f i n d m e | fillie; [TERMINADA]

Día cuatro; parte dos.

Llevábamos una hora planeando la fiesta, teníamos una hora en la cafetería y nadie nos había dicho nada.
Queríamos invitar sólo al grupo de Iris, pues igual que nosotros, eran diez y con tan sólo ser veinte personas en total era más que suficiente.
No le habíamos dicho nada a nadie, pues preferiamos decirles más en la tarde, para que ningún supervisor escuchará.
Wyatt era quien principalmente estaba a cargo de toda la planeación, teníamos la idea de hacer tres cosas, lo primero sería la fiesta de mañana, el sábado quisiéramos hacer algo en la cocina nosotros, Jack tenía la idea de que nosotros fuéramos quienes cocinaramos y hacer cosas raras, la verdad es que si idea me pareció aburrida, así que optamos por la idea de Gaten, que fue poner música en alto volumen en la mañana para que todos despertaran, aquí lo divertido es que la música sonaría a las diez en punto.
El domingo era lo mejor: querían ir al lago y estar ahí todo el día y antes de irnos haríamos en un árbol cerca del lago nuestras iniciales de cada uno, nos queríamos tomar una foto, pues para nuestra suerte Sadie traía su cámara instantánea y la pegaríamos en el mismo árbol.
Sophia dio la idea de hacer una carta donde escribiremos algo inspirador para el resto de las personas que lleguen, pensamos que era buena idea.
Si no hacíamos historia, al menos íbamos a hacer que la gente que venga quiera intentar lo mismo que nosotros.

-Opino que hagamos comida está noche para la fiesta, ¿Qué es una fiesta sin comida? -dijo Gaten hacia Wyatt.

-Si, tienes razón pero quien cocina eres tú -respondió Wyatt dejando a Gaten con la sonrisa a medias, pues le había roto la ilusión-. Hermano, realmente da mucha pereza cocinar, fácilmente podemos guardar nuestro desayuno y lo dejamos para la fiesta.

-Bien, ¿Qué hay de las bebidas? -preguntó nuevamente Gaten.

-¡Amigo es una fiesta, no un buffet!

-No empiecen por favor -se quejó Jaeden. Creo que esto se iba a poner interesante.

-¿A ti quién te habló, Jaeden? -dijo Wyatt.

-¿Quién dijo que me dirigía específicamente a ti, Wyatt? -respondió Jaeden.

Sophia estaba en otra mesa hablando con Sadie, e inmediatamente cuando escucho la pelea entre sus pretendientes se levantó y vino hacia donde estábamos nosotros.

-¡Hey, hey, hey! ¿Qué está pasando aquí? -preguntó la pelirroja a ver a ambos discutir.

-Nada -dijeron ambos al unísono.

-Oigan, estoy realmente harta de verlos a ustedes dos pelear por cualquier idiotez, ¿Qué demonios pasó con ustedes? Eran mejores amigos, nada los separaba, ¿Por qué ya no es así? ¿Acaso yo tengo que ver algo con esto? Porque si no mal recuerdo, antes de que yo empezará a hablarles ustedes eran muy diferentes -todos sabíamos que iba a ver un momento en el que Wyatt y Jaeden explotará, en ese mismo momento Sophia también lo haría, la culpa se notaba en sus ojos llenos de lágrimas-. Chicos, ¿Qué les pasó? ¿Qué hice yo?

Me levanté de mi lugar y fui junto a Sophia para tratar de tranquilizarla, puse mi mano en su espalda y le di pequeños golpecitos mientras ella respiraba lo más lento posible para calmarse un poco, cuando finalmente logró hacerlo puso ambas manos en su frente y dio un suspiro, cerró los ojos y ahora sus manos estaba ahí, sus lágrimas se estaban clamando pues quito sus manos de los ojos y se limpió el delineador negro que había caído.

-¿Estás mejor? -le pregunté en voz baja. Mire a Finn, quien parecía preguntarme si Sophia estaba bien, asenti y levante la mano de forma discreta. Finn asintió.

-Si -dio un último suspiro y sacudió sus manos.

Wyatt y Jaeden estaban completamente paralizados y sin duda, lo que Sophia les había dicho era bastante cierto y ellos empezaban a sentirse mal. Wyatt puso su hombro en la mesa y recargo su cabeza en el mientras que Jaeden estaba de brazos cruzados mirando hacia quien sabe donde. Ambos tenían la misma cara de enojo, culpa y sobre todo, tristeza.