CAPÍTULO 19.

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Es la hora del desayuno y no tengo mucho apetito que digamos. Dale cocina para todos. Desde mi tienda de campaña observo como Lori se aleja por la peste de la carne haciendose. Pobrecita, el asco que debe sentir ahora mismo. Me dan ganas de acercarme y a la vez no. Estoy esperando que le de la noticia a Rick o al mismo Shane. Opto por quedarme sentada para seguir leyendo el bonito libro de romance.

Paso gran parte de la mañana leyendo. Me mantiene un poco alejada del mundo en el que vivimos. Glenn se marcha al pueblo y solo le pido que me traiga compresas. ¡La regla ha decidido venir a torturarme! Ni siquiera mi pequeñín puede alegrarme, tengo un mal humor insoportable. Ni yo misma me aguanto. De un momento lloro y al otro me estoy riendo. En completa soledad lloro y río como si fuera una loca. Malditas hormonas.

Inclino la cabeza hacia arriba y observo el cielo azul. Hace un bonito día y ver aquella maravilla me hace sentir un poco mejor. Alissa me ha hecho el favor de llevarse lejos de mi a Dylan, no quiero gritarle ni nada por el estilo.

—Eh, traemos lo tuyo—grita Maggie.

Me giro sobre mi silla de playa y observo a la pareja llegar. Maggie parece muy enfadada con Lori.

—Maggie, espera, por favor.

Me levanto de la silla por pura curiosidad. Lentamente me acerco para averiguar que está pasando.

—Venid aquí—les pide.

Glenn me mira.

—¿Por qué? No hay nada que ocultar—chilla y comienza a sacar cosas de una bolsa—. Tenemos tu entrega aquí, crema hidratante, acondicionador, tu revista de la tele...

—Maggie—susurra Lori sin saber que más decir.

—La próxima vez que quieras algo, baja tú a por ello, no somos tus criados.

—Oye, no...

—¡Y tus píldoras abortivas!

Dicho eso se marcha tras echarme una breve mirada. Madre mía el carácter de la hija del granjero. Lori me mira, sabe que lo he escuchado todo.

—Esto es para ti—dice mi amigo y me pasa las compresas.

—Vale, gracias.

Asiente con la cabeza y se marcha detrás de Maggie. Por lo que vi la chica tenía una mancha de sangre en la camisa, ¿qué habrá pasado? Lori se ha pasado mil pueblos pidiendo todas esas tonterías. Y como estoy de mal humor la víbora que vive dentro de mí decide hacerse paso y salir al exterior.

—¿Cuándo pensabas decir que estás embarazada?

—No creo que sea asunto tuyo.

Su respuesta cortante me irrita mucho más.

—Si implica a Rick, sí. ¿Acaso es su bebé?

Ella asiente y a mi me dan los siete males.

—Así que eres tan liberal que te acuestas con él y con Shane a la vez—ella se queda pálida y yo comienzo a aplaudir. ¿Qué me pasa? No me reconozco—. Bravo, pensé que tú no podías sorprenderme más y me equivoque. Así que pides mil mierdas y también pastillas para abortar. Ahora no me digas que Rick es el padre porque no sabes con seguridad quién es.

—¡Detente!

—¿Y si no quiero? Gracias por arruinar mi relación con Rick. En serio, muchas gracias.

Ella se queda callada. Suspiro y me doy media vuelta para irme a mi tienda de campaña. Conozco a Rick y va a convercerse al cien por ciento que aquel bebé inocente es su hijo. Pelearemos, nos mandaremos a paseo y nuestra relación acabara. 

La otra familia. [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora