CAPÍTULO 09.

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Un nuevo día llega a nuestras vidas y hemos decidido ir al sitio propuesto por Rick. Tengo todo listo así que me reúno con el resto. Shane dice que no hagamos ruido durante el camino y que toquemos el claxon una vez para que el resto de vehículos pare por si sucede algún incidente. La familia Morales decide tomar su propio camino en busca de su gente, respeto su decisión y me despido de ellos. Espero que les vaya bien. Marta también se rehúsa a ir con nosotras y yo me quedo callada. ¿Ella sola con su hija? A Andrea le da absolutamente igual, Alissa protesta y le comienza a enumerar los peligros que correrán. Marta asegura que vamos a ir a un sitio más peligroso. Como siempre yo no digo nada y veo como mi mejor amiga se despide de ellas. Se supone que íbamos a ir en su furgoneta así que me encamino hacia allí y saco nuestro equipaje. 

—¿Dónde ponemos esto?

La pregunta la dejo en el aire porque nadie me está prestando atención.

—En mi coche—dice Daryl. 

Le sonrío agradecida. Detrás de su coche va su moto y me hace gracia que la lleve a todas partes. Daryl se acerca a mi y siento la presión en la mirada de Rick. ¿Ahora a este que le pasa? 

—¿Dónde piensas ir? Los críos pueden ir conmigo, voy solo. Ya sabes llevan a ese tío mordido en la caravana y el resto de vehículos están ocupados. Sobran como dos sitios donde Andrea, como queráis. 

Este hombre me hace sonreír por segunda vez. Más que por mi lo hace por Alissa, esos dos van a acabar juntos. ¡Me encanta!

—Eres muy amable, Daryl. Puedo ir en la parte trasera de tu coche y así mi hijo va dentro con Alissa y Mateo. 

Daryl asiente sin decir nada. Rick va con Lori, Carl, Sophia y Carol. El hombre de mis sueños se acerca y suelto un suspiro mientras me encojo de hombros. Ahora con que ocurrencia vendrá.

—¿Todo bien? 

—Sí, me imagino que irás en la caravana. 

—No, Daryl me ha ofrecido llevarnos en su coche y he aceptado. Me da miedo que el señor se convierta y ponga en peligro a Dylan y Mateo.

—¿Entráis los cuatro?  

—Dylan es pequeñito—él sonríe echando un vistazo a su hijo, quien habla animadamente con Glenn—puede ir en las piernas de Alissa y yo iré detrás. 

Ahora sus ojos se amplían y sé que pondrá alguna excusa descabellada. 

—Imagina que sales volando.

De mis labios sale un puf y me río. Es que Rick tiene una imaginación muy grande, me dan ganas de comérmelo a besos pero no quiero faltar el respeto a nadie. Ni tampoco confundir a Carl con que sus padres ya no están juntos y que ahora sale con la madre de su hermano pequeño. Prefiero que todo quede en la intimidad y lejos de los ojos de gente a la que pueda hacer daño. Me da cierta lastima Lori pero no puedo hacer nada para cambiar el hecho de que las dos nos fijamos en el mismo hombre. En fin, todos tenemos la culpa de algo. Pero puedo asegurar que no siento culpa alguna de haber decidido volver a entregarle mi corazón a Rick. Nadie me puede juzgar pues cuando estamos enamorados no hay poder humano que nos cambie los pensamientos ni nos hagan sentir malas personas por estar con alguien prohibido. Bueno Rick ya no es prohibido, estamos juntos y Lori está al tanto de todo. Todo no va a ser color de rosa, lo sé, me imagino que esa mujer se va a meter en nuestra relación. Pero que me hagan un ring de boxeo que estoy preparada para repartir puñetazos si se me acaba la paciencia. 

—Pues prepárate para recogerme si caigo. 

—Siempre voy a estar ahí. 

—Oh, Rick, que cursis nos hemos puesto. 

La otra familia. [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora