La otra familia. [Rick Grimes]

CAPÍTULO 10.

Al final mi hijo se deja sacar sangre como todo un campeón y no llora. Todos nos dirigimos al comedor en completo silencio y tomamos asiento. La verdad es que estoy hambrienta. Entre todos hablamos sin parar y compartimos una cena en toda regla. Hasta me doy el lujo de tomar un par de copas de vino. El doctor ese nos da habitaciones para todos y dice que hay agua caliente. Hablé con Rick y los dos acordamos en ir a la sala de juegos a ver un álbum de fotos sobre Dylan. Alissa me hizo el favor de cuidar a mi hijo y supervisarlo mientras se baña. En silencio entramos a la habitación y nos sentamos sobre un cómodo sofá blanco. Me inclino para darle un beso en los labios y abro el álbum. 

—Esta es de cuando nos mudamos al primer departamento, era pequeño pero perfecto para nosotros. 

Rick sonríe de oreja a oreja mientras ve la foto. Allí salimos los dos sonriendo a la cámara en un apartamento viejo y vacío. 

—El primer cumpleaños de Dylan—susurro señalando la foto con emoción—vinieron casi todas las vecinas del barrio. Digamos que era muy querida. Oh mira a Alissa y a Mateo, amaban con locura mimar a Dylan. 

—Me vas a hacer llorar—murmura sin dejar de sonreír—. ¿Llevas mucho con Alissa?

—Sí, la conocí cuando estaba en los últimos meses de embarazo. Ella, Mateo y mi madre era lo único que tenía en ese entonces. Cuando Dylan cumplió tres años mi madre murió y—un suspiro se escapa de entre mis labios—sentía que no podía seguir viviendo en su casa, todo me recordaba a ella así que la puse en venta y me marche. Pedí un préstamo al banco, más el dinero de la casa y los trabajos que tuve, compré una casa al lado de Alissa. 

—Siento lo de tu madre. 

Asiento sin saber que decir. 

—¿Este quién es? 

Mis ojos se dirigen a la siguiente foto y suelto una risita inocente. ¿Qué le digo? Estoy entre decirle la verdad o mentirle. Opto por la primera. 

—Ethan—al decir su nombre me es imposible no sonreír—fue mi novio durante un par de meses. 

Rick me mira con el ceño fruncido. 

—Fue un buen hombre y quería a Dylan como si fuera suyo—mi comentario parece herirlo pero continúo con mi historia—un día me llenó la casa de flores para pedirme matrimonio. Le grite que era un idiota y que no pensaba casarme con él. Siguió insistiendo día tras día hasta que acepte. Necesitaba saber si podía volver a enamorarme—Rick asiente repetidas veces y no me interrumpe—y creí que lo estaba consiguiendo. Ethan era militar y... se marchó con la promesa de que al volver nos casaríamos, nunca lo volví a ver. Lo mataron en una misión. Y sentí que me ahogaba durante su funeral fue un momento muy doloroso, me di cuenta que lo quería de verdad.

Rick me mira con tristeza.

—Siento que la vida te haya arrebatado la ilusión de volver a amar a otra persona. 

—Pero ahora estás conmigo después de muchos años—suelto para cambiar el rumbo de la conversación, no quiero que esté incomodo—. ¿Quién lo diría?       

Rick ladeó la cabeza hacia un lado y sonrío. Los dos tenemos un par de copas encima.

—Me acuerdo cuando te vi por primera vez en el pueblo, con el rostro totalmente perdido. Y te acercaste a preguntar llena de inocencia como se iba a la estación. Quede hipnotizado cuando me hablaste y Shane se dio cuenta de ello. A los dos días apareciste por la comisaría diciendo que te habían robado, estabas tan enfadada que me pareciste el ser humano mas tierno y precioso que haya visto en mi vida.

Sonrío recordando los viejos tiempos.

—Que joven e inocente era. Yo sabia que eras mayor para mí—susurro como si fuera un gran secreto—pero igual acabe coladita por ti. Era en plan este hombre tiene que ser mío cueste lo que cueste.