CAPÍTULO 04.

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Veo como Rick se acerca a mi hijo y él levanta la cabeza para ver quién se ha sentado a su lado. Me dan ganas de llorar por presenciar el primer contacto de padre e hijo. Suelto un suspiro cargado de tristeza y observo en completo silencio la escena.

—Eh papá—le llama su hijo que está sentado al lado de Mateo—él es Dylan y él Mateo, he hecho nuevos amigos.

Oírle eso a Carl me da por querer llorar más, está hablando de su hermanito pequeño con emoción.

—Hola Dylan, yo soy Rick.

Mi hijo gira la cabeza y sus ojos llenos de confunsión se encuentran con los míos. Una cosa que le he enseñado es que no tiene que hablar con desconocidos y en cuanto le hago una señal de que puede hablar, contesta.

—Tengo cinco años—enseña toda la palma de su mano y suelta una carcajada. Puedo ver como Rick le sonríe, una sonrisa amorosa que hace que el corazón y el alma me tiemblen.

—Y este es osito, es un oso y mamá dijo que osito era un nombre perfecto para él—también suele hablar mucho cuando está nervioso—. ¿Tú eres el papá de Carl?

El rostro de Rick se pone un poco tenso. Las mujeres terminan de lavar la ropa y se marchan sin dejar de hablar. Alissa me mira y sabe que quiero llorar como una lunática frente a todos. ¿Cuánto tiempo nos va a tomar para que Dylan sepa la verdad?

—Sí, es mi hijo.

Carl le sonríe de vuelta.

—Es genial—murmura mi niño sin borrar su enorme sonrisa—mami me dijo que papá está en el espacio.

Rick enseguida me mira, no sé descifrar su mirada. Me encojo de hombros sin ser capaz de emitir palabra alguna. No imaginé que fuera tan difícil.

—Echo de menos a mi papi, quiero saber como es. Mami me dijo que me parezco mucho a él.

El rostro de Dylan se contrae y tiene pinta de que va a llorar. Y no sé como tomar lo siguiente que suelta Rick, me deja mas tiesa que un palo. Ahora solo quiero cogerlo por el cuello y asfixiarlo.

—Yo soy tu padre.

Dylan saca los pies del agua y se pone de pie, corre hacia a mi con los ojos cubiertos de lágrimas. Alissa y Mateo se quedan mudos. Y el pobre Carl está muy pálido. ¡Son niños no entienden las estupideces que hacemos los adultos! ¿Cómo se le ocurre soltar eso de golpe? Acordó en ir despacio. Me agacho para estar a la altura de mi hijo y con el pulgar le retiro una lágrima.

—¿Es él mami? ¿El papá de Carl también es el mío?

Le sonrío sin enseñar los dientes y tomo aire antes de contestar.

—Nosotros os dejamos solos—susurra Alissa mientras se va con Mateo.

—Es él, mi vida. Es tu papi.

Dylan sonríe de una manera adorable y no hay signos de enfado ni rencor. Rick quién está sentado al lado de su hijo intentando explicarle la situación, vuelve a mirarme.

—¿También es padre de Mateo?

—No, mi vida. ¿Qué quieres hacer?

—¿Puedo abrazarlo?

Los ojitos de mi hijo brillan.

—Claro que sí.

Dylan me da un beso ruidoso en la mejilla y corre en dirección de su padre.

—¡Papá, papá, papá!

Carl parece muy enfadado y se va. Rick no hace nada por detenerlo y se concentra en recibir a Dylan. Los dos se funden en un abrazo entre lágrimas. Es el primer momento familiar que tenemos. Lo disfruto a cierta distancia. Vuelvo a ponerme de pie y me seco el rostro empañado de lágrima. Hoy he llorado demasiado para mi gusto. Dylan observa a su padre en silencio y sonríe demasiado. Rick llora como un niño y parece que no se cree tal cosa. Ninguno nos imaginamos que todo iba a pasar el primer día ni que tampoco Dylan haya reaccionado tan bien.

La otra familia. [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora