CAPÍTULO 25.

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—Dale te podía llegar muy adentro—habla Rick en voz alta, dedicándole unas palabras de despedida en su entierro—a mi me había llegado porque no tenía miedo a decir lo que pensaba y lo que sentía. Y eso es tan poco frecuente como valiente. Siempre que tomaba una decisión miraba a Dale y le veía mirándome con esa expresión, esa que todos hemos visto en un momento u otro. No siempre sabia lo que pensaba, pero él sabia lo que pensábamos nosotros. Veía a los demás tal como era, sabia cosas sobre nosotros. La verdad.

Mis ojos se dirigen hacia Carl y me apena verlo llorar. Dylan está triste y no suelta mi mano, le había cogido cariño a Dale. Yo no era cercana a él, ni hablábamos mucho pero es triste ver morir a alguien al que veías todos los días y con un tan solo "buenos días" bastaba para comunicarse.

—Sabia como éramos—continúa Rick sin apartar su azulada mirada de la tierra y piedras que pusimos, una especie de tumba—al final solo hablaba de perder la humanidad. Dijo que el grupo se había roto... y la mejor forma de honrarle es volver a unirnos. Dejar a un lado nuestras diferencias y luchas juntos. Dejar de autocompadecernos y tomar el control de nuestras vidas, nuestra seguridad y nuestro futuro. No se han roto. Se lo demostraremos. Desde ahora, actuaremos como él quería. Ese será nuestro homenaje a Dale.

Desvío la mirada de mi novio y me centro en Shane. Parece que las palabras de Rick no le hacen sentir tristeza alguna. ¿Qué habrá pasado entre los dos? Sé que Dale y él no se aguantaban en lo absoluto... pero podría disimular un poco. Tiene la mandíbula apretada y un gesto de querer irse de allí lo más rápido posible.

🖤🖤🖤

A medio día nos reunimos unos cuantos con Hershel y Maggie.

—Estaremos apretados todos juntos en una casa—señala Rick tras la propuesta del granjero de dejarnos entrar.

—No te preocupes por eso—le tranquiliza Hershel—pero con el arroyo y la ciénaga secándose...

—Tener cincuenta cabezas de ganado es como tocar la campana de la cena—dice Maggie.

Su padre le da la razón y continúa:

—Debí dejaros entrar en casa.

—Bien—concluye Rick sin saber de que manera correcta contestar—vamos a dejar los vehículos junto a cada salida, mirando hacía la carretera. Vamos a hacer una atalaya en el molino y otra en el pajar, ahí. Así veremos el terreno a ambos lados de la propiedad. T-Dog, vigila el perímetro que rodea la casa pon atención a quién entra y a quién sale.

—¿Y quién hará la guardia?

—Daryl y tú tendréis que hacer las dos cosas.

—De acuerdo.

—Voy a meter agua y comida en el sótano—nos informa Hershel—bastante como para sobrevivir unos días, si es necesario.

—¿Y quién va a patrullar?—pregunta Andrea.

—Primero hay que cerrar bien la zona y después Shane asignará turnos mientras Daryl y yo nos llevamos a Randall, para soltarlo.

—¿Volvemos a eso?—preguntamos Shane y yo a la vez.

Ambos nos miramos con cierta curiosidad. Me cruzo de brazos y observo a mi chico. Rick nos muestra una sonrisa de incomodidad. Estoy bastante molesta y preocupada por él.

—Era lo correcto desde el principio pero no lo hicimos.

—Ya, eso es decir muy poco—comenta Shane.

—No estás de acuerdo pero lo haremos—le contesta Rick con cierto tonito irritante. Sigo preguntándome que demonios pasó en ese viajecito—aceptalo y olvídalo.

La otra familia. [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora