Amor prohibido.

¿Por qué me lastimas?

La hora escolar concluyó, varios estudiantes salían del instituto para dirigirse a sus casas y hacer sus tareas.
Una pequeña chica de figura esbelta y cabello corto esperaba con impaciencia y emoción en el portón de la escuela, sus mejillas ruborizadas se hacían notorias al traspasar su blanca piel. Rin esperaba la llegada de Len, quien aún se encontraba en el salón, después de unos 5 minutos visualiza la figura de su hermano salir del instituto.

— ¡Len! Tonto, te he estado esperando—habla rin mientras hace un puchero.

— Perdón Rin, pero realmente no estoy de humor— responde cabizbajo, el ceño fruncido de este daba a entender su enojo.

— ¿Eh?— la rubia realmente estaba sorprendida ante en comportamiento de su hermano, algo extraño en él.

Rin al no escuchar palabra alguna de Len, levanta su mano para dirigirla al rostro del rubio y tocar la mejilla de este. De manera repentina siente el rechazo de Len, quien le pegó en la mano para así apartarla.
La mano de Rin enrojeció por el golpe y ella quedó pasmada ante el comportamiento de Len.
¿Cómo es que su humor cambio tan rápido?

— L...Len — Tenía ganas inmensas de llorar, no podia creer que él la hubiera rechazado de esa forma.

— Por favor Rin, vete a casa sola hoy.

Esto fue lo último que dijo, Rin corrió desesperada a su casa, el corazón se le agitaba al igual que la respiración, mil sentimientos cruzaron en su corazón el cual le dolía increíblemente, una mezcla de tristeza y enojo recorría su cuerpo ¿Cómo es que él era capaz de tratarla así?

Al llegar a la casa sube rápidamente a su habitación sin saludar a sus padres y cierra la puerta de un golpe, mete seguro mientras temblaba y se dirige a la cama.

— N... No puedo creer que sea así conmigo.

Toca su rostro intentando no llorar, pero fué en vano las lágrimas salían incontrolablemente de sus ojos, mojaba su almohada de gotas saladas llenas de tristeza; y así estuvo por un tiempo, intentaba calmarse y aceptar la situación.

Pensaba en cosas positivas, quizás y Len no tuvo un buen día lo cual lo conllevó a hacer tal acción tan hiriente.

Pero ¿Qué fue lo que pasó? Hace algunas horas Len estaba tan feliz como siempre y había hecho planes con su hermanita, para después hacerla sentir la persona más miserable del planeta... O almenos de su casa.

Transcurrió un rato y ella se queda profundamente dormida, sus ojos estaban notoriamente enrojecidos e hinchados, unos golpecitos se escuchaban en la puerta haciendo que ella reaccionara.
Se le había olvidado el pequeño detalle de que Len y ella comparten habitación.

— ¿Rin?—escucha la voz de Len al otro lado de la puerta.

Decide no responder, simplemente recarga la espalda en la puerta mientas se sienta, escuchando atentamente las palabras de Len.

— Rin, ¿Puedes abrirme?

Sin escuchar ninguna respuesta sigue hablando.

— Rin por favor, perdóname, no quise.... No quise lastimarte.

Sigue sin haber respuesta alguna.

— Realmente fui un idiota, hoy no tuve un buen día y... Me desquité contigo, no sabes lo estúpido que me siento así que por favor...

— Ábreme Rin, sé que estás ahí, puedo asegurar que estás escuchandome mientras estás sentada pegada en la puerta.

Len se sienta para quedar al mismo nivel que Rin.

— Por favor.

La chica se niega a contestar, realmente la había lastimado, almenos Len debería tener un castigo.

El rabillo de la puerta comienza a girar, el sonido de la llave suena y se abre la puerta lentamente, que estúpida fue Rin, se le olvidaba el pequeño detalle de que Len traía la llave del cuarto siempre consigo.

Al abriese la puerta deja ver el rostro enojado del rubio, el cual veía ferozmente a la pequeña Rin...