La última vez.

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Finn.

Ya casi pasaba una semana desde la última vez que vi a Millie, realmente la estaba extrañando mucho, o enviaba caso veinte mensajes por día y jamás contestaba.
Era una de las pocas veces que discutíamos y está ha sido la más fuerte y horrible de todas. Mis esperanzas de recuperar lo que antes teníamos se estaban acabando, al igual que mis ganas de luchar por ella.
Hacía todo lo posible para que ella viera que realmente la amo y me importa más que a nada y nadie, pero dejando a un lado que ella no quiere creer en mi, trata de demostrar que yo ya no le interesó.
No puedes obligar a una persona a estar contigo, eso es cierto. Pero a Millie la necesitaba, y jamás creí llegar a necesitarla tanto.
El último mensaje que Iris me había enviado solamente decía "Nótese como ustedes mismos lo están arruinando. Yo no he metido la mano en esto" y para mala suerte ella tenía razón.
No respondí a su mensaje, sólo lo marqué como leído y desde entonces ella tampoco me ha hablado.
No tenía el valor suficiente para decirle a Millie un montón de mentiras, pero tampoco quería seguir discutiendo el resto de mi vida con ella sobre este tema, y terminar aún más mal, me dolía pero tenía que hacerlo, tenía que mentirle.
Y yo en algún momento le prometí que nunca le iba a mentir.
No quería hacerlo ahora, en este momento por culpa mía ella va a sentirse más mal de lo que ya se sentía.
Era el momento en donde ella más me necesita y yo fácilmente la iba a dejar porque no tenía el valor para ver como ella se aleja de mi, y yo prefiero alejarme.
Sabía las consecuencias que esto iba a traer, probablemente el resto de mis amigos dejen de hablarme, pero... le prometo a Millie y me prometo a mi, que algún día yo regresare a buscarla para arreglar todo, no sé cuánto tiempo pasará pero yo la estaré buscando, tendré el corazón abierto sólo para ella y nadie más.
Quisiera tener más tiempo para hacer esto, pero no podía, estaba muy nervioso y tan deprimido que no sabía si al hablar con ella realmente crea en lo que digo.
Me paró frente al espejo, mi cara de niño deprimido no ha desaparecido desde hace una semana, sigo en pijama y mi cabello está despeinado, como de costumbre.

-¿Debo ser duro? Bueno -me decía a mi mismo en el espejo- Millie, esto ya no va a funcionar, esto ya no existe, y jamás existió -¿por que lloraba al hablarme a mi mismo?- ¡SON MENTIRAS! MENTIRAS, MENTIRAS -di tres pisotones en el piso, agradecía estar sólo en casa este día.
Pasé mi mano en mi cabello y ahí la deje un momento, mientras decía -No puedo, no puedo, ¡NO PUEDO HACER ESTO! NO PUEDO HACERLE ESTO, NO PUEDO -jamás en mi vida había sentido tanto dolor.
Respiraba lo más tranquilo posible para que mis lágrimas también dejarán de salir.

"No puedo hacer esto, no puedo hacer esto" me decía mi mente.

-Tienes que entender que nada de lo que tuvimos sucedió, ¡fue mentira! Nos estamos mintiendo uno al otro, eso nos hace daño. No quiero verte otra vez en mi vida -dije nuevamente frente al espejo.

Era domingo, es la una de la tarde y yo seguía en pijama, me tiré un minuto nuevamente a mi cama y di un suspiro.
Miles de recuerdos empezaron a llegar en mi cabeza, uno de los más especiales: mi último baile de invierno en la secundaria.
Ella siempre se veía linda con vestido, aquella vez la temática del baile fue de los ochentas y todos teníamos que ir vestidos con algo parecido a la época.
Ella se veía tan linda en ese vestido, recuerdo cuando la vi entrar por la puerta.
Pero especialmente recuerdo que bailamos una canción que siempre me recordará a ella y ese momento: Every Breath You Take.
Tan sólo recordar la letra me hace sentir mal.
Solamente deseaba que después de lo que iba a hacer ella me perdone. Tal vez me odie por un buen tiempo, pero sé que ella me perdonará.

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Millie.

Tenía que hablar con Finn, ya no quería estar así con él y debía de disculparme con él por haber sido grosera hace unos días.
Aunque no contestaba sus mensajes, quería verlo.
Iba a decirle el porqué tuve esa actitud, le iba a contar todo lo que hablé con Iris, iba a contarle todo.

Estaba sola en mi casa desayunando en el jardín, pues era un día caluroso y muy soleado.
Pude escuchar que alguien tocó el timbre por la puerta.
Entre a la casa para dirigirme a la puerta y abrirla.

Finn.

Lo estaba haciendo, y no sé porque, tal vez no era la mejor decisión de mi vida, pero puede ser que sea lo mejor para nosotros.
Me voy a odiar por el resto de mi vida.
Y ella también lo hará.
Salí de mi casa y me tardó diez minutos llegar con Millie, caminé lo más lento posible, todavía necesitaba tiempo para pensar en cómo iba a actuar.
Toqué el timbre, y desde el otro lado de la puerta se escuchó sus pasos caminando rápidamente hacia la puerta.

Millie.

Finn estaba frente mío, parecía estar enfadado, me miraba de una manera muy horrible, con mucho odio.
Y creo que sabía lo que estaba por venir.

-¿Qué sucede? -pregunté cruzando los brazos.

Finn.

No podía hacerlo, no puedo, pero ya estoy aquí.

-No quiero que me vuelvas a hablar -y, lo dije.

Millie.

Justo cuando quería hablar con él para arreglar las cosas, llega para arruinarlo más.

-¿Qué? -ya no podía fingir estar enfadada, mi actitud cambió muy rápido y ahora mostraba sorpresa y sobre todo, tristeza.

-¡No tengo tiempo para esto! ¿No entiendes? -el jamás me había hablado de esa manera- Millie, ya no quiero nada contigo, NADA, ¿entiendes? Lo que hubo entre nosotros ya no volverá a pasar -en ese momento, no podía decir nada- Olvídate de que tú y yo tuvimos algo, de que fuimos algo, ¡no quiero su te acerques a mi!

-¿Y todos esos tres años juntos que fueron? ¡Eh! ¿Acaso perdí solamente mi tiempo? -contesté con lágrimas.

-¡Si! Lo fue, así es -contestó- Entre tu y yo no hubo nada.

-Finn, ¿esto es por Iris? -tome su brazo.

El se quedó en silencio un momento, y me miro con mucho enfado.

-Si, es por ella -no sabía si calmarme o pensar otra cosa- Porque la carta es real... pero lo nuestro jamás fue real.

Y mi corazón se hizo pedazos, muchos pedazos.

-¿Por qué me haces esto? ¿Por que?- preguntaba llorando.

-Tú siempre supiste que yo era malo para ti, tu quisiste estar conmigo -contestó sin importarle mi sentir.

-¡Eres una basura! -grité empujandolo.

-No quiero que me vuelvas a hablar, no tuvimos nada, y jamás lo tendremos, olvídate de mi, olvídate de lo nuestro porque todo fue una mentira, olvídate de todo.

-¡Te odio! ¡Te odio! ¡TE ODIO! -grité por última vez y cerré la puerta de un fuerte golpe.

No podía dejar de llorar y gritar, me recargue en la puerta y me deslice lentamente hasta el piso y tirarme a llorar gritando.
Desde ese día me prometí a mi misma que no iba a dejar que me volvieran a romper el corazón, porque creo que ni siquiera tenía corazón. Pues un chico llamado Finn Wolfhard se lo llevo y lo destrozó en mil pedazos.

Finn.

Ella no me iba a perdonar jamás, acababa de alejar a la persona que más amaba por culpa de una chica caprichosa. Quien sabe cuando la vuelva a ver.
Inmediatamente ella cerró la puerta y tenía tantas ganas de decirle que todo era falso y que olvidará lo que había dicho, pero ella no me dejó.
Empecé a llorar y odiarme a mi mismo.
Fui corriendo hasta mi casa, me metí a mi habitación y ahí me quedé todo el día llorando y gritando.
Había perdido a la única persona que le importaba y me hacía feliz.

Y esa fue la última vez que vi a Millie Bobby Brown...

Millie.

Me quedé en mi habitación todo el día llorando y gritando el dolor que sentía, todo había sido mentira, me sentía horrible.
No quería acercarme a él, sería horrible.
Estaba a punto de hacer algo de lo cual sería muy cobarde: iba a irme de este lugar lo más pronto posible.
Tan sólo recordar el momento de hace rato me dan tantas ganas de morir y desaparecer o que nada de estos hubiera pasado.
Que Finn jamás me hubiera conocido y enamorado de mi, que yo jamás me hubiera enamorado de él, de haber sido su novia, de haber conocido a sus amigos, estaba arrepentida de todo, todo, todo.

Y esa fue la última vez que vi a Finn Wolfhard...

f i n d  m e | fillie; [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora