Mi razón.

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-Bueno y... ¿Que te trae por aquí, cariño?- cuestiona la señora Kagamine mientras toma un sorbo de té.

- Pues... Quería realmente encontrarme con Rin y también tengo asuntos que hacer aquí.- responde Nero comiendo un gran bocado de curry.

- ¿Asuntos?, ¿Que tipo de asuntos?-pregunta la pequeña rubia con interés.

Nero le dirige una sonrisa -Eso lo sabrás pronto Rin, es una sorpresa.

- Sabes que no me gusta que me dejes con la duda- bufa haciendo un puchero.

- Por lo tanto, ¿Por qué no subes las maletas de Nero, cariño? Llévalas a la habitación de huéspedes.

Sin decir palabra alguna, Rin toma las maletas del castaño y las sube, dejando solos a su madre con Nero.

- Supongo que eso lo hiciste a propósito... Hacer que Rin se vaya.

- Exactamente - toma otro sorbo de té- Ahora dime a qué veniste exactamente, porque para que vinieras de Estados Unidos con todas tus maletas debió ser por algo.

- Tuve muchos problemas allá... Nada del otro mundo...

- Nero- interrumpió mientras le dirige una mirada seria- Eres aún un niño, sabes que puedes decirme que sucede.

- Mi padre... Él se metió en asuntos que no debía. Trabajaba tranquilamente con el gobierno de allá, todo iba excelentemente - se detiene para tomar un poco de agua y recobrar la respiración- pero supongo que supo algunas cosas que no debía saber y también hizo cosas equivocadas que ocasionó que lo empezarán a buscar para...

- ¿Asesinarlo? - interrumpió la mujer mientras con su mano tapa su rostro en señal de asombro.

- Exacto, buscaron a mi padre, él todavía no nos decía palabra alguna, pero nos cambiamos de hogar en varias ocasiones... Mi madre, ella estaba entrando en depresión con el cambio repentino de papá, hasta que un día colapsó y la transportaron a un hospital de prestigio allá. Las personas que buscaban a mi padre supieron eso y fueron directamente a donde estaba mi mamá, ese día yo estaba en la escuela privada.
Un día, después de clases, como era costumbre visitaba a mamá y le llevaba algún arreglo floral. Pero cuando llegue a la habitación de hospital simplemente no estaba.
Intenté contactar a mi padre, nadie me decía del paradero de mamá. Después de varios días sin saber nada de mis padres, recibí una llamada, era papá que me decía que me fuera de ahí, que regresara a Hokaido y que viviera con ustedes; me había depositado una gran cantidad de dinero a mi cuenta.
Y después de un par de semanas tomé un vuelo, hasta llegar acá.
Realmente no sé qué sucedió.

- Oh... Cariño - Habla la mujer sorprendida ante la historia del chico- ¿Y... Tu tu padre?, ¿No sabes nada de él?

- En lo absoluto, realmente nada, la última vez que oí su voz fue en esa llamada - Levanta la mirada hacia la mujer - Así que por favor, le pido que me dé hospedaje por un tiempo, mientras consigo un lugar en donde poder quedarme.

- Cariño, apenas estás en tus dieciséis años, puedes quedarte el tiempo que tú desees, a Rin le agradas completamente, son amigos desde que estaban en pañales.

- Muchas gracias, se lo agradezco realmente señora.

- Puedes llamarme simplemente Lily- responde la mujer con una amable sonrisa- A pesar de tu edad, veo que haz madurado y te haz convertido en alguien serio.

Nero sonríe apenado ante su comentario y se levanta de la mesa agradeciendo por la comida para dirigirse a la planta de arriba, para encontrarse con Rin.
La chica estaba de cunclillas en el suelo acomodando las cosas del castaño, una sonrisa se plasmaba en su rostro acompañado de un tenue rubor carmín.

Amor prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora