CAPÍTULO 18.

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A la mañana siguiente por fin mi pequeño puede levantarse de la cama y está más animado que nunca. El día luce precioso y mi buen humor es notable. Alissa y Lori se van con los niños a darle de comer a las gallinas. Esos celos me hacen daño, me enloquecen. ¡Es mi mejor amiga, mía! Dejando el drama de lado, paso el tiempo escuchando el nuevo plan de Rick para encontrar a Sophia. En realidad solo estoy parada ahí viendo la frustración de Shane, lo cual me hace gracia, porque se tiene que morder la lengua para no ir en contra de las decisiones de mi chico. Sé que Shane quiere parar de buscarla y dejar de exponer al resto del grupo en peligro; pero no podemos hacer eso, es una niña inofensiva perdida por el bosque. Aún me dan escalofríos de tan solo pensar en que estado estará la pequeña. No sé como Carol puede mantenerse en pie sabiendo que su hija está perdida, ella es una mujer muy fuerte. 

Veo acercarse a Glenn con una cesta de frutas entre sus manos, nos ofrece a todos una. Parece nervioso y me pregunto por qué. Sus ojos rasgados se dirigen hacia Lori y vuelven a Rick. Shane le pide sus prismáticos, él se los devuelve y desaparece tan rápido como puede. ¿Le habrá pasado algo con la hija del granjero? Ayer lucía super feliz y ahora su gesto es completamente diferente. 

—Queremos aprender a disparar con vosotros hoy—aparece Beth en compañía de Patricia.

—Hershel lo dejó muy claro—comenta Rick tras echarme una mirada—no puedo hacer nada con vosotras sin que él de su aprobación. 

—No le ha gustado—dice Beth—pero lo ha consentido. 

—Otis era el único que sabia disparar y ahora qué no está... tenemos que protegernos, su padre ha entendido que es lógico. 

—No os ofendáis pero tengo que preguntárselo a él.      

Unos minutos después Shane le informa a Rick que su hijo lleva un arma encima. Lori se pone como una loca y yo me limito a observar. Ni se me pasa por la cabeza darle un arma a Dylan, apenas está terminando de aprender a atarse los cordones de los zapatos. 

—¿Cómo coño ha pasado esto?—pregunta Lori totalmente alterada. 

—Bueno es culpa mía—dice Dale—yo le dejé entrar en la caravana. Dijo que quería un walkie-talkie, que le habías mandado tú a por él. 

—Así que aparte de todo lo demás, miente. 

Rick no sabe que decir. 

—Quiere aprender a disparar—añade Shane—me pidió que le enseñara. Y no es asunto mío, pero no me importaría hacerlo. Vosotros decidís. 

—A mi no me parece bien—todos la miramos—oye no me dejéis como si yo fuera la mala de la película. ¿Rick? 

—Bueno, a mí también me preocupa, pero... 

—Nada de peros, ya ha visto que le han disparado a su hermano. Apenas hoy se ha levantado, ¿y ya quiere un arma? 

¿Le ha dicho su hermano? Me cuesta asimilar que esas palabras hayan salido de la boca de Lori. Como Carl no es mi hijo no puedo opinar sobre el asunto, debo respetar ciertos limites. 

—Es mejor eso a que las tema—contesta Rick—tenemos armas por un motivo, debe aprender a manejarlas con seguridad. 

—Yo no quiero que mi hijo vaya por ahí con una pistola. 

—¿Cómo puedes decir eso? ¿Es mejor que vaya por ahí sin protección?    

—De momento aquí está seguro. Oye todo lo que has dicho tiene mucho sentido pero es mi instinto... verás algo me decía que no le dejara ir con vosotros al bosque y ojalá haya seguido mi instinto.

La otra familia. [Rick Grimes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora