Desperté cuando el sol salió tomando su lugar perteneciente a estas alturas del día, y a la vez reemplazando a la luna. O mejor dicho, con el primer rayo de sol que entro por la rendija que estaba cerca del techo, la cual supuestamente era mi ventana en este lugar tan pequeño, y sucio, a decir verdad.
Pero que más podía esperar de este lugar y de sus debidas instalaciones, este era un tipo celda o calabozo, no era mi habitación, la que tenía ocupando mi lugar como una Vulturi. La cual siempre se encontraba llena de lujos y una infinidad de detalles, y también decorada con algunas de las mejores reliquias que ha habido en este mundo.
De las cuales los Vulturi habían conseguido con una gran facilidad, y que ahora conservaban intactas y en todo su esplendor tal como estos objetos de alta calidad se merecían; aquella en realidad era una muy hermosa habitación, la cual no creo tener más.
Cerré los ojos con fuerza.
Me acomode un poco el pelo, ya que estaba un tanto desordenado, y tratando de cambiar de tema para mí misma, recordé que ya hace mucho tiempo que no dormía tanto, como lo había hecho hoy. O en realidad hace mucho tiempo que no dormía ni siquiera por un segundo.
Eso era porque no lo necesitaba para mantenerme con fuerza y viva, pero en este momento se daba el caso de que si lo ocupaba, era mi única opción de recuperación, lo único que tenía al alcance de mi mano. Eso me hacía sentir un tanto débil –en la manera en que me percibía a mí misma- en comparación a como lo era antes y me frustraba esta sensación de impotencia.
Bufe.
Volví a acomodar mi pelo –innecesariamente- era como algo un tanto inconsciente de mi parte, algo que en si no era mi voluntad exacta, pero que hacía en ciertas ocasiones y más cuando estaba molesta, y después de eso, me senté de brazos cruzados, a esperar a Santiago mientras trataba de decidir que utilizaríamos para después de que escapáramos.
Me refería a que si seriamos unos nómadas, como lo son la mayoría de los vampiros que existen, o al menos los que conozco –y son muchos, sinceramente- o si inventariamos una historia trágica para asi poder convivir con los humanos y llevar una vida un poco más normal y publica. Al punto más posible para ambos.
Estuve pensando en esto por un largo rato, pero al final de cuentas note que mi interés no era el pensar una solución a eso, no ahora, asi que decidí que era mejor que Santiago eligiera que es lo que sería de nuestras vidas después de que escapáramos de este lugar.
Para mí era lo mismo, aunque fuera algo relacionada con nuestra vida de ahora en adelante, no me incomodaba ninguna de las dos opciones, asi que fuera la que fuera que termináramos siendo, para mi estaba bien; Que Santiago eligiera algo con lo que se sintiera más cómodo, y yo me adaptaría a eso.
Al dejar de pensar en eso, estuve tratando de ignorar todo tipo de pensamiento que tuviera que ver con Alec, no quería tenerlo en mi mente, y mucho menos en mi corazón. Y eso era algo difícil porque antes cada pensamiento daba con él, en dado momento, cosa que ahora debería de evitar por mi propio bien.
No me convenía pensar en él. Dije para mí misma.
Menos en estos momentos, en lo que esa vocecita en mi cabeza que estuvo molestando durante la noche y que aún lo hacía, trataba de que desistiera de esto, de escapar, y su recuerdo no ayudaba en nada a superar estos momentos de crisis para mis sentimientos. Principalmente porque él era una causa de esta crisis.
Debía de borrar de mi mente y corazón todo lo que había pasado aquí, en toda mi vida, a decir verdad. O al menos olvidarlo y dejar las pequeñas cicatrices de estas cosas en un lugar muy escondido en mi mente, porque esto debía de ser mi pasado, no podía estar recordando todos esos momentos, fueran buenos o malos, porque no eran de utilidad en lo que sería mi nueva forma de vida, sino que serían todo lo contrario.
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A media luz.
Teen FictionEl amanecer es tan solo el comienzo. Los Vulturi no se rinden con facilidad, los Cullen tienen algo que ellos desean; no podían quedarse de brazos cruzados. Todos creían que a pesar de eso ella seria como antes, pero nada esta escrito su destino pod...