Amor en Custodia 1

Bienvenida

Pov Hinata

No creo que sea necesario ponerme un vestido, es demasiado formal, terminé por decidirme por una sudadera morada y pantalones oscuros, cuando veo que mi pequeña mascota comenzaba a removerse desde la jaula, mi padre me había regalado un pequeño gato de pelaje azabache cuando cumplí los diez años, su nombre es Tama, es poco expresivo pero malhumorado.

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Hinata: Tama, buenos días.

Sonrió saludando al felino que se limitó  a estirar sus pequeñas y adorables articulaciones para luego disponerse a dormir.

Hinata: ¿Porque eres tan holgazán?

Preguntó rendida al no obtener respuesta alguna.

- ¿Hinata-sama, está usted lista?

Preguntó el rubio desde el otro lado de la puerta mientras que la chica dio su consentimiento sin dejar de ver a su pequeña y perezosa mascota.

Hinata: Adelante...

Habló  a lo que el rubio fue a ver lo que su custodiada estaba haciendo.

Naruto: ¿Que hay dentro de esa jaula?

Preguntó con curiosidad.

Hinata: El es Tama, es mi mascota, aunque es un poco extraño, incluso para ser un gato.

Comentó mientras que su agente lo miraba con curiosidad, la verdad era que el rubio odiaba a los gatos.

Hinata: Tama, vamos, sal de ahí.

Dijo viendo dentro de la jaula el pausado respirar del felino dormilón.

Naruto: Hinata-sama, permitame.

Se arrodilló con la intención de coger al gato pero éste le rasguñaron la muñeca en un abrir y cerrar de ojos.

Naruto: Gato del demonio...

Gruñó molesto, a lo que la peli azul rió, el sonido de su risa lo dejó levemente aturdido, era una risa suave y cálida que invadió la estancia haciendo eco en las paredes de su canal auditivo.

Hinata: Está bien, no hace falta que me azuyudes con Tama, el siempre ha sido así de holgazán.

Sonrió leve a lo que el rubio agachó la mirada algo decepcionado.

Naruto: Disculpe que no le haya podido ser de ayuda, si le soy sincero, los animales no son mi especialidad, no me llevo bien con los felinos ni lo perros.

Se rascó la mejilla nerviosamente.

Hinata: Tranquilo, no siempre se puede ser bueno en todo, así que tranquilo que no soy alguien muy exigente.

Aclaró sin dejar esa cálida sonrisa.

Naruto: ¿No le he fallado
Hinata-sama?

Preguntó una vez más.

Hinata: No, tranquilo.

Respondió una vez más.

Naruto: ¿Hinata-sama no está molesta?

Preguntó con incredulidad.

Hinata: No...

Repitió levantándose para luego ir por una bandita que sitúo sobre la pequeña herida del rubio que la miró con curiosidad.

Naruto: ¿Hinata-sama, porque es tan buena conmigo?

Preguntó a lo que la peli azul lo miró a los ojos.