f i n d m e | fillie; [TERMINADA]

¿Y su disciplina, Brown?

Me desperté tal vez unos cincho minutos antes de que mi despertador empezará a sonar, probablemente había dormido más temprano de lo normal y es por eso que me levanté unos minutos antes.
Aún no tenía ganas de levantarme de mi cama, y obviamente ya no iba a poder dormir nuevamente y aunque lo hiciera, tendría que despertarme.
Encendí mi celular, y me di cuenta que lo había dejado en silencio, así que de cualquier manera el despertador no iba a sonar y fue entonces que agradecí haber despertado cinco minutos antes por mi propia cuenta.
Cuando por fin dieron las cinco cincuenta me levanté lentamente de mi cama para no marearme, estire mis brazos, bostece una vez más y me talle los ojos para quitarme el poco sueño que aún tenía. Encendí la luz de mi habitación y salí al baño únicamente para ir por mi cepillo; volví a mi habitación y comencé a cepillar mi pelo. Después me quite mi pijama y me puse la ropa que iba usar. Vi nuevamente mi reloj y eran apenas las seis cinco de la mañana, me daba tiempo para arreglarme un poco.
Enchine un poco mis pestañas y me puse un poco de labial (era un color muy claro, así que no tendría ningún problema). Tome mi celular y mi mochila y baje a la cocina para desayunar.
Estaba siendo un buen día, pues mi papá estaba despierto y había hecho el desayuno, yo sonreí al verlo y el hizo lo mismo cuando me vio entrar.

-Buen día -me saludo muy alegre.

-Buenos días -respondí con el mismo ánimo -Te prepare el desayuno, cariño.

-¿Qué has hecho para mi? -pregunté mientras me sentaba en mi silla, en la mesa ya estaba mi mantel, un tenedor, vaso con leche y jugo.

-¡Eggo's! -mí cara de disgusto apreció inmediatamente que nombró el nombre de la comida y él lo notó -Es broma, es broma, ¿crees que no conozco lo suficiente a mi hija como para no saber que detesta los waffles?

-De acuerdo -sonreí.

Mi papá me sirvió el desayuno, que fue un omelet. Terminé mi desayuno, me fui a lavar los dientes y salí de mi casa, que por cierto Finn me esperaba afuera, pues nos vamos juntos como todos los días.
Lo salude como normalmente lo hago, él siempre me abraza y después de eso empezamos a caminar hacia la escuela.
Cada vez faltaba menos para su cumpleaños, ya estábamos en Diciembre y faltaba menos de dos semanas para el veintitrés de diciembre y yo aún no tenía idea de que regalarle.

-¿Vas a hacer algo para tu cumpleaños? -le pregunté, ya que no estábamos hablando de nada.

-Creo que los chicos me quieren hacer una fiesta "sorpresa", pero claramente Gaten no sabe que sorpresa significa que no deberían decirme nada y no debo saber nada.

-Jaja, bueno... -debía preguntarle que quisiera, no sería nada bueno fallar y darle algo que no le guste -¿Qué te gustaría que te regale? -¡mierda! Lo dije.

-¿Qué? -me preguntó riendo y algo confundido.

-¡Nada! ¡Olvida lo su pregunté! -la vergüenza que sentía se me notaba inmediatamente.

-Sinceramente no me importa si me das algo o no -mi mirada cambió y el lo notó -No es por ser grosero, es porque realmente lo material no me importa...-sonrió -Me importa más que estés conmigo ese día, si me das algo, lo que sea igualmente estará bien.
Yo sonreí después de lo que me había respondido, realmente yo esperaba que me dijera una enorme lista de las cosas que quisiera que le diera, pero creo que escuchar lo que me había dicho fue muy cierto, ¿Quién quiere cosas materiales si lo mejor que puedes tener como regalo es a tu persona favorita?

Llegamos a la escuela y al entrar yo me sentía demasiado extraña, como si fuera otra vez una niña nueva en este lugar y antisocial aunque, muchas niñas de mi edad quisieran tener lo su yo tengo.
1. Popularidad  (dicen).
2. Un lindo novio... y popular (cierto).
3. Amigos geniales y populares (cierto, otra vez).
4. Haber sido reina del snowball.
5. ¿Ser yo? (sigo sin entender el porqué de esto).
Cuando entre empecé a preguntarme donde estarían el resto de los chicos, quien sabe hasta que hora nos íbamos a ver.