f i n d m e | fillie; [TERMINADA]

Tú lo hiciste cambiar.

Era sábado, un sábado veintitrés de Diciembre, eran las diez de la mañana con quince minutos y yo llevaba más de treinta minutos frente a mi ropero pensando en que demonios me iba a poner, me quedaba menos de una hora para arreglarme y yo seguía en bata de baño, tanto tiempo llevaba así que mi cabello estaba a punto de terminar se secarse.
No era una ocasión formal, no iba a usar vestido porque era un tanto incómodo, pero tampoco quería irme muy simple y ponerme un pantalón. Quería usar una falda pero ¡eso no existe en mi ropero! Y ayer que tenía mucho tiempo para ir de compras no lo hice.
La fiesta habíamos quedado que iba a ser en casa de Finn, por lo que le pedimos a sus padres que llevaran a Finn a algún lugar antes de la una para que tuviéramos tiempo de poner todo en orden y de arreglarnos pero, la última cosa no me estaba funcionando.
Necesitaba ayuda, urgentemente.
Tome mi celular y busque entre mis contactos a Sadie, sabía perfectamente que en este momento no iba a responder ningún mensaje, así que tenía que llamarle.
Esperando a que contestará, empecé a buscar entre mi ropa si encontraba algo más, pero no quería hacer un desorden y sacar toda mi ropa, ¿por que no elegí lo que me iba a poner desde uno o dos días antes?

-¿Millie? -contestó Sadie.

-Si, creo que esa soy yo -dije.

-¿Qué sucede? ¿Está todo bien? -preguntó preocupada.

-Si, no todo está bien -hice una mueca -verás, no tengo que ponerme y me preguntaba si...

-¿Tengo algo para ti? -¡adivinó! ¿como hizo eso?

-¡Wow! ¿Cómo lo supiste?

-Millie, soy tú mejor amiga. Superstición ¿instinto? -reí -Llegó en diez -terminó la llamada.

Lo mejor de tener a Sadie, era que tenía buen gusto y sabía muy bien que me quedaba. Lo que sea que trajera estuviera bien, aún así fuera un vestido, pantalón, falda, todo sería genial.
Mientras llegaba Sadie, debería aprovechar para peinarme y arreglarme un poco.
Empecé cepillando mi cabello, pase la secadora un poco y lo sacudi un poco y lo cepille nuevamente para que no quedará un sólo nudo.
Decidí por hacerme unas trenzas y en verdad agradecía tener mi cabello corto porque era más rápido peinarlo.
Cuando termine la segunda trenza, justamente el timbre de la puerta sonó y rápidamente baje, pues lo más probable era que Sadie estuviera llegando.

-¡Llegaste! -dije emocionada cuando abrí la puerta y la vi.

-¡Llegué! -alzó los brazos y traía una mochila donde supongo y espero, este la ropa que me trajo.

La deje entrar a la casa y ambas subimos rápidamente a mi habitación, ella cerró la puerta y yo me senté en mi cama esperando a que ella me mostrará lo que trajo.
Ella traía un vestido rojo, que combinaba perfectamente con su piel y cabello.

-Lindo vestido -la dije.

-Lindas trenzas -sonrió.
Abrió su mochila y sacó un vestido blanco con figuras que parecían ser fresas pequeñas color negras con un fallo rojo, parecía ser un vestido escorado, pero no era así, pues traía debajo una camisa blanca en la parte del pecho. Combinaba perfectamente con el vestido de Sadie -¿Que te parece? -extendió en vestido, y así lo vi completo.

-Sadie- sonreí al ver el vestido- ¡Está genial!

Me dio el vestido para que pudiera verlo mejor,  definitivamente era el vestido más genial que había visto.

-Todo tuyo -dijo cuando me vio que me había enamorado del vestido.

-Por hoy.

-Por siempre -sonrió.

Maldita sea, Sadie, eres la mejor amiga del mundo.
Sadie salió de mi habitación para que me dejará ponerme el vestido.
Cuando estaba lista, completamente lista. Tome mi celular y una mochila y salí de mi habitación para después salir de mi casa junto a Sadie.
Sadie dijo que el resto de los chicos estaban en casa de Jack para terminar últimos detalles, ella se encargó de limpiar la casa y de decirle a los padres de Finn todo el plan.