f i n d m e | fillie; [TERMINADA]

Una noche fuera.

Eran las ocho cincuenta, y no tenía ni la menor idea de en donde estaba en estos momentos, pues lo único que hice fue "camina todo derecho". Revise mi celular, y tenia una llamada perdida de mi mamá ¿ya habría llegado a casa? ¿por primera vez estaría preocupada por mi?
No le devolví la llamada, pues claramente dije que nadie me buscará porque no iba a responder.
Estaba oscuro, pero no tenía miedo. Parecía estar en un bosque, pero nunca lo había visto antes, pues parecía estar cerca de mi casa.
Estúpidamente, solamente traigo conmigo mi celular, y no pensé en traer algo más como comida, una lámpara y cosas así, pues era obvio que probablemente estuviera en un bosque, además de que se esta acabando la pila de mi teléfono, tengo solamente un veinticinco por ciento, definitivamente iba a morir aquí, ¡Buena idea fugarte Millie! No eres tan inteligente como pareces.
No sabía que tan cerca y que tan le nos podría estar de mi casa, no tenía idea de nada.
Decidí detenerme en quien sabe donde porque todo está oscuro y no veo nada, pero creo que estaba junto a un árbol.
No sabía que hacer, seguir caminando, quedarme aquí parada o regresar a casa. Había desventajas en estas tres opciones:
1. Si sigo caminando iba a alejarme más de casa  -aunque, por eso estoy aquí, jaja- y probablemente me perdería.
2. Si me quedo aquí parada, me voy a aburrir y no voy a conocer el mundo -xd.
3. Si regreso, me veré muy cobarde y estúpida además de parecer que quería llamar la atención, pues apenas son las ocho y cuando yo regresé apenas serán las nueve, lo cual sería muy temprano porque yo tengo que regresar a las once para llegar a mi vas y ya estar dormida a las doce. Tal y como lo había dicho.
¿Ven? Soy inteligente cuando quiero jaja.
Entonces, se me ocurrió algo más, la cuarta opción era:
4. Irme a una fiesta que estuviera cerca de mi casa, pero a una fiesta donde nadie me conociera y donde yo no conociera a nadie.
Se que había dicho que en mi vida nunca iba a volver a ir a una fiesta como la del Sábado, pero ¡por favor! Esta noche es como si ni siquiera yo supiera quien soy, para hacer cosas que nunca había hecho y nunca volveré a hacer. Tengo mis reglas, y la única su e tengo es "no hay reglas" al menos por esta noche.
Lamentablemente no sabía mucho de bares donde hubieran fiestas y cosas así, el único que sabe perfectamente de todo esto era Finn, pero no iba a llamarle y decirle "¡Hola amor! Oye, ¿sabes sobre algún bar donde haya una fiesta donde nadie me conozca? Verás, no es que quiera andar de zorra, solamente me quiero divertir yo sola, pero tranquilo porque a las doce yo ya volveré y será como si nada hubiera pasado". Obviamente no, además de que sería difícil encontrar una fiesta dónde no me pidan una identificación ¡ahhh! En el centro hay una zona -fea- donde hay solamente bares, con suerte podría encontrar uno donde me dejen entrar.
Retome el camino, como si fuera a regresar a casa, pero iba a dirigirme al centro, estaba a media hora de mi casa si me iba caminando, si iba en taxi llegaba en diez minutos considerando que el tránsito está bastante tranquilo a partir de estas horas.
   Logré salir del bosque que para mi buena suerte cuando salí me llevo a una parada de autobús. No traía dinero para poder pagar un taxi o un autobús, claro pero ¡está en mi noche! Nadie sabe de mi paradero y sobre quien soy, ahora ¿taxi o autobús? Tenía que decidir porque justamente en el carril había un taxi y un autobús, lo más fácil es no pagar un taxi, así que iré en taxi.
Alce mi brazo derecho para que el taxi pudiera hacer la parada. Inmediatamente me vio y se pego al carril donde estaba la parada, se detuvo y abrió la puerta trasera, donde me subí.
Era un chico joven, demasiado joven para ser taxista, debería tener algo así como unos veinticuatro años, si no es que un poco más. No podía creer que estaba haciendo esto y de lo que iba a hacer en unos minutos.

- ¿Hacia donde te diriges?-preguntó el conductor.
Definitivamente esto iba a ser muy difícil para mi.

- Ehhh-empezaba a ponerme nerviosa -Haci, hacia el centro- respondí con la voz cortada- Si puedes dejarme cerca de la zona de clubes estaría mejor.

El me miro por el retrovisor confundido, no dejaba de mirarme, pues supongo que el tampoco puede creer hacia donde quiero ir

- Seguro- dijo y dirigió su mirada nuevamente a la carretera.