmente asombrada por la fortaleza que tenía su mujer, se levantó de su silla y se acercó a ella dándole un abrazo reconfortador, de esos que recomponen un poco el corazón.

----------------

Alrededor de las 21:00 hs, el timbre sonó nuevamente. Jazmín se apresuró a abrir la puerta ya que sabía de qué se trataba, esta vez era Virginia de nuevo, quien se había ido a buscar al resto de sus hermanas, Miranda, Lucia y Carla se encontraban paradas en la puerta con botellas de vino y potes de helado. Jaz y Virginia sabían que esto le iba a hacer bien a Flor para que recupere esa luz que había perdido y la alegría que tanto la caracterizaba.

Las cuatro hermanas se dirigieron a la habitación de las chicas donde se encontraba Flor recostada, esta no se percató de su llegada y al verlas pegó un salto de alegría, todas se abalanzaron a ella para llenarla de besos, cosquillas y abrazos. Seguido de esto, Jazmín, quien se encontraba en el living, puso música, para que todas bailaran con el objetivo de animar a Flor, esta última comenzó a reír de nuevo gracias a las bromas de sus hermanas quienes hacían lo imposible para verla sonreír.

El resto de la noche se la pasaron bailando, tomando vino y helado sin parar, acompañado de charlas anecdóticas y risas. El corazón de Flor de a poquito se iba recomponiendo y pudo darse cuenta que la vida sigue, todo se supera, y es mejor si lo haces acompañado de una sonrisa junto a las personas que quiere a su lado.

Destinadas a serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora