Cap.2 Primeros días

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Llegamos a mi habitación y entre para cambiarme, ya que, según creo iríamos a cazar –era el pendiente que faltaba según Aro, o al menos eso era lo que pensaba - y mi ropa no estaba en muy buenas condiciones, no las propicias para cazar, así que mientras hacía eso, Alec se quedó afuera recargado en la pared de en frente de mi habitación, con aspecto no muy relajado a decir verdad.

Al entrar a la habitación cerré la puerta y me dirigí al armario de la puerta blanca para buscar algo que ponerme, el armario estaba repleto de vestidos formales, faldas, pantalones de mezclilla, camisas, playeras, no había nada muy llamativo, nada estilo "Alice" se podría decir, más bien eran cosas como para alguien…serio, o creo que en este caso, era la ropa indicada para un Vulturi.

Tome un pantalón y una playera gris que estaban ahí –no había colores para alguien de mi edad, nada joven o fresco- y además unos tenis grises también, ya que no estaba de humor para ninguno de los vestidos que estaban también ahí dentro, eso era porque me sentía muy triste y sin ganas de nada, la verdad; si por mi fuera me quedaba encerrada en mi cuarto con el conjunto rasgado que traía puesto mientras cerraba los ojos recostada en la cama, tratando de pensar que todo estaría bien y cosas asi, aunque no fuera del todo cierto.

Después de esto entre al baño y me cambie.

Salí de mi habitación en poco tiempo, ya estaba lo normalmente arreglada, aunque supongo que si Alice me mirara ahora le daría un ataque porque no estaba lo suficientemente arreglada para ella, pero ella no estaba aquí en este momento, -y creo que jamás lo estaría- así que no había problema alguno en salir vestida de esta forma y a la vez también sin estar peinada como una muñeca, tal como Alice me tenía arreglada todos los días junto a Rose en ocasiones, era para ellas algo así como su: "Mini Barbie".

Alec me estuvo esperando afuera en todo este tiempo, por lo mismo fue que tarde lo menos posible para no hacerlo esperar tanto, no quería ser grosera con él, teniéndolo recargado en la pared, esperando durante horas, o sea, sin consideración alguna hacia él. Salí de mi habitación con pasos ligeros con mis labios formando una tensa línea recta, que no me empeñe en disimular.

-Bueno vamos a cazar, porque eso es el pendiente que nos falta Rene, bueno en realidad es tan solo uno de ellos, pero considerando lo que queda del día es lo único que podremos hacer por hoy, lo demás puede esperar un poco.-dijo mirándome con el ceño fruncido.

-Está bien. Vamos-dije sin muchas ganas y camine detrás de él.

Salimos del castillo recorriendo los mismos pasillos, o mejor dicho laberintos, ya que en serio este lugar lo era, estaba lleno de puertas, túneles, y uno que otro pasaje secreto, o mejor dicho atajo, y más cosas para poder salir a diferentes partes de la ciudad sin ser vistos por ningún humano que estuviera afuera y a la vez de una manera muy rápida.

Ya fuera, mire atentamente hacia el cielo, así fue como pude ver que ya era de noche y a que se refería Alec con que no podríamos hacer todo lo que había pendiente para mi hoy; seguí observando el cielo tratando de averiguar qué hora seria pero no podía hacer con exactitud obviamente -podría ser alrededor de las dos de la madrugada, al menos eso creo-.

Además de que seguía mirando ya que todo se veía tan lindo bajo la hermosa luz de la luna,- que esta noche estaba completa y que su luz bañaba todo el lugar, dejándolo completamente iluminado, aunque no demasiado, era la cantidad de luz necesaria, en fin, era perfecto- aunque en especial las estrellas estaban bastante hermosas, más que otras noches.

Estas eran mi parte favorita de la noche, porque me parecía, que era, como si las estrellas fueran el destello que nos lleva al día siguiente, evitándonos unos tropezones, como los de rendirnos, y demás cosas por el estilo. Eran como una luz en el camino. Tal si dijeran "tranquila, comenzara otro día". O al menos eso era lo que pensaba yo.

A media luz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora