Me aseguro de ver que todos siguen durmiendo y salgo de la tienda de campaña. Fuera todo sigue igual y aún no amanece. Rick coge mi mano y tira de ella, me dejo guiar como una completa tonta. Sí, estoy procesando los antiguos sentimientos que sentía por él y a día de hoy vuelvo a sentir. No nos alejamos mucho pues tenemos una buena visión del campamento. Suelta mi mano y se cruza de brazos. Le imito aunque tenga ganas de abrazarlo.
—¿Cómo estás?
Rick suspira y sus ojos se clavan como dagas sobre los míos, siento que su mirada azul me quema intensamente.
—Bien, no hemos encontrado a Merle en la azotea. Solo su mano cortada y restos de su sangre. Luego tuvimos problemas con un grupo de personas que cuidan personas mayores pero salimos bien—no entiendo nada así que me quedo callada—lo importante es que estamos bien todos. ¿Cómo está Dylan? ¿Qué le hice?
Pienso, pienso y pienso en que contestar para no hacerle daño.
—Él está bien solo no está acostumbrado a tu presencia y cuando se asusta solo quiere estar conmigo. Solo tenemos que darnos tiempo y ver como como se da la relación.
Aunque sé que a Dylan también le hubiera gustado un abrazo de su padre, tal vez mi niño se sintiera celoso por no recibir esa atención paterna que Rick no le dio por estar con Carl. O tal vez yo soy la loca que piensa eso porque Dylan no me ha dicho nada. Pero en el fondo sé que él anhelaba atención de su padre.
—Quiero ser un buen ejemplo para mis hijos—susurra y se lleva una mano a la cara—ahora que conozco a Dylan me gustaría que acudiera a mi siempre que este asustado, triste, contento o lo que sea. Solo quiero que venga a mi.
Le detengo enseguida.
—Él se emociona por cualquier cosa pero eso no quiere decir que vaya a dar amor a todo el mundo y mucho menos a alguien que acaba de conocer...
—Pero yo soy su padre.
—Llevas dos días con él no puedes pretender que Dylan vaya a ti como si nada. Es un niño, Rick, y él sabe a quién ir si las cosas se ponen mal. Viene a mi o a Alissa.
Su rostro se torna serio y refunfuña.
—Parece que te molesta más a ti que a Dylan que no haya ido con vosotros primero. Tu también debes entender que no puedo dejarlos de lado, Lori sigue siendo mi mujer y Carl mi hijo.
Claro, una mujer que se acuesta con tu supuesto mejor amigo. Sus palabras me taladran en el corazón. Me duele, pero no lo hago notorio y sonrío con hipocresía.
—¿Y nosotros que somos para ti? ¿La otra familia a la cual vas a acudir cada vez que te apetezca?
Él suspira y niega con la cabeza repetidas veces.
—¿Por qué siempre exageras las cosas? Te recuerdo que yo no soy el que se marchó y no puedes pretender que los deje de lado, también son mi familia, Alexa.
—¿Cuándo vas a perdonarme de verdad? Esto me demuestra que no has pasado página y en parte lo entiendo. Entonces te digo que yo no quiero nada contigo—suelto con rabia en cada palabra—se acabó lo nuestro, Rick, sigue con tu familia perfecta. ¿Crees que ahora nos haces falta? Estuvimos de lujo sin ti durante todos estos años, no tiene porque cambiar nada.
Todo lo que le digo lo toma de sorpresa. Ni yo misma esperaba soltarle todo eso pero ya no hay marcha atrás. Me doy media vuelta y antes de que pueda irme me detiene.
—Sino quieres que nada entre nosotros funcione, esta bien lo entiendo y acepto. Pero no puedes ponerte de ese modo, ahora que sé que Dylan es mi hijo no pienso dejarlo de lado. Somos adultos, Alexa, ya no somos unos críos para andarnos mareando. No quieres nada, perfecto, pero yo quiero a mi hijo a mi lado.
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La otra familia. [Rick Grimes]
FanfictionRick, tienes otra familia. Creada 17/11/2017 Terminada 29/04/2018