Habían pasado ya siete años de que me uní a los Vulturi, todo seguía igual por aquí, al menos desde que cumplí cuatro años, es decir, la fiesta de máscaras, todos habíamos encontrado lo que buscamos y ahora vivíamos una vida "Normal" como Vulturi, no teníamos de que quejarnos, bueno había algo que me molestaba, pero no importaba.
Yo no utilizaba para nada mi parte humana tal como era de esperarse desde los primero días que estuve aquí, solo la vampira era la que importaba ahora, la humana había quedado enterrada con mis antiguos recuerdos en un lugar que no debía de abrir jamás, allí estaban mejor esas cosas para poder llevar una buena vida aquí.
Ya no era para nada una Cullen, y lo digo porque únicamente tomaba sangre de humanos-lo cual me fortalecía más y me ayudaba a poder utilizar mucho mejor mi recopilación de dones, quedando como una vampira "completa"- no tomaba nada de comida humana, ya que me parecía repulsiva, aunque antes la comiera, pero eso ya había cambiado.
Además de todo eso tenía la fuerza y rapidez de cualquier vampiro, al dejar de crecer me llego eso por completo, aunque a pesar de todo esto aún quedaba el hecho de que aun tenia sangre corriendo por mis venas, un corazón que late y nada de ponzoña, -solo en ocasiones muy raras tenia- pero sin contar eso soy como una vampira completa.
Todo estas cosas que me habían pasado, junto con mis dones y habilidad de mando que ejercía sobre los demás cuando era necesario, me hacia una parte muy importante de la guardia Vulturi se puede decir que incluso era indispensable ahí ya –eso se había notado desde que descubrieron mi don durante la pelea contra los licántropos- y además también era la líder de mi grupo–Jane, Alec, Felix, Demetri, Tom y yo, obviamente- junto con Alec.
El grupo de nosotros era el cual se encargaba de las misiones más importantes o difíciles. Asi que mi lugar en la guardia se podía decir que estaba asegurado, casi completamente, les era útil y eso en parte me convenía a mí, porque esto aseguraba mi trato con Aro, teniendo a los Cullen, e incluso a mí misma protegida.
Con todo este tiempo también mi forma de ver a los Vulturi había cambiado por completo, ya no los veía como los malos de la historia, como lo hacía antes, cuando era una niña pequeña, antes de unirme aquí, ellos habían pasado a ser quienes mantenían el orden en este mundo – del cual yo también era parte ya- eran la realeza de los Vampiros, ya no eran los monstruos que antes creía, y además algunos de ellos eran como una familia para mí.
Por ejemplo: Marco era un padre para mí por cómo me cuidaba y se encargaba de todo lo referente conmigo sin que se lo pidiera, Kasandra –el amor secreto de Marco, ya que no permitían el amor entre Vampiro y humano, en especial con Marco por su posición en este mundo- era una madre para mí, su expresión dulce de humana, me hacía sentía sentir amada, de ese modo que solo las madres pueden hacerlo.
Chelsea, Demetri –estos dos pareja- Felix, Heidi –también pareja- Tom y Jane eran hermanos para mí, porque siempre pasábamos tiempo juntos, y aunque no siempre expresaran ese cariño por la forma de vida que llevábamos en el castillo y sus antecedentes, sabía que pensaban en mí de la misma manera que yo en ellos, y creo que se debe a un pensamiento que tenemos en común.
Bueno, y en especial Tom, era un hermano para mí - él se unió a la guardia después que yo, pero nos parecíamos mucho en la forma de ser y físicamente-, teníamos el mismo color de pelo y antes él tenía el mismo color de ojos que yo-. Y todo eso lo compartimos desde el primer día que nos conocimos y hasta la fecha, aunque casi no éramos de contarnos secretos, solo de juegos y pues, cosas de hermanos.
Y pues Alec, qué más puedo decir, él era mi novio, el amor de mi eternidad –o bueno, al menos eso es lo que creo, quiero y espero yo, con todo mi corazón- todo lo que podía pedir lo tenía, me sentía completa, nada me hacía falta. No necesitaba de más cosas para ser feliz, aunque aquí hubieran cosas que no me agradaban de todo, no me quisiera ir de aquí.
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A media luz.
Teen FictionEl amanecer es tan solo el comienzo. Los Vulturi no se rinden con facilidad, los Cullen tienen algo que ellos desean; no podían quedarse de brazos cruzados. Todos creían que a pesar de eso ella seria como antes, pero nada esta escrito su destino pod...