(Leer la nota al final, gracias)
-¡Ethan!- chillé, poco antes de escuchar el lloriqueo del pequeño. Solo entonces detuve mis maldiciones hacia el chico que me sujetaba la cabeza, pidiéndome calma.
Ese simple sonido fue capaz de relajar mi cuerpo, a pesar de que me sentía molida, peor que cuando luchaba. Y eso, que solo habían sido instantes. Un parto corto, lo estaba llamando Carlisle. Pero claro, no era él quien había dado a luz, quien había sentido que se desgarraba por dentro, sino yo.
La idea de que me abrieran el vientre por la mitad no pareció tan tentadora, cuando fue una posibilidad hace unos días, pero, minutos atrás, sí que lo había sido. Más simple, más corto y sobre todo, más silencioso. Aunque, en parte era mi culpa. Fui yo quien acepto que el bebé naciera normalmente, cuando entendimos que la membrana que lo cubría, no era tan gruesa como la que me cubrió una vez a mí, sino que era como la de cualquier humano, además de que aunque fue un embarazo rápido, que solo nos dejó un plazo de tres días antes de la llegada de los Vulturi, mi cuerpo tenía sus resquicios humanos que me permitieron este momento. Y claro, esta recuperación sería más rápida, a que si me partían por la mitad con sus colmillos.
-Carlisle- le llamé, y no hizo falta más. Segundos después, el bebé era puesto entre mis brazos, envuelto en una sábana de color azul. La cabeza de Ethan se asomó sobre mi hombro, apoyándose un tanto, para observar de cerca a nuestro hijo.
-Valieron la pena los gritos, ¿Verdad?- la sorna en la voz de Emmett no paso por alto, pero todos optamos por no decir nada al respecto.
Mis ojos se quedaron atrapados en los verdes de mi pequeño, que de igual manera me observaba, con una concentración de la que no debería de ser capaz. Vacilé en cuanto a preguntarle a Edward sobre lo que pasaba por su cabecita, pero terminé por quedarme con la duda. Eso no importaba de momento. No quería apresurar las cosas.
Llevé un pulgar a su naricilla, acariciándola con suavidad, al igual que sus pómulos, admirando la textura de su piel. Ethan por su parte, acariciaba los cortos y húmedos cabellos, que no podían ser más similares a los míos. Era una réplica perfecta de ambos.
-Tenemos que comenzar el plan de respaldo- comenté, separando mis orbes de la criatura en mis brazos, para llevarlos alrededor de la habitación, sobre las personas que estaban en silencio, esperando.
-Lo sabemos- respondió Santiago, acercándose junto a Rosalie.
Esta última pidió permiso con la mirada para tomar el bebé, cosa que le permitimos, cambiándolo de brazos con cuidado y delicadeza. Sus brazos buscaron amoldarse a su pequeño cuerpo, y en un instante se vio rodeada de las demás mujeres, que se dedicaron a hacerle pucheros y cariños al niño.
Los hombres sonrieron con ternura al verlas, pero se encaminaron hacia la camilla en la que estaba postrada luego de acariciarlo velozmente. Tomé una profunda bocanada de aire, centrándome en lo que sucedería en un par de días.
Durante los casi dos meses de embarazo, todos estuvimos pendientes del mismo más que de la batalla que se aproximaba. Las carreras para ver quien ponía la mano sobre mi vientre cuando él pateaba, los antojos de comida que nunca había tenido y mucho menos necesitado durante años, el cansancio que rara vez aparecía, los cuidados de todos, eso fue reconfortante, no se podía negar, no tener que pensar en el futuro, en la incertidumbre de lo que pasaría, pero tanto las primeras noches que pase en vela, cosa que era usual, como las ultimas en las que dormía gracias al bebé, el ultimo día de nuestra cuenta regresiva no dejo de atormentarme. Muchas cosas podían salir bien, así como podían irse al carajo, por lo que era mejor tenerle protegido.
-¿Aceptaron?- inquirí, con la mirada puesto en el patriarca de la familia, esperanzada.
-Sí. Los tendremos cerca dentro de unas horas.
-Bien. Entonces, todos sabemos que hacer- sonreí a medias, con la preocupación destilando en cada uno de mis gestos.
-Todo irá bien- susurro demasiado suave en mi oído, tanto que estaba segura que solo yo le había escuchado.
-Eso espero- respondí casi de la misma manera, atrapando después los ojos que mi hijo había heredado. Pero algo me decía que no tendría que estar segura de lo que decíamos, mi pecho no se sentía como para creer en eso.
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Aló xd. He aprovechado que este capitulo era algo asi como, ¿Introducción? Porque bueno, no es largo. Sino todo lo contrario. Solo se trata de saltar la parte del emabarazo, que va, si bien el bebé sera muy importante en la trama, la espera no lo era. Sin mencionar que no pensaba poner complicaciones en este embarazo, claro que no.
Y así, apañandomelas para conseguir una computadora, he escritó esto. Insisto, no es mucho. Solo lo suficiente para decirles, que he decidido saltar detalles insignificantes y brincar al capitulo final, justo después de este. Oh sí. El final llegó. Pero bueno, creo que aclarare unas duas.
Okey, la historia no lleva el ritmo que pensé. Cuando planee la historia, nunca creí que tomaría importancia a Ethan, o quiza que le tras hacerle daño le dejaría, pero que va, me gusto el personaje, y tuve que darle su cacho de protagonismo, no diré más al respecto, aunque no estoy diciendo que se quede con Ethan. La posibilidad esta abierta.
Debo admitir que la idea del final alternativo me gusta, y me la han sugerido en Fanfiction. Pero, no será necesario, no en esta parte, oh no. Porque esto no queda en "A media luz", una segunda parte siempre estuvo contemplada. Y esa tendrá mas enredos que esta. Eso seguro.
Quiza el epilogo les de datos de lo que sucedera en concreto, pero este capitulo y el final, lamento decir que no
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A media luz.
TeenfikceEl amanecer es tan solo el comienzo. Los Vulturi no se rinden con facilidad, los Cullen tienen algo que ellos desean; no podían quedarse de brazos cruzados. Todos creían que a pesar de eso ella seria como antes, pero nada esta escrito su destino pod...