Ya habíamos terminado casi todo para poder vivir "normalmente", es decir como unos humanos, como ya habíamos conseguido el dinero, teníamos todas las cosas que un humanos ocupaba para vivir cómodamente, todo iba muy bien, incluso se podía decir que nos podíamos acostumbrar a esta forma de vida. No estaba tan difícil el actuar como humanos, incluso teníamos que hacer un poco menos de esfuerzo que siendo vampiros, porque los humanos no hacían cosas tan difíciles y mucho menos que requirieran toda nuestra fuerza, así que era fácil.
Estaba acomodando los últimos detalles de nuestra nueva casa, cuando Santiago llego con unos papeles en mano y una sonrisa juguetona. Había ido a la escuela a inscribirnos, pensé que tendría algunos problemas, pero no, porque su expresión indicaba que lo había logrado.
-Listo, ya estamos inscritos en el instituto de Ottawa, señorita May Mathews-dijo riendo.
-Excelente, ¿no te causaron problemas porque nuestros supuestos padres no fueron a inscribirnos? – reí levemente mirándolo.
Santiago se acercó a mí.
-No, no hubo ningún problema, les explique la carrera de nuestros padres y por lo tanto el inconveniente que era para ellos el venir desde Francia a inscribirnos, y ellos rápidamente aceptaron, se notaba que querían quedar muy bien con el gran arquitecto Mathews y su esposa la diseñadora de interiores, la verdad eso fue muy fácil-sonrió.
-Qué bueno que no armaron un alboroto, porque entonces si habría problemas-reí.- Porque de donde sacaríamos a dos padres que se parezcan a nosotros.
-¿Te puedo pedir algo?- Dijo serio. Me sorprendió el cambio de tema tan drástico pero aun así, solo asentí, esperando que prosiguiera.- Por favor aleja tus dones de los Vulturi- lo mire sin entender.
-¿A qué te refieres Santiago?-el suspiro.
- Lo que quiero es que ya no vigiles a los Vulturi, deja que lo que tenga que pasar pase ¿ok?, no quiero estar con esa preocupación día tras día, como tampoco tú, quiero que vivamos sin saber nada de ellos, estando tranquilos disfrutando- su mirada tenía un atisbo de preocupación, sin mencionar que era sincera.
-Sabes que aunque haga esto si existe la posibilidad de haber un problema grave la visión llegara aunque bloquee mi don ¿verdad?-lo mire sabiendo que el entendería- sabes que eso no lo puedo evitar que es como un instinto de supervivencia, o algo así.
-Lo sé, solo quiero que no estés a pendiente de cada movimiento de ellos. Sabes que te hace mal-sabía por dónde iba eso. Iba a Alec.- Por Favor May-tomo mis manos entre las suyas con delicadeza.
Suspire y asentí resignada.
Le debía una grande por acompañarme en mi plan de escape, entonces lo haría por eso, o más bien por él, no quería que él tuviera esa preocupación. Cerré los ojos y bloquee mi don mandándolo a mi subconsciente por un tiempo. Así no sabríamos más de los Vulturi o de nadie más, bueno solo no nos enteraríamos de sus movimientos antes de que sucedan, eso me hacía sentir un poco desprotegida, pero bueno. Y además no lo hacía como un capricho ya que también estaba pensando en mí, en mi bien, se preocupaba por mí.
Abrí los ojos y medio sonreí en señal de que ya lo había hecho.
-Gracias-dijo y sonrió ampliamente acariciando mi rostro, luego de liberar una de las mías.
-Entonces ya somos los nuevos en Ottawa, los franceses Santiago y May Mathews, hijos de unos padres que están muy ocupados viajando por el mundo con sus trabajos y no pueden cuidar a sus hijos y para tenerlos "a salvo" de esa rutina y que no pierdan clases, los mandaron a vivir solos a Ottawa.-Reí un poco por nuestra historia y me senté en el sillón.
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A media luz.
Fiksi RemajaEl amanecer es tan solo el comienzo. Los Vulturi no se rinden con facilidad, los Cullen tienen algo que ellos desean; no podían quedarse de brazos cruzados. Todos creían que a pesar de eso ella seria como antes, pero nada esta escrito su destino pod...