Salió dando un portazo, mis nervios aumentaron ¿que iba hacer ahora? corrí hasta la puerta, Ryan ya se había ido, volví a entrar a la casa, subiendo rápidamente las escaleras hasta mi habitación, tomé mi celular y marque el número de Ryan varias veces mientras me ponía las zapatillas.
Nada, no contestaba las llamadas ni mis mensajes a su buzón de voz, iban unas diecisiete llamadas sin contestar, iba por media calle, esto es lo malo de no tener un auto.
No tengo idea a donde iba, pero necesitaba la dirección de Edward, aún no se como es que Ryan la tiene, pero estoy segura que llegará.
*Llamada en proceso*
¿Con quién hablo?
No te llamaría si no fuera urgente, ¿sabes la dirección del profesor Edward?, la necesito ahora.
¿Quieres sexo duro con el también?
Alexa no estoy jugando, ¿la tienes?
Si claro la otra vez igual me invito aunque obviamente no fui....
¿La dirección?
Av.Esperanza es un edificio torre B dpto 313.
Ok
*Fin de llamada*
Camine miles de cuadras hasta llegar a la famosa avenida, pasé junto a una heladería y corrí hasta el edificio, entré y me detuve un momento para poder respirar, sentí mi estómago temblar.
Mami promete no forzarte tanto bebé, pensé para mi misma.
Fui hasta el ascensor, apreté el botón, el ascensor fue subiendo con una música relajante, bueno.... a mi me relajo por un momento.
La puerta se abrió y salí, me paré frente a la puerta y pude escuchar un ruido dentro, gemí y trate de abrir la puerta.
No, no, no estaba cerrada.
Toqué la puerta con golpes desesperantes, el ruido de adentro me estaba poniendo nerviosa, me baje y levanté la alfombra frente a la puerta.
Mis ojos brillaron de emoción cuando encontré una llave, la tomé y la introduje en la puerta, al abrirla grité.
¡Iban a matarse!
-¡Ryan no sigas!
Se daban golpes el uno al otro, y yo solo gritaba intentando detenerlos. Tomé una de las almohadas del sofá en un momento desesperado y se las lancé.
De nada sirvió.
-Ryan por favor- supliqué, Ryan golpeó la mandíbula de este, Edward se defendió y golpeó su estómago.
No me había dado cuenta de que la policía había entrado hasta que vi que tomaron a Ryan en brazo, su cara estaba roja de furia, me acerque para abrazarlo. El no me lo devolvió y eso me dolía, pero no lo alejé de mi.
Mi pierna se movía con nerviosismo, estaba sentada delante de un policía y Ryan a mi lado con el ceño fruncido y pose de niño rebelde.
-¿Van a explicarme que sucedió ahí?
-El muy imbécil se lo merecía- gruño Ryan, tenia el labio roto y muchos moretones.
-¿Eres Ryan Thomson cierto?
-Obvio que si- el respondió frío.
-¿Qué te llevo a hacer eso?- el policía hablaba calmadamente, quizás intentando que Ryan lo estuviera también.