f i n d m e | fillie; [TERMINADA]

Reina del Snowball.

Me desperté por los chillidos de mi hermana, revisé mi alarma y eran dos horas más temprano de lo que me debería de levantar.
No quería dejar esto así, no iba a dormir bien las siguientes dos horas, ¡Peor! No iba a dormir.
Me levanté de mi cama, salí de mi habitación y fui directo al cuarto de Hannah, mis papás tenían la puerta de su habitación cerrada, me imagino también que no apagaron el televisor y por eso es que no escuchaban.
Cuando entré obviamente el sonido era más molesto mientras más me acercaba a ella; no puedo creer que mis papás sean muy irresponsables. Creo que probablemente ellos ni sabían del embarazo, jaja. Ya no son hábiles para hacer este tipo de cosas, si no pueden conmigo a esta edad, mucho menos lo van a hacer con una bebé de dos o tres meses.

- Shhhh -decía mientas estaba cada vez más cerca de Hannah, pues caminaba lento para que no de asusté por algún sonido que estúpidamente siempre hago- No llores, debes de estar durmiendo -dije en voz baja, ya estaba en frente de la cuna- Yo también debería estar durmiendo, pero estás llorando, así que...

Hannah empezaba a dejar de llorar, y estaba a punto de irme, cuando volvió a hacerlo. Ella quería que me quedará, así que fui rápido a mi cuarto por una cobija y una almohada, regresé y puse ambas cosas en el suelo junto a la cuna de Hannah, nuevamente dejó de llorar y yo trataba de dormir.

3 horas después.xd

Me desperté obviamente en el cuarto de mi hermana, en el suelo. Hannah seguía dormida, lo cual era bueno.
Escuché los pasos de mi mamá subiendo las escaleras, pasó afuera del cuarto de Hannah y no me vio, puesde dirigía a mi habitación.

- Millie- me levanté y salí del cuarto de Hannah -¿Dónde estás?

- Aquí -contesté detrás de ella- Dormí con Hannah.

- ¿Por qué? - preguntó.

- No dejaba de llorar en la madrugada, y ustedes estaban dormidos, así que me quedé aquí por si volvía a llorar.

- ¡Ay, Millie! Seguramente debes tener mucho sueño- la verdad es que si- ¿Quieres ir a la escuela?

- No, no, no. Estoy bien, si quiero ir, si cambio de opinión regresare- contesté.
Desde que salgo con Finn ya no faltó mucho a la escuela, me aburro mucho si me quedo en casa y ya me acostumbré.

- ¿Segura? Pues, será mejor que he apures, ha vas tarde.

- Si, pues entonces me voy a cambiar.

Mi teléfono empezó a sonar y en eso salió mi mamá de mi habitación.
Vi mi teléfono y Finn me estaba llamando, contesté rápidamente.

-¿Hola?- dijo Finn.

- Hola, lo siento voy tarde, apenas desperté.

- También voy tarde, ¿quieres que pase por ti? Apenas desperté.

- Seguro, llámame cuando estés aquí abajo.

- Te veo en ¿Quince?

- Quince.

Termine la llamada, agarré lo primero que encontré de ropa limpia y entré al baño a ducharme lo más rápido que pude o mejor dicho, mojarme.
Cuando terminé me cambié ahí mismo, tomé mi cepillo para el cabello, salí y me dirigí a mi habitación para arreglar mi mochila y cepillar mi pelo.
Escuche que alguien había tocado el timbre ¿Cuánto tiempo habrá pasado desde que hablé con Finn? Revisé mi teléfono y ya había pasado diez minutos.